EL CEPO
Se sienta en el balancín del porche y escucha, en un silencio de bisagras oxidadas, los golpes y los gritos que reverberan en su cabeza. Cuando la tarde agoniza, enciende el farolillo y observa cómo la luz atrae a las polillas. Caen dentro de la urna mortuoria, con las alas quemadas, apiladas unas sobre otras. A medianoche, se levanta, recorre el sendero de grava, empuja la cancela y sale al camino que lleva al puerto. En las tabernas se encuentran los mejores especímenes. Hombres siempre dispuestos a dar un puñetazo, a romper algún diente. Hombres, muy hombres. Como su padre.
Se sienta en el balancín del porche y escucha, en un silencio de bisagras oxidadas, los golpes y los gritos que reverberan en su cabeza. Cuando la tarde agoniza, enciende el farolillo y observa cómo la luz atrae a las polillas. Caen dentro de la urna mortuoria, con las alas quemadas, apiladas unas sobre otras. A medianoche, se levanta, recorre el sendero de grava, empuja la cancela y sale al camino que lleva al puerto. En las tabernas se encuentran los mejores especímenes. Hombres siempre dispuestos a dar un puñetazo, a romper algún diente. Hombres, muy hombres. Como su padre.
Os copio la traducción del traductor oficial del programa. Gracias, mil, Agustín.
La clave del microrrelato es que utiliza técnicas propias de la poesía, recreando imágenes líricas muy potentes que juegan al equívoco, al despiste. El título es muy amplio, significativo y simbólico. Es un texto de atmósfera, la autora recrea con precisión y certeza una fotografía triste, dura, oscura. La historia se mueve en círculos, sugiere pero no dice, hasta que llega al final contundente, sin ningún tipo de concesión y fisura. La aparición del padre al final - una figura que hasta entonces no había aparecido en la narración - obliga al lector a volver al inicio y realizar una segunda lectura donde se aprecian con más claridad los detalles ínfimos que componen el texto, como si de un puzzle se tratase.
La clave del microrrelato es que utiliza técnicas propias de la poesía, recreando imágenes líricas muy potentes que juegan al equívoco, al despiste. El título es muy amplio, significativo y simbólico. Es un texto de atmósfera, la autora recrea con precisión y certeza una fotografía triste, dura, oscura. La historia se mueve en círculos, sugiere pero no dice, hasta que llega al final contundente, sin ningún tipo de concesión y fisura. La aparición del padre al final - una figura que hasta entonces no había aparecido en la narración - obliga al lector a volver al inicio y realizar una segunda lectura donde se aprecian con más claridad los detalles ínfimos que componen el texto, como si de un puzzle se tratase.
http://www.rtve.es/alacarta/
21 comentarios:
:DDDDD
Enhorabuena Lola, no sé cómo se dirá en catalán pero el micro es cojonut... Y me encanta escuchar lo de La Lola Sanabria....
Abrazos muchos
Bueno, pues vale, muchas gracias a mi doble, o al usurpador de identidad por la enhorabuena.
(Te queda muy bien ese rubio, Juan)
A mí también me gusta escuchar lo de la Lola, Ro, me recuerda mi Andalucía profunda donde se le pone el artículo porque sí, saltándose a la torera las normas mínimas de la Gramática.
Besos a repartir.
No sé qué me gusta más, si leer el microrrelato, saber que resultado ganador, o descubrir a Juán vestido de Lola cuando entra o sale del armario, no sé :-D
Felicidades y besos.
A este es que le va la marcha, Alberto, que no lo niegue. En cuanto me ausento un rato y dejo la puerta abierta del armario, ya está poniéndose mi peluca. Así me la tiene, hecha unos zorros.
Abrazos de la Lola auténtica.
Qué buena eres Lola, tsntos años manteniendo este nivel espectacular. Reverencias, querida.
En comentario suprimido:
Enhorabuena Lola por esta nueva elección en el programa de RNE.
El micro me ha gustado mucho, sobre todo su rotundidad final.
Besos.
Y en el día de hoy:
Mi lado "travestido", como dice Alberto, me ha llevado a usurpar tu nombre y por un momento ser Lola. Una vez descubierto el fallido, aprovecho para devolverte la ropa interior que no encontrabas.
Besos de nuevo.
Yo también te reverenciaría, Manu, pero ando fatal del lumbago, ahora, aplaudir fuerte, sí puedo. De momento, hasta que la artrosis me deje las manos como sarmientos.
