3/1/18

CARBÓN


Tomada de la red



Lo van a pagar caro. Nunca olvidarán esta noche, como yo no olvido la del año pasado. Así pensaba mientras perpetraba su venganza. A media noche, lo despertó un grito y el ruido del motor del coche. Bajó la escalera y miró debajo del Árbol. Había un rastro de sangre hasta el jardín. ¿A cuál de los tres le habría tocado? Encendió el televisor y, a la espera de la noticia, se durmió. « ¡Despierta, pequeño cabrón!». La voz de su padre lo sobresaltó. Abrió los ojos y vio el pie vendado y el cepo para ratones colgando de una mano.

3 comentarios:

Cora Christie dijo...

jajajaaaaaaaa!

Muy bueno y tan "jevi" como los que escribes para criaturas inocentes como yo.

Besos

Juan Leante dijo...

Así se hace, devolverla doblada.
Muac.

Lola Sanabria dijo...

Me alegro de que te haya hecho reír, querida Cora.

Hay niños que saben cómo retorcer un brazo, Juan.

Abrazos a repartir.