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21/6/19

EN CASA. SELECCIONADO EN EL CONCURSO DE RELATOS SOBRE ABOGADOS DEL MES DE MAYO



Tomada de la red

Te lo dije, te dije que me pasaba a la competencia. Mejores condiciones laborales en el nuevo bufete de abogados. Pero no quisiste creerme. Decías que no daba la talla. Me asignaron aquel caso tan importante y fue mi gran victoria. No lo supiste encajar y, a mi pesar, tuve que dejar nuestra casa. A bocajarro, así me abordaste, a la salida del ambulatorio, mientras me ocupaba de contener con un algodón la sangre tras la extracción para un análisis. Comunicar conmigo a través de mensajes al móvil, era imposible. Te los escupía, dijiste. Ahora afirmas que estoy en casa. Pero aquí no puedo ni rebullirme, mezclada con todas aquellas brillantes colegas desaparecidas. Sí, claro, reconozco la repisa de la chimenea sobre la que nos tienes metidas en esta urna, adornando el salón, pero esto no es vida. O muerte. Lo que sea, Alberto, lo que sea.

2/6/19

ES LEYENDA. SELECCIONADO EL MES DE ABRIL EN EL CONCURSO DE RELATOS SOBRE ABOGADOS

Tomada de la red.



Doña Carmen, fiscal muy eficiente, acababa de ver cómo los responsables de apalear a una vagabunda se habían ido de rositas por falta de pruebas. «¡Esto lo arreglo yo!», dijo para sus adentros la mujer de la limpieza, aceptando el desafío.
Salió a la calle y preguntó por una cabina telefónica al señor de la Once. «Tire derecho por esta calle, tuerza luego a la izquierda, y cuando llegue a una plaza con una fuente con amorcillo que mea pis artificial, pregunte». Demasiado lío para la transformación. Pidió al hombre que se echara a un lado y entró y salió del kiosco en un pispás. Subida a un banco, tomó impulso y voló con su capa morada ondeando al viento. Ni callejero, ni nada, con su súper visión localizaría a los malhechores y les daría un escarmiento, como a los acosadores de metro.  Por algo la llamaban la feminista justiciera.

22/9/18

TEDIO.SELECCIONADO EN EL CERTAMEN DE RELATOS SOBRE ABOGADOS

Tomada de la red.




Él era mi héroe, un fotoperiodista de prestigio. Pero, en su situación de confinamiento obligado, se aburría y no paraba de incordiar. Entre su enfermera y yo decidimos procurarle una distracción. Le aclaro que fue una medida cautelar para que no acabara cazando moscas. Se hizo con todo un glosario de términos y definiciones de criminología. Al principio nos hacía gracia verlo de día y de noche espiando con su cámara a través de la ventana. Luego comenzó a preocuparnos con sus deducciones y órdenes de registros. Decidimos contarle la verdad, señoría. Quedamos en el apartamento. No podíamos saber que había decidido sentenciar a muerte al que creía un asesino. Y ya fue mala suerte que Raymond entrara el primero. A Stella y a mí, nos dejó heladas cuando le disparó a quemarropa. Ni tiempo para explicarle a Jeff que todo había sido un montaje de película.

26/4/17

HABILIDADES. FINALISTA EN EL CERTAMEN DE MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS




La concurrencia recibió al juez Emilio de la Rosa con un murmullo jocoso y alguna risa sofocada. «Nada que te delate ante la mirada inquisitiva de este magistrado», le había aconsejado su abogado. El acusado estaba en la sala con cara de cartón piedra. Ni una transparencia de su verdadero yo. Sin embargo, la torpeza del traspié, el desaliño y el gesto bobalicón del juez, le hicieron bajar la guardia. ¡Pero si era un payaso! Abrió la boca en una fea mueca despectiva que dejó al descubierto la dentadura podrida, y en sus ojos brotó la fiereza del depredador que había molido a palos al indigente del cajero del banco. Emilio de la Rosa había visto suficiente. Despegó de su toga la piruleta con forma de corazón que le cogió a su hija, recompuso el gesto y, mientras comenzaba el juicio, pensó que actualizar sus técnicas había dado excelentes resultados.

22/3/17

PARA SIEMPRE- SELECCIONADO EN EL CERTAMEN DE MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS DEL MES DE FEBRERO



Tomada de la red.


Desde pequeño le gustaban los bichos. Pero en el instante en que vio a Patricia en la biblioteca, inclinada sobre un libro de Derecho, decidió cambiar el estudio de los insectos por el de las leyes. Ella se hizo juez. Él, abogado. Fue un privilegio tener una vida basada en la confianza mutua. Trabajar juntos. Se entendían con un solo gesto. Pero el paso del tiempo hizo su función devastadora y los distanció.

