13/6/21

GLORIA, ESE ES MI NOMBRE

 


Tomada de la red

 

Al profesor le gustaba relatar las mayores gestas de la Historia. Buscaban la gloria, apostillaba una vez sí, otra también. Con el peso de una noche de alquitrán en los párpados, Gloria, la todo huesos y ojeras góticas, escuchaba la voz cavernosa de Santiago como una nana que invitaba al sueño. Solo la sacaba de la modorra escuchar la palabra gloria. Ese es mi nombre murmuraba antes de caer de nuevo en el letargo.

Noches de botellón, nachos y patatas fritas antes de volver a casa donde la esperaba la Pesadilla con mayúsculas de aquel que usurpaba el título de padre.

Mediodía de una primavera con lluvias finas lamiendo los cristales, evocación de borrachera de azahares en los naranjos de los patios y reverberación de coros del aula vecina de música. Historia. Guerra de los Cien Años. El profesor unió a Juana de Arco con la gloria. Fue escucharla y deshacerse del sopor. La intrigó esa mujer. Pidió salir a los servicios. Se mojó la cabeza y regresó lo suficientemente despierta como para empaparse de toda la historia.

Así que se trataba de eso: cortar cabezas y ganar batallas.

Lloraba, claro que lloraba. Un crimen horrendo, querida, decía el director del instituto mientras le ofrecía una caja de clínex para que limpiara los churretes de rimmel. Pagará el culpable, decía. Y ella cabeceaba y lloraba. Lloraba y asentía. Se hará justicia, Gloria. La palabra justicia unida a su nombre la emocionó aún más. Bajó un arroyuelo estimulante de lágrimas hasta el cauce del canalillo del pecho.

Cuando salió del despacho iba flotando por el pasillo. Gloria, ese es mi nombre, contestó, más lúcida y espabilada que nunca, a la llamada de Santiago, el profesor de Historia.

2 comentarios:

elpedrete dijo...

Un relato muy bonito y emotivo Lola. Como siempre una gran contribución la tuya al concurso de Zenda.

Yo también vuelvo a participar, pero sigo fiel a mi estilo.

https://www.humoryalgomas.com/2021/06/zenda-suenos-de-gloria.html

Me alegro de leerte. Suerte y un saludo.

Lola Sanabria dijo...

Muchas gracias.

Seguimos encontrándonos en las letras.

Un abrazo.