30/7/12

FUGA


Fotografía tomada de la red.

Aún queda un rato para que acabe. Y mis zapatos embarrados. No puedo dejar de mirar también mis medias manchadas, el filo del vestido de margaritas, turbio de agua marrón, mientras escucho, como en sordina, sus reproches. Tiene que recorrer el mismo camino de siempre: la barbilla alta, el gesto altivo y el discurso. Cuando era niña me preguntaba, admirada, dónde habría aprendido a hablar tan bien, de dónde manaría tanta sabiduría. Mamá calla. Mamá agacha la cabeza. Papá termina, me ordena, una vez más, que deje de huir cada noche al bosque, donde no existe ni laberinto ni fauno. Abre el frasco y deja caer tres comprimidos en la palma de su mano, la misma mano que me levantaba la falda. Abro la boca y escondo las pastillas bajo la lengua.


15 comentarios:

Mónica Ortelli dijo...

Pues el fauno no está en el bosque, no.
Excelente micro, Lola. Muy tuyo.
Un abrazo fuerte.

Yashira dijo...

Uy, no me gustaría estar en la piel de esa niña, no me extraña que escape al bosque o donde sea, con tal de huir de esa realidad tan fea.

Estupendo relato y muy bien narrado, te vas dando cuenta de la situación casi cuando estás dentro de ella.

Un saludo.

Amando Carabias dijo...

Es verdad el fauno no anda por el bosque..., ni allí está el laberinto...
Estremece este micro.

Lola Sanabria dijo...

El bosque es un lugar seguro, Mónica.

Yo tampoco quisiera estar en la piel de esa ni de ninguna niña en su situación, que haberlas haylas, Yashira.

Los peores demonios están en casa, Amando.

Triple de besos.

CDG dijo...

Aplaudo la narración, pero sobre todo la ambientación de esa huída.
Un abrazo.

Patricia Nasello dijo...

Filoso micro/puñal.
Va adentrándose palabra a palabra en la mente del lector.

Magnífico y terrible, Lola

Un fuerte abrazo

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Un micro desgarrador, Lola, tan bien trazado que es imposible que el lector no sufra un escalofrío al llegar al final.

El título -como en todo microrrelato digno de antologar- lo complementa a la perfección.

Formidable trabajo.

Un abrazo,

Lola Sanabria dijo...

Ambientada quedo, Carlos, y sobrecogida.

Ocurren tantas cosas terribles, Patricia, que cómo no dar cuenta de una mínima parte de ellas.

Tú sigue así, Pedro, que acabarás de crítico. Tiempo al tiempo.

Triple de besos.

VISION DE ARLEQUÍN dijo...

ES UNA FUGA O ESCAPE MUY RECURRENTE, SOBRE TODO EN LA EDAD JOVEN...


MUY BONITO BLOG EL TUYO. TE SEGUIRE EN TUS POST´S.

TE INVITO A PASAR POR MI BLOG A VISITARME Y QUIZAS TE GUSTE.

TE MANDO UN SALUDO DESDE ALGÚN ILÓGICO LUGAR DE MÉXICO

"LA VIDA ES UN GRAN CIRCO, PERO SIN ESPECTADORES"

Susana Camps dijo...

Tremendo micro, y más tremendo aún cómo trabajas la ambientación. Asombroso, Lola, abrazos

Lola Sanabria dijo...

Gracias por pasarte, Arlequín, puedes quedarte por aquí el tiempo que quieras.

Mil gracias, Susana. Me alegro de que no te haya dejado fría.

Doble de abrazos.

Miguelángel Flores dijo...

Es terrible la realidad que rodea a la niña y que no se descubre hasta el final, donde todo coge otro sentido. Buenísimo, como siempre.
Un abrazo, Lola.

PD. Pensé que te lo había comentado, mira tú.

Lola Sanabria dijo...

La crueldad ronda siempre entre los más débiles, Miguel Ángel.

Abrazos amorosos.

Elysa dijo...

Como siempre en tus micros muy bien ambientado para descubrir al final la terrible realidad que oculta.

Besitos

Lola Sanabria dijo...

A veces, la realidad incluso es más terrible, Elysa.

Abrazos acongojados.