Él ahora no reconoce a esa señora empeñada en meterle una cucharada de sopa en la boca. Y no le emocionó verla llorar cuando enganchó el collar con los dedos, regalo de sus bodas de oro, y lo rompió. Todo cae en el olvido. Sin embargo, ha vuelto a mirar con interés a los gusanos de seda, a las arañas atrapando moscas y a las tijeretas en el jardín. Hace días que Patricia comparte su afición.

15/8/16

SELECCIONADO EN EL CONCURSO DE MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS

Tomada de la red. 



PLACERES

Elías guardaba en la memoria la historia gráfica del rey Salomón y las dos mujeres que reclamaban la maternidad de un niño. Su sabiduría consiguió adoptar la decisión más justa. Cuando fuera mayor, como no podía ser rey, sería abogado. Después llegó el eclipse total y se fundió en negro la panorámica del mundo que lo rodeaba. Entonces su madre le dijo que la Justicia era ciega y Elías retomó su vocación. Lo contrataban mucho para la defensa de familiares de víctimas de viudas negras. Ganaba siempre porque no sucumbía a los encantos visuales de las féminas. Hasta aquel día en que la mujer se introdujo con él en el ascensor y, cogiéndole las manos, las guio por las curvas de su cuerpo. La Justicia será ciega, pero conserva el gusto, el oído, el olfato, y sobre todo, el tacto, dicen que murmuró satisfecho, cuando perdió su primer caso.

3/8/11

NOSTALGIA (Finalista de junio del concurso sobre abogados)

fotografía tomada de la red

Todos los años por el cumpleaños de mamá, papá se saca del cuello la cinta morada con la llave y abre el candado que puso en el armario de ella. Revisa sus vestidos y zapatos. Comprueba que el birrete sigue en la balda de arriba. Se entretiene un poco acariciando las puñetas de la toga y por último coge el CD guardado en el primer cajón entre la ropa interior. Sentado al lado del plato vacío, escucha “Ansiedad” en la voz cadenciosa de Nat King Cole mientras brinda con una copa sin dueña. Sé que no debería consentirle que haga eso y seguir las instrucciones de su médico. La nostalgia es un tóxico más potente que cualquier veneno y su corazón es débil. Pero desde que se la arrebató el marido despechado de una clienta, a la puerta de los juzgados, él sólo piensa en reunirse con ella.

28/6/11

PARA SIEMPRE (Finalista del concurso de microrrelatos sobre abogados)


La seguí hasta la feria. Entró en el barco fantasma. Me aposté detrás de un árbol. Hacía calor. Me deslicé entre las atracciones. Llegué a la casa del terror. Desde allí podría fotografiarla con el tipo. Encendí un cigarro. Di una calada. Lo imaginé. Pillada infraganti con su amante. Acusada de adulterio. No sacaría nada del divorcio. Ni pensión para los niños. Para eso estudié abogacía mientras ella cuidaba de los críos. Se le acabó lo de hacer tapetes de encaje para relajarse. Tendría que trabajar. Saboreaba ya mi triunfo cuando alguien me agarró por detrás y me metió dentro. Pensé que se trataba de una broma, al ver a todos esos personajes rodeándome: la niña del exorcista, Jason, la pequeña Elizabeth... pero cuando Freddy Kruger se acercó, entendí por qué mi mujer estaba últimamente tan contenta. Y aquí sigo, como un zombie más, asustando a los que entran.

6/5/11

AMADÍSIMO ESPOSO (Finalista del concurso de abogados del mes de marzo)



Querido Curro:

No creas que se apagó la hoguera de mi amor por ti. Pero comprenderás que no vaya a verte. Faltó poco para que me estrangularas en la última visita. ¿Y qué hice yo para merecer esto? Nunca me metí en tus cosas, aunque tú te desgañitaras gritando en el juicio que era la instigadora de tus manejos, la responsable del pleito que te ha llevado ahí. No, Curro, no, yo me conformaba con el menú diario de acelgas y pescadilla. Otra cosa es que me quejara de tu exiguo sueldo de concejal y te hiciera notar que en el Ayuntamiento todos intercambiaban comisiones y favores. Y ahora me has dejado con una mano delante y otra detrás. Tú envíame la clave para entrar en tus cuentas y tener dinero para gastos, y prometo sacarte de la cárcel. Hazlo a través del abogado que es de confianza.

Tu Piluca.

