He pasado la vida cosiendo corazones rotos. Una tarea muy delicada. Porque cada uno necesitaba su cabo de hilo y su aguja; incluso su color. Para Roberto era la fina de bordar, con seda verde esperanza que no le hería. Con Susana podía enhebrar la de ensartar cuentas de cristal con algodón tostado, porque siempre ha sido la más fuerte. A Marcos le iba bien el tamaño intermedio para el cordoncillo entreverado de lilas y amarillos: enseguida se le iba el dolor con unas risas.
Siempre he llevado cogida a mi pecho la almohadilla con las agujas y los hilos preparados para un zurcido de urgencia. Y con los años mi habilidad creció de tal modo que si ahora mismo sacaran los corazones de mis hijos, apenas se apreciaría la línea de una cicatriz.
Primero fue Marcos el que dominó el arte de la costura. Se fue de casa con un júbilo de arco iris que bien podía ocultar un negro nubarrón, pero del que estaba segura que sabría salir con el mínimo daño.
Más tarde se marchó Roberto, un temblor de mano agarrado a otro temblor de mano. Entre los dos repararían sus heridas.
Hoy estamos de fiesta. Se va Susana. Con su aguja y sus hilos. Y ha querido celebrarlo como si se tratara de un casamiento, aunque ella no va a casarse; ella se va a la India a curar otros corazones, dice. Seguro que lo conseguirá.
Estoy sentada en mi silla, un poco alejada de todos, con las manos en reposo, descansando la una sobre la otra, sin nada que hacer. Toca la orquesta y todos bailan. Miro alrededor y me encuentro con mi marido. Sonríe, bobalicón, con los ojos entornados, pegada su mejilla a la de nuestra vecina Maite. Y es ahora cuando siento el pinchazo y la humedad en la blusa, apenas un lunar rojo que va engordando, y no sé qué aguja, qué hilo debo coger del acerico para que no te desangres, mi querido y olvidado corazón.
42 comentarios:
Me adenlanto para darte de nuevo la enhorabuena por esta racha que llevas. El relato me parece extraordinario y muy digno finalista.
Un besazo.
Creo que es un relato extraordinario por todo: el tono, el ritmo, las imágenes, el final (que supera lo previsible con una fuerte dosis de ternura... o será que todo el tiempo he "visto" las manos de mi abuela en ese "acerico" con que cierras, prendido del pecho). Bueno, para qué seguir. Simplemente te diré me gustaría haberlo escrito yo. Y con eso sabrás exactamente lo que quiero decir.
Enhorabuena.
Precioso y delicado Lola.Enhorabuena por el premio.
Besos
Enhorabuena Lola.
Toda la vida arreglando corazones rotos ¿y el suyo quién lo arregla?
Un saludo indio
Manos expertas, costurera perfecta.
Zurce con maestría los corazones rotos, olvidandose del suyo.
Enhorabuena!!! Ójala el jurado sepa hilar fino y te recompense con el premio. El relato es maravilloso.
Besos desde el aire.
Mi enhorabuena, Maestra. Tu relato me ha llenado de ternura y de amor de madre. También me ha salpicado de pesadumbre por la soledad y el corazón herido. Una vez más, lo has bordado, Lola. Mil besos.
Felicidades. Un retrato magnífico de la figura de la madre. Dosificas con maestría las dosis de ternura, humor, felicidad y tristeza. Una historia universal, sin fisuras, con fondo lírico.
Abrazos, besos.
Enhorabuena y ole y olé doña Lola.
Me sabe a historia de Realismo mágico a mujer digna de aparecer en un cuento de García Márquez
Abrabesos
Escritos por personas mayores? Has falsificado tu edad, ¿verdad?
Lo que hacen algunas....
Cambiando de tema. Tu micro es tierno como él sólo y me gusta el pequeño giro final, cuando se ve que la protagonista va a tener que coser un corazón más, el suyo, con lo difícil que es eso; no obstante, aunque sea complicado y le exija tiempo, creo que lo hará bien, creo y espero que sabrá, ha demostrado de sobra que sabe. Mucha suerte para ella.
