21/1/16

IRREVERSIBLE

Tomada de la red.

Anoche tuvo su último sueño paralizante. El monstruo estaba allí de nuevo, en la habitación. Intentó gritar, pero no salió ni un sonido de su boca. Quiso llorar, tampoco había lágrimas para sus ojos. Como otras veces, se preguntó si estaba despierta o soñando. Soñando, se dijo. Pronto despertaré y todo será una pesadilla. Esto la tranquilizó algo. Sin embargo, no lograba salir de la parálisis por mucho que lo intentara. Tampoco recobraba la voz. Fue antes de que sintiera el movimiento de su madre en el cuarto, el ruido de la silla, su llanto. Y aquel olor a cera.

8 comentarios:

Yolanda dijo...

Uff escalofriante, Lola. Logras tensión y angustia y ese final, el último y definitivo.
Un abrazo.

Lola Sanabria dijo...

Duro, sí, sobre todo si piensas que puede pasar.

Un abrazo grande, Yolanda.

Cora Christie dijo...

La Muerte propia. Descrita de forma que me recuerda episodios de parálisis y angustia propias. En duermevela. Pero el horror me ha venido con ese olor a cera y el llanto de la madre.
He necesitado alejarme de ese ataud, de ese lugar irreversible y real hasta lo inaceptable.

Besos

Lola Sanabria dijo...

Sí, querida Cora, un horror con olor a cera.

Mil abrazos.

Juan Leante dijo...

Tremendo este supuesto. Yo que soy muy dado a estas imaginaciones terroríficas admiro tu capacidad para sorprenderme. Me voy a tomar una tila. Besos.

Lola Sanabria dijo...

A mí también me acojona. Que sea doble esa tila.

Un abrazo bestial.

María Paricia Rojas dijo...

Un gran relato. Los pelos de punta.

Abrazos mil.

Lola Sanabria dijo...

Da yuyu, sí.

Abrazos flojitos por la calor.