La señora 
Maruja, del sexto, últimamente nos echa las granzas de café encima. Anda
 distraída. Paciencia. Perdió a su perrita «Venus» hace poco. A 
Celestino, el del quinto, le gusta asomarse a la ventana, y cuando ve a 
Dolores, la vecina de enfrente, trajinando en la cocina, la ceniza del 
cigarro, abandonado entre sus dedos, se desploma sobre nuestras cabezas. 
Lo entiendo: está enamorado de ella. Pero aguantar a Jennifer, la niña 
del cuarto, todo el día con el palito intentando tirar nuestra casa 
abajo, es insufrible. Tendremos que construir nuestro nidito de amor en 
otro árbol, mi querida pajarita.

 
 
6 comentarios:
Lindisimo y tierno, Lola.
Enhorabuena!
Gracias, Cora querida.
Abrazos dobles.
qué tierno Lola. Enhorabuena
Gracias, mil, Elena.
Un abrazo a lo grande.
Delicioso. Me encantó. Recordé lo que es vivir en un edificio en Alicante, con un árbol en el patio centra. ¡Felicidades! Genial.
Muchas gracias, María.
Abrazos a pares.
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