Y un beso para tí (yo cuando sea mayor...quiero ser como tú)
Enhorabuena, aunque de tanto repetírtela la palabra va a perder valor
Imaginativa belleza con un giro final que me dio en plena cara: esperaba un final tan dulce como el relato.
Abrazos felizmente asombrados, Lola
Prueba nº2.
Había escrito un comentario fantástico pero no sale ni de c...
Lo repito, resumido.
Que me gusta tu micro. Que me gustas tú. Que creo que la prota zurcirá bien su corazón. Y que te mando un beso gordo gordo.
(Veremos si hay suerte)
Genial, Lola, me recuerda un poco a uno que escribí, sobre "El reparador de corazones rotos", pero tu prosa quita el hipo, niña!! ni color. Besos felicitadores.
Fantástico Lola, con esa habilidad tan tuya para recorrer las complejidades del alma a través de esas imágenes brillantes que desprenden, además, una ternura incalculable. La vuelta final no resulta menos lograda: una reelaboración de cierto sesgo trágico del refrán "En casa del herrero...". Enhorabuena por el relato y, por supuesto, por la distinción.
Lamento no poder pasar más a menudo por aquí.
Enhorabuena, Lola, merecida racha la tuya, menudo nivel. Un beso.
A sus pies, señora escritora.
Que tierno es. Y buena compañía tuviste.
Un abrazo
Juan, un adelantado para su tiempo. Gracias por tus palabras y por estar ahí,acompañándome siempre.
Me enorgullece que digas eso, Susana, yo también hubiera querido escribir otros relatos que leo en los blogs. Gracias.
Muchas gracias, Ángeles. Sí, la pluma no la suelto yo ni de coña, es preciosa y va con mi nombre.
A ver si escarmentamos las mujeres, Indio, de una vez. Gracias.
Muchas gracias Rosa, el premio ya se falló. Lo ganó otra persona con un relato estupendo y más largo que suele gustar más. Pero yo me llevé un bonito trofeo, música y otras coas, además de una comida excelente.
Me alegro un montón de que te haya despertado el amor de madre, Pedro, por ahí vamos bien. Muchas gracias.
Para fisuras la de los corazones, Agus. Gracias mil por tu enhorabuena.
Te acompaño el olé con un zapateado mágico, Rosana. Y que sepas que la Puértolas me reconoció de los relatos del verano. Gracias, hermosa.
Bueno, Luisa, entré por los pelos, rozando, rozando. De hecho una azafata no me quería dejar subir a comer hasta que le enseñé el trofeo. Estuvo muy bien. Gracias por tus palabras.
Siento haberte dejado un poso amargo, Patricia, pero es lo que sucede a menudo con las mujeres-madre. Gracias por tu enhorabuena.
Fernando, son rachas, entran unos cuantos premios un año y luego te quedas sin pillar cacho durante dos o tres. Gracias por pasarte y felicitarme.
Gracias Iván por dedicarme algo de tu tiempo y dejarme tan hermosas palabras. Lo del tiempo últimamente se está volviendo una pesadilla. Habrá que sacarlo de donde sea.
Maite ¿recuerdas que te lo dije? Cuando leí tu reparador de corazones rotos te dije que yo tenía uno muy parecido pero que aún no lo podía publicar porque andaba por ahí concursando. El tuyo es fantástico. Gracias por la enhorabuena.
Así es, una racha que unas veces alcanza a uno y otras a otro. Tú te llevaste más de un premio gordo, gordo, malandrín. Y sigues dando caña. Gracias, guapo.
Muchas gracias, Elèna. Sí fue una excelente compañía. Por cierto que una de las finalistas está de jurado en un concurso que soléis participar algunos. ¿Ficticia? Algo así.
Lluvia de besos a repartir.
No es justo, yo quería un final feliz...
Como no sé coser, el corazón me lo grapo. Y para la bendabura bostifa, pegamento y medio.
Un micro muy bello, a sus pieses, señora.
Perdona Lola me gustó tanto que el deseo me hizo comerme lo de finalista.
