6/1/17

CRISIS





Papá seguía en el paro, pero mamá dijo que había que celebrar la Navidad como Dios manda. Asó un pollo al que llamó pavo y papá hizo de Árbol con sus bolas de colores, su espumillón y sus luces. Todo iba bien hasta que el abuelo, que ve menos que Rompetechos, enchufó las bombillas a la red. Quique, Mamen y Toño no paraban de aplaudir y dar saltos mientras mamá gritaba: ¡Haced algo! Tan apagados siempre, había que ver cómo se le encendieron los ojos a papá.

2 comentarios:

José Ramón Aliaguilla dijo...

Figurabas junto con Susana Rizo en mi quiniela de ganadoras de Zenda.
No tardarás.

Lola Sanabria dijo...

Muchas gracias, José R. Aliaguilla.

Un abrazo grande.