27/8/10

LA VENTANA DEL VERANO - Cadena SER (relato leído por Soledad Puértolas 26.08.2010) Tema: El bandido generoso

Autora: Lola Sanabria







EL BANDIDO REY

Le conté a mi madre que un hombre me seguía y ella dijo: “Acabarás tan loco como tu padre”. “Loco y ladrón. Un bandido”, añadió. “Un bandido doblemente armado”, terció la alcahueta de la vecina, mientras se reía y señalaba con un dedo a mis cinco hermanos.

Un día, al doblar una esquina, me escondí en un zaguán. Creía que iba a encontrarme con un hombre fiero, con la navaja al cinto y un saco con niños a la espalda, pero me topé con un señor sonriente y bien vestido. Se agachó para preguntarme: “¿Sabes quién soy?”. Negué con la cabeza. “Soy tu padre”, dijo. “Mi padre es un bandolero loco”, dije yo. “¿Eso te contó tu madre?”. Afirmé, otra vez, con la cabeza. “Está bien, te mentí, soy un tío rico de América”. “No tengo tíos”, le atajé. “¿Entonces…?”. “Un Rey Mago. Gaspar, porque eres moreno”, concedí. Él sacó una libreta y fue apuntando todo lo que le iba diciendo. El día de Reyes amaneció una montaña de juguetes frente a la casa. Grité que habían sido los Reyes Magos. Mi madre miró a mis hermanos pequeños y no dijo nada.

20/8/10

Relato leído en "LA VENTANA DE VERANO" de la Cadena Ser.

TEMA: El amigo.
Autora: Lola Sanabria.







(Fotografía de Daniel Meyer)





PRIORIDADES.
Quedamos en La Corredera al anochecer. Necesitaba hablar con Gonzalo. Él dijo que también, por teléfono. Llegué cuando el cielo cambiaba al azulón y, junto a la media luna, brotaban los primeros puntos luminosos. Nada más sentarnos a la mesa, me contó que Elena lo había echado de casa, así, por las buenas, sin más aviso que el silencio profundo de los últimos tiempos. Ignoró a la camarera. Tuve que pedir yo: salmorejo y cazón adobado. Y él siguió lamentándose de su soledad, en el cuarto de una pensión de mala muerte. No me dejaba meter baza. Me removí en la silla. Distraje mi atención en la paloma que picoteaba una patata. Entonces una serpiente de dolor barrió el suelo, subió y me golpeó de lleno en el pecho. Miré a Gonzalo. Sollozaba. Se me antojó un Boabdil con barba de días y la camisa arrugada. Puse mi mano derecha sobre su antebrazo y fui desgranando palabras de consuelo, de esperanza. A mí acababan de despedirme del trabajo, pero tenía a María Luisa.


15/8/10

Relatos leídos en "LA VENTANA DE VERANO" de la Cadena Ser.

TEMA: La mujer enamorada.

Autora: Lola Sanabria.

PARA SIEMPRE.

¿Acaso creíste por un momento que te ibas a librar de mí? No soy yo mujer que se abandone, Alberto. Te lo dije desde el principio. Si me dejas la puerta franca, yo entro, y si entro, no salgo. Pero tú, nada, empeñado en largarme. Que si no estabas seguro, que si mejor nos tomábamos un tiempo... Tonterías, Alberto. Y luego vino lo de intentar darme esquinazo, a mí, la Dolores, ¡pues no soy yo nadie para seguir una pista! Tengo el olfato de la perra de caza. Un poco confundido, sólo eso, y allí estaba yo para ayudarte a aclarar tus ideas. Pero no quisiste escucharme y al final te lanzaste, literalmente, al vacío. Fue un pronto, ya lo sé, por eso estoy aquí. ¡Mira qué ramo te he traído! De margaritas que son mis preferidas, porque las rosas que a ti te gustan están muy caras, Alberto. El caso es que el florero al lado de tu fotografía, tenga siempre flores frescas. El caso es que no te falte mi visita todos los días. Y, por éstas, que no pienso dejarte; pobre, tan solo entre tanta tumba.


VERDE QUE TE QUIERO VERDE.

Mi madre me decía a menudo que escogiera un buen marido que me mantuviera. “Mírame a mí, con las yemas de los dedos destrozadas por la flor del algodón”. Me daba un bastidor, finas telas y madejas de hilo Moliné blanco y gris, para que bordara las sábanas y las mantelerías de mi ajuar en consonancia con un rico pretendiente. Y mientras yo matizaba una flor, hacía un filtiré o perforaba un bodoque con el punzón, tras la ventana, el visillo corrido, observaba a mi vecino que recalaba una vez al mes después de recorrer los pueblos con su carga de quincallas. Tenía los ojos verdes, el color de la piel de la aceituna del verdeo y la porte de un príncipe gitano. Se sentaba en el umbral a ver pasar a las mozas y decirles requiebros, pero era a mí a quien miraba.
Una tarde espesa de calor, en mitad de una siesta insomne, decidí quitar la tranca de la puerta para ir a la fuente de la Higuera a coger agua fresca con el cántaro. Y allí me lo encontré, afilando un palo con la navaja. No hizo falta hablarnos. Me encaramé de un salto a la grupa de la mula y salimos de allí, pueblo a pueblo, a vender quincalla.

PD: Estoy de vacaciones y no tengo internet. Disculpadme si no contesto a los comentarios, lo haré a la vuelta.

6/8/10

LA VENTANA DE VERANO (Relato leído por Marta González Novo) Tema: Marcela












EL PRECIO

Cuando atiza el fuego, entrechocan los troncos encendidos, chisporrotean y las llamas se avivan, crecen y se expanden hacia la boca negra por donde se van, envueltos en humo, los fantasmas de todos los que en su juventud la pretendieron. Cuando las tenazas caen de sus manos anudadas por la artrosis y el fuego decrece, mira a su lado, a la silla de aneas rotas por el tiempo, siempre vacía, y la duda roza tibiamente su frente. Pasa un ángel. Sonríe. Luego coge del plato la última uva.