Mira tú, Juan, con lo guapo que estabas, y te ha retirado la vergüenza.
Abrazos a pares y nones.
Bueno, esto hoy parece el camarote de los hermanos Marx. Sólo hace falta que llueva.
Respecto al texto, coincido con el jurado en la aparición tardía del personaje principal que obliga a una segunda lectura, y es entonces cuando uno lo descubre a través de las imagénes líricas y potentes que describes.
Enhorabuena, el listón queda muy alto.
Abrazos, besos.
PD: Por cierto, esos dos que corren con faldas y a lo loco por ahí diría que son Juan y Alberto.
Querida Lola, como siempre espléndido, es un placer seguirte, de lumbago andarás tocada, pero de neuronas, bien sobrada. Un beso
Ese listón lo rebasas, seguro, tú con creces, Agus.
No quiero verlos. Digo a los de las faldas y a lo loco se vive mejor. Parecerán dos vedettes y a mí me dejan en mal lugar. Una tiene su orgullo. Claro que... pensándolo mejor, si se llevan mis faldas y tacones tendré la excusa perfecta para renovar mi fondo de armario. Gracias por avisarme.
Ana, guapa, gusto me da leerte por aquí. Pues sí, tengo la columna que se retuerce ella sola de dolor, voy por ahí doblada y se me está poniendo una mala leche que...
A ver cuándo vienes, joía, que tengo ganas de que nos echemos el ojo encima, yo con gafas y tú sin ellas, como las actrices.
Par de besos con huella hasta que me gasten los pintalabios los del armario.
Coincido plenamente con el criterio general del jurado.
Lo escuché con los ojos cerrados y me sentí(é) en el balancín.
Magistral.
Enhorabuena
Muchísimas gracias, Xesc.
Abrazos a pares.
A mí también me encanta cuando dicen en el programa (ya unas cuantas veces, que este concurso no se te resiste) La Lola Sanabria, que es muy de mi tierra. Lo que más me gustó del micro fue la frase final. Le da todo su sentido y te hace releerlo una y otra vez, degustarlo, y cada vez que lo haces, disfrutas más. Mi enhorabuena de nuevo. Un beso.
Boquiabierto estoy, qué "facilidad" para conseguir semejantes microrrelatos.
Nos vas llevando por un sendero hasta toparnos de lleno con la realidad.
Para enmarcar. Me lo guardo con tu permiso.
Un saludo indio
Felicidades, Lola. Ni me había enterado. No sigo lo de Wonderland, que no sé si es lo mismo que lo de Castellón...
El micro, duro y crudo, bestia sin una palabra malsonante. Vamos, de los que a ti te gustan y tan bien haces.
Abrazos pa la Lola.
Esperando estoy, Mar a escucharte. A no tardar, seguro.
Permiso concedido. Un gran honor que se lo lleve el Indio.
Yo creo que es similar, Miguel Ángel. Quizá la diferencia más significativa es que la elección y la crítica la hacen los del Ateneo.
Puñado de besos.
Acabo de escuchar los extensos comentarios que tu relato ha merecido en Wonderland y me siento muy feliz de que seas reconocida una vez más como mereces.
Podría añadir: Yo si veo al padre desde el principio: en la urna.
Quizás por eso, el desencadenante, tan prolijamente tratado entre los contertulios, esté en el recuerdo de la protagonista, mientras rememora... y decide´
La atmósfera axfisiante,nos indica que no hay otra posibilidad que no sea la muerte, otra u otras muertes, dentro de esta joya, en la que 100 palabras encienrran con maestría una vida troquelada a golpes, y abocada sin remedio a la tragedia.
Enhorabuena; para ti y para quien como yo te sigue con verdadero placer.
Querida Cora. Me alegra infinito que leas este microrrelato con esa generosidad tan grande. Es un orgullo que pases por aquí y me dejes siempre tus comentarios que tan bien analizan mis textos.
Abrazos a pares.
Eyyyy Lola,
Esto me lo había perdido yo!!! enhorabuena guapa :-)
Jope, es un micro muy duro y al mismo tiempo precioso (pero queda mejor cómo lo ha expresado el jurado, claro) Besos
Gracias, Rocío. Menos mal que tenemos a Agus, que nos hace de traductor, porque yo me entero de la misa, la mitad.
Par de besos.
Publicar un comentario