Besos desde el aire
No hay nada que perdonar, Rosa. Encantada de que me des el primer premio, aunque sea de corazón.
Besos. Más.
A ver Alberto, si te refinas un poco. ¿Qué es eso de usar la grapadora? Tráete un trapo, hilos y agujas, y te enseño. Y déjate de dentadura postiza que ahora hay implantes, aunque te tienes que desprender de un riñón para colocarte uno. En cuanto a echarte a mis pieses voy a ver si ando un poco por el parque descalza para que estén a tono cuando te me dobles.
Besos juveniles y agradecidos.
¡Felicidades Lola! Como siempre estás fantástica. Me ha conmovido tu relato y la idea muy original, el final me ha dejado tocado, pero bueno es así.
Un abrazo muy fuerte y a seguir escribiendo ESCRITORA.
Gracias Nicolás por dejarte tocar.
Te doy tres abrazos y dos besos.
Me ha encantado la forma, me ha encantado el fondo.
Felicidades, Lola, por el premio, por todos los premios.
Abrazos.
Gracias Nenúfar por tener tan buen fondo.
Besos, miles.
Qué hermoso cuento, Lola. Merecido galardón. Es muy tierno. Me encantó el final.
Las personas que saben curar a los demás, también se sanan a sí mismas.
Un abrazo fuerte.
Puede que sí, o puede que no, Mónica. No todos los sanadores externos son buenos sanadores internos. Pero mejor pensar en positivo. Gracias. Encantada de que te encantara.
Besos madrugadores.
Aupa, Lola. Otro éxito. A disfrutar de él, como se debe.
Abrazos oxigenados,
PABLO GONZ
He crecido un par de centímetros con ese aúpa, Pablo. ¡Y qué oxigenados tengo los pulmones!Gracias, guapo.
Ración doble de besos rosados.
En casa de herrero...
Sabía en males ajenos, incapaz en los suyos. Muy bien, Lola, en tu línea.
Muy guapetona en la foto.
Besos
Seguimos, pues, en línea. Muchas gracias, Tor.
Besos a puñados.
Chulisimo, Lola. Muy, muy currado. Enharabuena. Pero me pregunto ¿desde cuando eres tú una persona mayor? Si estás hecha una chavala.
BEsos,
Nunca seré una persona mayor, Ern. Ya lo decía mi madre, tengo muchos pájaros en la cabeza y eso es propio de adolescentes. Gracias, muchacho.
Adelanto de besos.
Querida Lola, qué hermosas manos las de tu protagonista, qué corazón tan parcheado el suyo y qué fondo tan tremendo el de la autora.
Te lo mereces, como siempre. Besos mil
[Disculpa el retraso, guapa, estos días no me da...]
Muchísimas gracias, Rocío, guapa.
Puñado de besos.
!!!Que injusticia!!!! ¿¿¿Cómo te han podido dar el premio??? !!!Si tu no eres mayor!!!
En hora buena, te lo merecias.
Un abrazo
Iba a felicitarte por el micro de Eñe cuando me he encontrado con este otro. Se me acumula la faena. Enhorabuena por los dos, a disfrutarlos, y a por los siguientes.
Un abrazo.
He hecho trampas, Fortunata. Mandé el carnet de mi abuela.
Besos risueños de bienvenida.
Muchas gracias José Agustín. En Eñe estamos unos cuantos, pero tú eres el rey.
Besos, mil.
Esta vez no preciso vídeo; desde mi butaca la satisfacción de oir tu nombre, de verte reconocida una vez más. Merece enmarcarse con trazos suaves de ternura ese relato de amor, mucho amor y una tristeza final que a esta lectora termina por resultarle inevitable.
Un aplauso y un beso.
Y para mí fue una enorme satisfacción que estuvieras allí y recibir tu aplauso en directo.
Besos de hilado fino.
Ains Lola, ¡si es que lo ganas todo! Enhorabuena, eso de coser corazones me parece de lo más evocador...
Un beso y lamento la larga ausencia ^_^
Ya sabes aquello de más vale tarde que nunca, doña atareada. ¿Qué tal el curso?
Abrazos sin romper.
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