¿Y a quién tienes tú, de
dónde sacarás fuerzas para seguir viviendo? No. Calladito. Déjame trabajar. Deja
que pase el brazo por los huesitos de tu espalda. Que te acerque a mi pecho y
te ponga la almohada. Sí, dos. Lo sé. Para que estés cómodo. Así. Cambiado. Con
el cuerpo y la ropa limpios. Sí. La crema. No la he olvidado. No permitiré que salga
ninguna escara . ¡Que sí, que no te preocupes! ¡Mira! ¿ves?, guantes y
mascarilla. Para mí, para ti. Toda precaución es poca. Hoy no puedo quedarme más
tiempo. Te contaré muchas cosas mañana. Te hablaré de que los días se rompen en
pedazos iguales. Pequeños y punzantes. De que la gente se ha organizado en
grupos de cuidados. De que vamos todos a una. De que saldremos adelante. Pero
hoy no. Hoy hace un día radiante y las calles vacías están llenas de luz, sin
un jirón de aire contaminado. Te subo la persiana para que puedas ver el cielo,
los pájaros revoloteando de rama en rama. No lo dudes. Ganaremos esta batalla.
Y yo volveré mañana.
8 comentarios:
Ganaremos. Y que no se nos olvide rendir aplausos (y reconocimiento como es debido) a todos los que se esfuerzan en primeras líneas de "riesgo"cuando esto haya pasado.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Precioso
Mil gracias, David por pasarte por aquí. Sí, claro que ganaremos. Y, efectivamente, que no se nos olvide que lo de la sanidad pública no se vende, se defiende, era y es mucho más que un eslogan.
Un abrazo grande.
Gracias, Unknown.
Abrazos.
Por derecho, por vocación: escritora. Por entrega: luchadora.
No tengo palabras; abrazo a ese cuidador y a tantos que se entregan sin esperar nada; sin quejas.
Nos sobra queja. Nos? Me falta consciencia, consciencia de seres que se entregan por mucho mas que un salario.
Escritora. Mujer que sigue generando consciencia.
En esta hora temprana mis aplausos son tuyos
Y hasta mí han llegado. Agradecida quedo por tus palabras.
Mil besos libres de virus, querida Cora.
Como dice Cora, un aplauso a todas las personas que cuidan a otras.
Se lo merecen.
Abrazos.
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