Padre, madre e hijo estuvieron paseando con la bolsa de viaje a cuestas.
Antes o después tendrían que acostarse, pero retrasaban el momento. Les
costaba aceptar su nueva situación. Cuando el parque quedó desierto, extendieron los cartones y se echaron a dormir sobre los bancos.
15 comentarios:
No había más gente?
Raro. Ellos les hubiesen ayudado; ellos, sé, los que no tienen nada, digo.
Los otros están muy ocupados y hasta preocupados, eso dicen.
Difícil aceptar esa situación. Qué terrible encontrarte de pronto sin un lugar donde descansar.
Muy duro Lola, un abrazo.
Lola, muy duro este microrrelato que no se adentra en la ficción porque casos como este que narras seguro se dan todas las noches. Y es que estos que nos gobiernan quieren tirarnos todos a la calle, eso sí, a su manera.
Abrazos indignados.
Querida Lola, la entrada en la precariedad es silenciosa casi imperceptible.
Está el mundo muy revuelto, Luisa. La solidaridad anda escasa.
Sí, Yashira, debe de ser muy duro.
A lo mejor acaban ellos en un vertedero. Todo es proponérselo, Nicolás.
Hay silencios que son estruendos. Mei.
Abrazos muy indignados.
Ha de ser muy duro adaptarse a una situación que ni en las peores pesadillas llegaron a esbozar.
Duro.
Un beso.
Sin aspavientos, sin palabrería, con sencillez, describes una realidad lacerante.
Me ha gustado mucho este micro, Lola.
Un abrazo.
Un fogonazo, como un flash, a una realidad que me asusta de tan real que puede (está) llegar a ser.
Abrazos
La primera noche a la intemperie debe ser terrible. Y ese merodear agónico aún más si cabe. Y sucede cada día. Certera, como siempre. Abrazos, besos.
Algo falla en una sociedad en la que nos llevamos a un gatito abandondo a casa y lo colmamos de mimos, y no hacemos lo mismo con un desamparado. Podíamos por lo menos dejarlos en la puerta de un político demagogo como dejaron a Moises. Un abrazo Lola.
El retroceso, Yolanda, ha sido brutal.
La realidad habla por sí sola, Nenúfar.
Todos estamos indignasustados, Xesc.
Un escalón de vértigo ese primero que hay que bajar, Agus.
Ni tan siquiera, a veces, un gatito. Se abandona y se pasa por encima de todo ser vivo, Salvador.
Abrazos muy indignados.
Las plazas de mi país están cada vez más visitadas por estos nuevos "adaptados".
Cariñoso abrazo, Lola
¡Ay, sí, querida Patricia, este virus se extiende por todo el mundo!
Besos solidarios.
Pues yo veo tres personas, unidas, durmiendo juntas. ¿Pueden decir eso las familias propietarias de chalés con siete habitaciones y tres baños?
Un abrazo
Un consuelo, Amando, pero un techo y una cama dan mucha alegría y ganas de vivir.
Abrazos triples.
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