15/4/14

SELECCIÓN - (Finalista del mes de Marzo en la Microbiblioteca)











Ocurre en los peores meses de verano. Cuando la tierra se agrieta y zumban las moscas, enloquecidas por el calor que pesa como mercurio y abotarga la vida. Un silbido que brota bajito en lo alto de las lomas que rodean las casas, y baja las laderas hasta entrar ensordecedor en las calles. Y después de invadir todo el pueblo, cesa de repente llevándose consigo un puñadito de niños famélicos. El tiempo los borra de la memoria de los habitantes del lugar. Contentas con el milagro que les da más comida para repartir en la mesa, sus madres también los olvidan. Como si nunca hubieran existido.

17 comentarios:

Juan Leante dijo...

Felicitaciones Lola. Sobre todo por este micro que sigue la línea de recordarnos el mundo que nos rodea.
Besos.

David Moreno dijo...

Muy bueno Lola!!
Esas grietas, esos niños famélicos, los olvidos, el hambre...

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

Nenúfar dijo...


Duele este relato, Lola.

Qué cruel nacer para vivir en la miseria. Qué cruel morir de hambre. Qué cruel que valga tan poco la vida del pobre.

La frase final me parece desgarradora.


Más abrazos.

arktos-temis dijo...

Felicidades Lola.
Un saludo.

Luisa Hurtado González dijo...

Te leí y te releo ahora. Encantada. El micro es duro, árido y doloroso; y eso también es lo bueno que tiene, que es como tiene que ser.
Felicidades!!

Sara Pinto dijo...

Enhorabuena Lola. Aunque sea por relatar así de bien la dura realidad.
Un abrazo.

Lola Sanabria dijo...

Un mundo inhóspito, Juan. Y a pesar de todo, no perdemos la esperanza.

Grietas internas, David, que duelen más que las externas.

Nenúfar, hay vidas que no valen nada.

Gracias Salvador.

Es como tiene que ser desgraciadamente, Luisa.

Dura realidad que acabaremos aceptando si nos sale callo en el alma, Sara.

Abrazos soleados a repartir.

Yolanda dijo...

Un relato duro, pero dura es la vida.
Enhorabuena.

Lola Sanabria dijo...

Aunque no debería serlo tanto, Yolanda.

Abrazos a pares.

Patricia Nasello dijo...

Estremece, Lola.
Enhorabuena por le mérito logrado con este extraordinario micro

Junto a mi admiraciòn de siempre, te dejo un nuevo abrazo

Lola Sanabria dijo...

Mil gracias Patricia.

La admiración es mutua.

Abrazos pasados por agua.

Amando García Nuño dijo...

El mito, el pavoroso y cotidiano mito del Hamelin que hemos contratado entre todos.
ABrazos, siempre

Lola Sanabria dijo...

Así es, Amando. Has dado en el clavo.

Abrazos soleados.

montesinadas dijo...

Me quedo por tu casa Lola, no te tenía fichada. Preciosos relato, ese calor de mercurio que siendo de Córdoba describes como nadie, la tórridez de las eras y en mi cabeza el famoso "tío del saco" que viene a cogerme. Brillante. me encantó. abrazos

Lola Sanabria dijo...

Gracias, Manuel. Pasa y ponte cómodo. Un placer tenerte por aquí.

Abrazos a pares.

Cora Christie dijo...

Como un latigazo de vergüenza en las sienes: Lúcido, salvaje, inmisericorde. La vida misma en tiempo presente.

Brevísima y demoledora metáfora que denuncia el grito de un mundo que agoniza frente a la indiferencia del otro.

Muy bueno.





Lola Sanabria dijo...

Como un bisturí certero, así diseccionas tú este microrrelato.

Mil besos querida Cora.