
Un zapato y un calcetín se encontraron en un armario y se preguntaron qué hacían allí. Cuando la señora abrió el armario, se encontró con que el zapato y el calcetín hablaban. Se quedó parada y gritó: "¡Será posible!. Pero esto no puede ser". Luego sacó el calcetín y el zapato del armario y los dejó en la habitación de su hija. La hija no se llevó ninguna sorpresa. Le pareció
P.D. Relato enviado a concurso por Lola Sanabria, técnico del Centro Ocupacional Magerit de la Comunidad de Madrid.
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