La primera vez que lo vi, huí hasta el mar. Metí mis manos en el agua y me escocieron tanto que lloré a gritos. De día evitaba volver a pasar por allí. De noche, perdía los dedos en mis pesadillas. Mamá propuso pedir cita con el psiquiatra. Pero papá dijo que era parte de mi educación y me llevó a rastras, sin hacer caso de mis lágrimas. Vomité. Sin embargo él siguió insistiendo, día tras día. Ocurrió como él dijo: me acostumbré al cuerpo echado sobre la valla, a sus manos acuchilladas. En unos meses estuvo integrado en el paisaje.
Este es un relato del que me siento especialmente orgullosa, porque me ha permitido sacar toda la rabia, la indignación y la pena por lo abominable del trato y la indiferencia de algunos de los mal llamados humanos hacia personas indefensas.
Si queréis escucharlo, pinchad aquí.
A partir del minuto 56
24 comentarios:
Me gustan mucho tus micros. Y éste, como bien dices, tiene el realismo duro de penosas situaciones, que muchas veces silenciamos y por la costumbre se vuelven desalmadas.
Un abrazo y enhorabuena.
Muchas felicidades, Lola. Un relato duro y actual.
Para mí es un auténtico honor llegar a ser finalista al lado de escritoras como tú. Saludos.
Beatriz Carilla Egido
Felicidades Lola. Me alegro que hayas sacado todo eso que dices fuera y tan bien dicho. A veces esa rabía e impotencia se clava en elalma y no hay manera de echarla fuera, me alegro quelo hayas conseguido y de que manera!!
Besicos muchos.
Enhorabuena Lola, desgarrador y sí parece que en estos tiempos nos acostumbramos a todo con demasiada y repugnante facilidad.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Eso es lo que nos sucede. Ya no impacta a nuestros interiores ver cabezas rodando o que a un fulano lo estén golpeando en pleno centro de la ciudad. El callo crece a fuerza de verlo. Excelente micro y te felicito.. un abrazo Rub
www.senddero.wordpress.com
www.teecuento.wordpress.com
Estremecedor, Lola.
Extraordinario
Admirado abrazo!
¡Enhorabuena, Lola!
Es un gran microrrelato, que por desgracia está tan de actualidad, que aún duele leyéndolo y teniendo esas imagenes de los informativos tan presentes. La última frase es demoledora y es toda una critica a nuestra sociedad, tan pasiva muchas veces.
Un par de abrazos merecidos.
Enhorabuena Lola por partida doble. Por ser ganadora semanal pero sobre todo por seguir usando la literatura como herramienta del sopapo al lector. Del texto que sacude por mucho que algunos iluminadas digan que no se puede escribir sobre esto o aquello.
Kisses
Enhorabuena, Lola. Te escuché en directo. Ganadora además con un micro que sacude no con miserias pasadas, lo hace con la barbarie más actual.
Felicidades por el premio y por cómo comprimes la realidad en un micro.
Un abrazo, maestra.
Espero que te hayas quedado a gusto, nosotros nos hemos quedado encantados, del micro claro, de lo otro no.
Hasta el próximo ataque de rabia por lo que... sea.
Felicidades!
Enhorabuena Lola, por el premio pero sobre todo por la voz que le das a eso de lo que no se quiere hablar.
Saludos
Qué bueno es, Lola. Muy merecido el premio. Muy poco que tengas que escribir esto porque hay gente que tiene que acostumbrarse a tamaña mierda.
Un abrazo grande
Duro pero necesario.
Felicidades.
Pues por mucho que veamos la crueldad en directo siempre será necesario echar el grito donde cada cual pueda hacerlo.
Gran desahogo el tuyo.
Besos
Descarnado. Hiere como una concertina, como toda la pasividad del mundo del que formamos parte, ante estos otros, congéneres nuestros, cuyas muertes pasan a integrarse en nuestro paisaje diario.
Después seguimos viviendo: Un desahogo, una terapia o una locura ante lo que acaba por desbordarnos.
Enhorabuena y sobre todo gracias por plasmar negro sobre blanco y a viva voz, este desahogo tuyo.
Así es, Anna,y ni un retemblido interior.
Un gusto compartir espacio contigo, Beatriz.
Echarla y gritarla a los cuatro vientos, Casa.
David, hace falta de vez en cuando que nos zarandeen como a un árbol.
Callos en el alma, Rub,y muy gordos.
La indignación te da alas, Patricia.
Todos somos en mayor o menor medida, en ocasiones, partícipes de esa pasividad, Nicolás.
Un placer tenerte por aquí, R.A. Como bien sabes a mí lo que digan los gurús de la literatura sobre si se tiene o no que escribir relato social, me la trae floja. Soy libre para darle a la tecla como me dé la real gana.
Son miserias recientes, Miguel Ángel, pero en cierto modo siempre es lo mismo: unos desalmados pisando las cabezas de los más débiles.
Atacaba vivo, vive dios, últimamente, Luisa.
Enhorabuena a ti también, Mei, que has estado ahí hasta el final.
Sí, Anita, una pena muy grande seguir con esto.
Dura la vida de algunas personas, Yolanda.
Echar el grito, me gustó esto, Juan. Sí, habrá que seguir echándolo.
La palabra concertina me gusta, querida Cora, parece una burla, debería llamarse corta personas.
Abrazos a repartir.
Muy bueno tu relato, Lola. Y muy duro, tanto por la barbarie que se denuncia como por el proceso de desensibilización de la criatura.
La defensa a ultranza de lo Nuestro; la normalización de la pobreza, de determinadas muertes, de las vallas divisorias (que no disuasorias)… nos alejan de nuestra humanidad.
A ti, Lola, la indiferencia no te ha alcanzado. Enhorabuena por ello, y por el premio.
Abrazos.
Mil gracias Nenúfar.
Espero que la indiferencia no nos alcance a muchos, porque entonces ¿qué esperanza hay para este mundo?
Abrazos a pares.
Yo también lo espero. Pienso que la masa crítica de personas involucradas en construir un mundo más habitable es grande. Puede que no se note a corto plazo. Pero está ahí, trabajando lentamente como una colonia de buenas termitas. Así que, tengo esperanzas para este mundo.
Otro abrazo.
Así es, Nenúfar, poco a poco se va haciendo camino.
Abrazos, más.
Muy buen aporte.
Muchas gracias, Jordi. Bienvenido al blog.
Abrazos cálidos.
He leído tu micro en la página de Wonderland y no he podido hacer menos que pasarme por aquí para felicitarte. Me encanta tu forma de decir las cosas.
Muchísimas gracias, Sara. Bienvenida al blog.
Abrazos con mucho sol.
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