11/11/18

MATAR A DISGUSTOS

Tomada de la red

Has ido demasiado lejos, Rosalía. ¡No, no quiero que te enfurruñes! No digo que no tengas tu parte de razón, que seguro que la tienes, pero no puedes hacernos esto a tu madre y a mí. ¡No, no puedes! No aprietes los labios. Sí, los estás apretando, que lo sé yo. Desde que eras una mocosa siempre tan peleona, tan…sí, Rosalía, sí, tan testaruda. Que decías por ahí meto la cabeza y ya lo creo que lo hacías, aunque te quedaras atascada en el agujero del muro de adobe del patio. ¿A que te acuerdas? Tuvimos que agrandarlo con un mazo para que no te asfixiaras. ¿Y de aquella vez cuando le devolviste la bofetada a doña Paquita? ¡Que tuvo tu madre que hacerle una visita nocturna a don Julián para que no te expulsaran del colegio, Rosalía! No das tregua. Porque a ti te gusta la novedad y por ahí te enganchan… No, no, no quiero decir que esto sea una novedad ni mucho menos. No te enfades que se te está poniendo un color de cara espantoso. Pero ¡eso de ir al cementerio con tus amigos y amigas- ¿ves? no me olvido de meter el femenino- con botellas de cerveza y ron...! ¿Qué?,  bueno, bueno, era alcohol al fin y al cabo. Y comida por llamar algo a lo que coméis los jóvenes hoy en día. ¡Vale, que no, que no voy a empezar con discusiones! Hoy, no. Pero estarás conmigo que utilizar como mesa la lápida de la familia Molina- tan querida en el pueblo- fue un sacrilegio. ¡Había que ver cómo lloraba doña Francisquita!
            Ya estoy de vuelta. Sólo unas pocas migas con torreznos y chorizo. Eso es lo que he comido, sí. ¿Que tengo el colesterol alto y no me viene bien? ¿Tú no haces lo que te da la gana?, pues yo también. Te he preparado granada con naranja, que sé que te gusta. Yo, no tu madre, yo. ¿Te das cuenta? ¡Anda, déjalo ya! ¿Si tienes razón en lo del machismo?, claro que la tienes. No, no lo digo para que me hagas caso ahora, pero debes comprender que son muchos años…¡Que sí, que son siglos! En estas circunstancias y sigues tan puntillosa como siempre. El viaje, ese viaje a un campamento de jóvenes te cambió totalmente. Aunque antes ya habías hecho alguna cosa, como aquella vez que te plantaste ante la puerta del cuartelillo donde estaba detenido el Niño de Perea por haberle dado una paliza a Eduvigis que casi la mata. Tú sola gritando que salga el cabrón que le voy a quitar las ganas de pegar a las mujeres. Me llamaron para que fuera a buscarte. Y bien que te resististe a volver a casa. Un mes con sus treinta días estuviste sin hablarme.
            Están cayendo las sombras en el chaparral, Rosalía, hija. Ya se ve venir la noche de las ánimas, y aún sigues ahí tumbada. Anda, levántate de ese ataúd que encargaste a Pepe el carpintero y, por una vez, da tu brazo a torcer. Es mala combinación la estadística con tu cabezonería y la lucha feminista. ¿Lo he dicho bien? Sí, lucha feminista.. Que mueran más hombres que mujeres en el pueblo  no es razón para que decidas sacrificar tu vida por aquello de… ¿cómo era?, sí eso de la paridad. ¿No ves que es un disparate? Mira, hoy he escuchado en las noticias del telediario que en México mueren muchas mujeres a manos de desalmados que luego las entierran en el desierto. Seguro que son muchas más que hombres, ¿ matarías mexicanos para equilibrar la balanza? ¡¡No, no he dicho nada!! ¿A dónde vas Rosalía, hija? ¡¡Vuelve, no le des más  disgustos a tu madre!!
             

4 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Qué bonito te ha quedado Lola. Ojalá haya suerte.
Besicos muchos.

Lola Sanabria dijo...

Gracias, Nani. Me alegro de que te haya gustado.
Par de abrazos.

Cora Christie dijo...

Y si en vez de aplaudir este monólogo paterno lleno de sensatez y angustia, voy y te digo: Sembrada: Estas sembrada.

Sin tu permiso, me llevo la la "Rosa" de esta criatura indómita, para que me acompañe cuando me crujan de las neuronas por el fracasa de otra mas.

Que menos que un abrazo!

Lola Sanabria dijo...

Mil gracias y mil besos querida cuña.