12/7/18

LA CARNE. SELECCIONADO EN EL CONCURSO DE MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS

Tomada de la red.

Sabía de sus compras de anillos y otros abalorios, por albaranes que guardaba como trofeos. Dudó aquella vez, cuando la denuncia de una ONG lo subió al estrado. Abogar por su inocencia, tras ver a la niña, balbuciendo palabras en otro idioma, con arroyuelos corriendo por su carita sucia, le costó una noche de insomnio, pero lo superó con la lectura de la Biblia y la mordaza invisible. El pastor fue absuelto y defendió el castigo del pecado con vehemencia desde su púlpito. No lo comprendía, pero ella no era nadie para censurar a un hombre de Dios. Ella era su humilde servidora. Pero hoy, cuando ha visto el cuerpo magullado de su pequeña, no ha vacilado. Y no ha sido ella quien le ha asestado el golpe fatal en la nuca, ha sido su Señor quien ha llamado a su vera a uno de sus hijos descarriados.

2 comentarios:

Juan Leante dijo...

Hágase la voluntada del Señor.

Lola Sanabria dijo...

Así sea.

Besos y abrazos al por mayor.