3/1/11

POST-IT (finalista del concurso de abogados de agosto del 2010)

Te lo dejo escrito en la nevera, bajo una raja de sandía. Al fin he roto esta burbuja asfixiante con nombre de casa. Años me ha costado. No bastaba con el deseo que, al igual que a ti, rezumaba por los poros del alma. Tú te lanzaste a la desesperada, con aquel pasador de encuestas. Te salió rana. Y volviste al redil, derrotada, dispuesta a aceptar como un decreto, una vida de sombra. Pero yo no volveré. No quiero ver más tu dedo índice cruzando el temblor de tus labios, sólo porque él haya dado instrucciones de que no se oiga el vuelo de una mosca durante la siesta. Me voy con la mochila bien llena. Estudiaré leyes, como el abuelo. Pero, a diferencia de él, entenderé que la ley no es, no debe ser siempre castigo, también es derecho, libertad y protección del débil, como tú, madre.


19/11/10

INMORTALIDAD (Finalista del concurso de abogados de julio del 2010)

El viejo magistrado sacaba el reloj del bolsillo de su chaleco y le daba cuerda. El viejo magistrado tenía una habitación llena de devoradores de tiempo. El viejo magistrado quería ser inmortal. Pero el tic tac del reloj de pared y el siseo de la arena deslizándose por el hocico pequeño hacia la panza de cristal, eran su condena a muerte. “Polvo eres...” recitaba entre dientes, con los ojos húmedos, antes de golpear con el mazo sobre la mesa. Luego, en la sala reverberaba la última sílaba de su justa sentencia. El viejo magistrado, mi mentor, según el informe médico, murió de viejo. Pero ahora sonríe, sentado en el pequeño sillón forrado de terciopelo rojo, frente a la pequeña mesa de madera, en la diminuta sala de justicia. Aún me falta un fiscal, un miembro del jurado, un asesino en serie, un corrupto... pequeños detalles para completar mi maqueta.

5/11/10

ABRACADABRA (Finalista del concurso sobre abogados. Enero 2010)



“El rapto de Europa”, me aclaró don Julián, cuando vio que miraba fascinada el cuadro que colgaba de la pared de su despacho. Mamá sacó los cubos de colores y dijo que los fuera encajando, que enseguida volvía. Luego don Julián la cogió de la mano y, como si se tratara de un mago, la hizo desaparecer con él, detrás de una estantería. Cuando reaparecieron, yo estaba dormida sobre la alfombra. El día del señalamiento para la vista oral, don Julián parecía un cura dando la absolución. Dijo que, a pesar de su vida, mamá era una buena madre y debía quedarme con ella. Hace unos días que mamá me dejó y me quedé sola en el mundo. Don Julián insistió en que fuera a visitarlo a su despacho. Mientras lo esperaba me quedé embelesada mirando el cuadro y, sin saber cómo, desaparecí detrás de la estantería.

19/10/10

EL ALMA (Finalista de microrrelatos sobre abogados diciembre 2009



Mientras espero en la estación, observo la cabeza del carril, brillante por el paso de muchos trenes. Mi carrera judicial también fue brillante. En nómina en un bufete de prestigio, conseguí llegar a juez gracias a mi tesón. Estoy capacitado para resolver querellas de toda índole, pero nunca imaginé que fuera tan difícil el arbitraje entre Charito y Mario. Tengo los nervios deshechos. El tren asoma el morro y se detiene con un bufido. Se abren las puertas y ella aparece como una diosa con tacones y traje de chaqueta. Renace mi admiración de cuando la conocí, aumentada en su ausencia porque he descubierto que ella es el alma del carril por donde se desliza suavemente la familia. - No fui capaz de hacerme con los niños, Esperanza. Tuve que llamar a tu madre- le digo con un temblor de emoción en la voz mientras la abrazo.

13/10/10

PREVARICACIÓN (Finalista del concurso de microrrelatos de abogados - mayo 2009)

 

 - Luego usted, a pesar de la veda, cazaba patos contraviniendo la ley- afirmó el juez. - No, señoría. Yo estaba agachado cerca del riachuelo, buscando espárragos- aseguró el demandante con la mayor diligencia. - ¿Entonces cómo pudo alcanzarle la bala en el hombro? - Porque al oír el alto me incorporé. - Sin embargo, la declaración del testigo afirma que usted corrió cuando le dieron el alto. - ¡Pero es su compañero! - Su testimonio es tan bueno como cualquier otro. ¡Caso sobreseido!- resolvió el juez golpeando la mesa con el mazo. Y dirigiéndose al guardia civil, le ordenó quedarse. Una vez solos, le hizo acercarse y lo cogió del cogote:- Dile a tu padre que te lleve este fin de semana a la cacería que da el señor marqués, a ver si pegando unos cuantos tiros te tranquilizas, o no habrá boda con mi Enriqueta.