http://www.rtve.es/alacarta/audios/wonderland/wonderland-entrevistem-director-carles-fernandez-giua-lactor-arnau-marin/1708081/
A partir del minuto 46 podéis escuchar el microrrelato.
COMPAÑERO VÍCTOR
En Primaria, tuve un compañero al que nadie quería. Era un niño triste que evitaba el contacto con los demás y pasaba los recreos en un rincón del patio de la escuela. Faltaba mucho a clase porque, según decían, sufría continuos accidentes. Cuando regresaba, la maestra repetía para él las lecciones que habíamos dado. Un día, al intentar explicarle el nombre abstracto, le puso como ejemplo el amor de los padres hacia los hijos; luego le preguntó si había comprendido lo que era un nombre abstracto. Él, sin levantar la cabeza, la movió de arriba abajo y contestó: “Una mentira”.
22 comentarios:
Qué bueno Lola! Enhorabuena.
Es increíble como dominas este Wonderland. Merecido claro.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Mis dos enhorabuenas. Sobre todo por el relato. De una precisión como solo los niños dominan.
Besos mil, peque.
Tremendo. Felicidades, Lola Nadal (jeje)
O Wonderland me domina a mí, Indio.
Juan, me alegra que te haya gustado.
¡Anda ya, Ximens!
Triple de besos agradecidos.
Felicidades, Lola. Me gusta especialmente el título, creo que le otorga un plus a la historia que se va desvelando a medida que se acerca el desenlace y que pone el énfasis en otro tipo de realidad distinta de la que nos estas contando. Abrazos, besos.
Es un doble gustazo pasar por aquí Lola. Primero por micros como este y segundo por compartir tu alegría.
Enhorabuena y besazos desde el aire
Víctor el infeliz o Lola la dominatriz :-D
Mi más sentido bésame
Enhorabuena, Lola. La semana que no participes en Wonderland avísanos, a ver si así podemos ganarlo ;) Un abrazo.
Eres una maestra de eso que no te quepa duda. Impactas con tus letras hasta hacerme temblar de emoción. No te lo digo por quedar bien. Merecido premio y a por otro.
Sigue regalándonos cosas así.
En muchas familias, Agus, hay una realidad oculta. Algunas veces, terrible.
El gusto también es mío, Rosa.
Alberto, muy sentido, en mi cara, tu pésame.
Tú manda, que te llegará el día, Víctor, como al resto de los que participamos.
Abrazos a repartir.
Felicidades Lola. Un final brutal como una bofetada que te deja con unas ganas de abrazar a ese niño!
Saludillos
Primero, lo primero. ¡Enhorabuena, Lola! Este es un triunfo merecido, el micro lo vale. Cien palabras para estremecernos.
Ahora la reivindicación. ¡Control antidoping a la Sra. Sanabria, ya! :-)
Un abrazo,
Eso pretendía, Ponfiel, hacer temblar de emoción.
Hay más de uno, seguro, en esa situación, ranita.
Me alegro, Pedro de que lo veas así.
Triple de abrazos.
El final es un mazazo. Me gustan esos personajes aparentemente infantiles pero resabiados por las duras experiencias.
Un abrazo
Tocados y heridos para siempre, Mei.
Besos dobles.
Lo primero, saludarte, pues hacía siglos que no me pasaba. Y cómo no, la enhorabuena por esa sensibilidad que desprendes en tus micros. Como este. O como el que cayó en mis manos esta semana del premio Orola. Almas, creo que se llama. Un abrazo
José Agustín
Hola, José Agustín. Tú tampoco te quedas corto en wonderland, con tus excelentes microrrelatos.
Sí, el de Orola se titula Almas.
Abrazos a pares.
La lectura de tu relato, Lola, me deja sin el aliento que proporcionaría un puñetazo directo al sentimiento.
La descripción del maltrato sin citarlo; la asunción de un castigo permanente e injusto sin otra queja del protagonista que la existencia de una mentira. Y los otros, los atros aceptándolo como algo irremediable.
Rememoras otros tiempos como quien siluetea un boceto con el aliento suspendido. ¿Otros tiempos?
Una vez más, y las que sean precisas:
Enhorabuena por el reconocimiento tan merecido.
Como bien dices, querida Cora, no corresponde a otros tiempos este tipo de cosas. Desgraciadamente.
Doble de besos.
Te lo escuché en diferido y ya le dije a Rosa, eres la Reina del Wonderland, pero por meritos propios, no como otras reinas...
Un abrazo, Lola.
Así que has ganado esta semana. Felicitaciones anticipadas, Miguel Ángel.
Abrazos al cubo.
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