VESTUARIOS
“Entonces es martes, seguro, por lógica. Nos escondimos aquí para evitar a las cotillas de las Torquemada, ¿recuerdas?. Eso fue el lunes por la tarde. Debimos quedarnos dormidas”.
- Pero tanto silencio... No se oye el hilo musical, ni el parloteo de las dependientas.
- Es temprano. Aún no habrán abierto.
- ¡Salgamos!
- Tú primero.
- Adelántate tú que ves mejor.
- Hay tiempo.
- ¿No hueles a quemado?
- Un poco, sí.
- ¡Tu pelo!
- ¡Y el tuyo!
- ¿Salimos?
- Hay tiempo.
SIN RUMBO NI NORTE
"Entonces es martes, seguro, por lógica”. También sabía la hora exacta por el recorrido del sol. El mes, por las espigas del sembrado, las aceitunas del olivo, las nueces del nogal. El año, según lluvias y sequías. Pero cuando unas placas de hielo gris cubrieron el cielo para siempre, y el suelo se volvió estéril, perdió el norte y no paraba de decir que el fin del mundo estaba cerca. Entonces mis padres metieron naftalina en sus bolsillos, lo enrollaron bien, lo ataron con una cuerda, y lo dejaron en un rincón del desván. De vez en cuando, lo sacan al patio para que se airee.
EL JUEGO
Entonces es martes, seguro, por lógica; día de pasar visita en el hospital. Me esperan la bata blanca y los locos de siempre a por sus recetas. Dejo de patear el andén, arriba y abajo. Tengo delante una cabeza rapada, otras con coleta, media melena, con rizos, sin rizos... Cazadora, blazer, abrigo... Pantalón, falda... Zapatos planos, de tacones, deportivas... Elijo a la chica de la coleta rubia, cazadora negra, pantalón vaquero y zapatillas. El tren asoma el morro por el túnel. Unos pasos, y me pego a ella. Acaricio su espalda con el dorso de la mano. Gira la cabeza y mírame; si sonríes, te perdono.
“Entonces es martes, seguro, por lógica. Nos escondimos aquí para evitar a las cotillas de las Torquemada, ¿recuerdas?. Eso fue el lunes por la tarde. Debimos quedarnos dormidas”.
- Pero tanto silencio... No se oye el hilo musical, ni el parloteo de las dependientas.
- Es temprano. Aún no habrán abierto.
- ¡Salgamos!
- Tú primero.
- Adelántate tú que ves mejor.
- Hay tiempo.
- ¿No hueles a quemado?
- Un poco, sí.
- ¡Tu pelo!
- ¡Y el tuyo!
- ¿Salimos?
- Hay tiempo.
SIN RUMBO NI NORTE
"Entonces es martes, seguro, por lógica”. También sabía la hora exacta por el recorrido del sol. El mes, por las espigas del sembrado, las aceitunas del olivo, las nueces del nogal. El año, según lluvias y sequías. Pero cuando unas placas de hielo gris cubrieron el cielo para siempre, y el suelo se volvió estéril, perdió el norte y no paraba de decir que el fin del mundo estaba cerca. Entonces mis padres metieron naftalina en sus bolsillos, lo enrollaron bien, lo ataron con una cuerda, y lo dejaron en un rincón del desván. De vez en cuando, lo sacan al patio para que se airee.
EL JUEGO
Entonces es martes, seguro, por lógica; día de pasar visita en el hospital. Me esperan la bata blanca y los locos de siempre a por sus recetas. Dejo de patear el andén, arriba y abajo. Tengo delante una cabeza rapada, otras con coleta, media melena, con rizos, sin rizos... Cazadora, blazer, abrigo... Pantalón, falda... Zapatos planos, de tacones, deportivas... Elijo a la chica de la coleta rubia, cazadora negra, pantalón vaquero y zapatillas. El tren asoma el morro por el túnel. Unos pasos, y me pego a ella. Acaricio su espalda con el dorso de la mano. Gira la cabeza y mírame; si sonríes, te perdono.
2 comentarios:
Lola qué buenos micros y qué variados.
Me imagino que lo sabes pero por si aca te recuerdo el concurso de Páginas De Espuma de micros, has de empezar con la frase Por favor, sea breve dijo....
Te quiero preguntar una cosa:
He visto tus comentarios en lo de La ventana de Millás. Qué bueno la metáfora del paraguas como caparazón de escarabajo con "bicho" dentro. ¿Dónde hay que enviar el relato? ¿Cuánta extensión ha de tener? Es que parece que se envia como comentario pero no estoy segura 100% y si lo eligen para leerlo te avisan?
Muacs!
Un saludo
R.A.
Gracias R.A. Eres un cielo. Te agradezco que me avises de lo de Páginas de Espuma, aunque ya lo sabía.
Lo de Millás es, efectivamente como dices, envías el relato como comentario y ya está. La extensión no está limitada aunque siempre recomiendan la brevedad, incluso advierten de que no leen los extensos. Y no te avisan. Suelen leer alguno sobre las cinco menos diez de la tarde del viernes.
Besos mil.
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