Te lo dejo escrito en la nevera, bajo una raja de sandía. Al fin he roto esta burbuja asfixiante con nombre de casa. Años me ha costado. No bastaba con el deseo que, al igual que a ti, rezumaba por los poros del alma. Tú te lanzaste a la desesperada, con aquel pasador de encuestas. Te salió rana. Y volviste al redil, derrotada, dispuesta a aceptar como un decreto, una vida de sombra. Pero yo no volveré. No quiero ver más tu dedo índice cruzando el temblor de tus labios, sólo porque él haya dado instrucciones de que no se oiga el vuelo de una mosca durante la siesta. Me voy con la mochila bien llena. Estudiaré leyes, como el abuelo. Pero, a diferencia de él, entenderé que la ley no es, no debe ser siempre castigo, también es derecho, libertad y protección del débil, como tú, madre.
19 comentarios:
Recuerdo la impresión que me produjo leer este relato en su día. Hoy, vuelvo a comprobar que no ha perdido nada de esa fuerza inusitada. Es más, como el buen vino, creo que aún es más vigoroso y enérgico si cabe. Espero que este mes te lo lleves, porque sin duda este concurso tiene una deuda enorme contigo y con los buenísimos relatos que le has regalado durante estos dos años. Quizás así, por una vez, harían justicia.
Besos y abrazos.
Muy bueno este relato, me acuerdo perfectamente de él, tuve la suerte de compartir mes contigo, como en los carandalios de pirelli ;) Besos.
¡Pero qué generoso eres, Agus! Si por ti fuera repartirías premios por doquier. Para mí, con la intención basta.
Sí, Maite, coincidimos aquel mes. Y espero que coincidamos alguno más este año, para poder felicitarnos y recibir comentarios como el tuyo. Gracias.
Besos a repartir.
Muy bueno, el concurso de abogados me parece difícil y hacer un relato tan redondo como éste, como muchos que leo,...puf.
Besos, no tan madrugadores como sueles dejar tú, pero besos al fin y al cabo.
Siempre estupenda...
Saludos y un abrazo.
Es fabuloso este texto, Lola. A veces me asombra que seáis capaces de escribir tan sentido con las palabras que se obligan, tan asépticas o fuera de lugar.
Enhorabuena.
Muchas gracias, Luisa. A veces sale algo, a veces nada de nada. Los hados mandan.
Pues tú no te quedas manco, monstruo. Que el último que has enviado es de antología.
Besos a repartir entre ambos.
Me costó en la primera lectura, pero con la segunda lo vi todo claro. Qué buen texto, Lola, para releer.
Enhorabuena.
Besos de agosto, en enero.
Gracias David. Ganas tengo de que pase este frío de hielo que se mete hasta los huesos.
Besos con calorcito.
Lola, qué bueno, el texto es increíble, las palabras no sé cuales serían pero las has clavado seguro... qué estilazo gastas.
La relectura es mejor, para saborear el relato con total comprensión.
un abrazo
Soy una apasionada de la lectura y me identifico con todos los personajes, por eso me duele que la hija se vaya, con sus leyes, a defender a otras víctimas y deje a su madre con su verdugo.
Ésto, por desgracia, es un hecho.
Me ha gustado mucho la exposición sin tapujos que has hecho y la forma de resolver el microrrelato.
Gracias Lola, feliz año nuevo.
Gracias Anita, no más de ciento cincuenta palabrejas. Gracias Lola (mira tú una tocaya,qué extraño con el nombre tan raro que es Lola)
Besos a repartir.
Muy bueno, Lola.
Besos.
Gracias, Tor.
Besos, más.
Ah, está buenísimo. La lectura es maravillosa además. Por otro lado, me recuerda a la trama ¿alterna? una película que acabo de ver (soy malo recordando títulos haha).
Me encantó.
Un abrazo :)!
Hola, Edgar. Me alegro de que te haya gustado el relato.
Besos de día de reinas.
No he visto tu comentario hasta hoy. Por razones que desconozco, pasa de vez en cuando el que se quede retenido.Gracias, paisano.
Besos y abrazos cordobeses.
Tiene una gran fuerza. Me gustó mucho.
Gracias, mil,Cybrghost. ¡Que la fuerza te acompañe!
Besos de día de reinas.
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