21/9/20

INFANCIA ROBADA. RELATO PUBLICADO EN LA ANTOLOGÍA DEL PREMIO OROLA DE 2019

 

Tomada de la red

Cuando Susan me sacó de allí no sentí nada. Quizás algo de irritación. Sólo eso. Ahora me paseo por las calles y mis pies no tocan la rugosidad de una rama, ni el cosquilleo de las hojas. Tampoco el asfalto, ni las aceras. Mis pies vestidos. Mi pecho abrigado, mis rodillas cubiertas. Mis cicatrices ocultas por ropas suaves. Y sin embargo aún duelen como si un puñado de brasas se hubiera quedado a vivir bajo la piel, anidado ahí para siempre.

      Todavía huele a pelo chamuscado, a pesar del queso fundido sobre la hamburguesa. Huele a orfandad en mis pesadillas. Levanto la cabeza y miro al cielo, tan azul, tan limpio. Quizá pase una bandada de pájaros. El ruido de un motor se mezcla con los alaridos, con el fogonazo abrasador. Arde el universo entero. Siento la ropa pegada a la piel. Y sobre todo el olor, ese olor a carne quemada que llevo dentro donde quiera que vaya. Mi propio olor.

     Amanece. Entra Susan en mi habitación y me acaricia mientras me promete que llegará un día con olor a lluvia y sabor a chocolate. Llegará la noche blanca, sin pesadillas. Duermo.

UN GRANO DE CENTENO. FINALISTA DE AGOSTO DEL CONCURSO DE RELATOS SOBRE ABOGADOS

 

Fotografía tomada de la red

'A menos que enseñemos a los niños la Paz, alguien más les enseñará la Violencia' (Colman McCarthy).

El guiso se hace en la cazuela. Samuel quiere cooperar. Le pido el orégano. Abre la puerta del armarito, coloca en fila los botecitos de especias y los pone a pelear. Busco instintivamente la alianza en mi dedo. La perdí con Antoine, lo mismo que mi trabajo como abogada especialista en derecho internacional. Ayudar a  ONG a rescatar a los niños de un infierno. Ese era el trato. No implicarme personalmente. Pero la solidaridad y el apoyo no siempre los protegía a todos. A aquel niño no pude dejarlo atrás. Un caso difícil, mucho. Tenía la mirada dura de los que les han arrancado la infancia de cuajo. Se aferraba al fusil. Sacarlo de allí y fortalecer el músculo del amor se convirtió en mi prioridad y el mayor reto de mi vida.