16/5/13

ADAPTACIÓN



Padre, madre e hijo estuvieron paseando con la bolsa de viaje a cuestas. Antes o después tendrían que acostarse, pero retrasaban el momento. Les costaba aceptar su nueva situación. Cuando el parque quedó desierto, extendieron los cartones y se echaron a dormir sobre los bancos.

15 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

No había más gente?
Raro. Ellos les hubiesen ayudado; ellos, sé, los que no tienen nada, digo.
Los otros están muy ocupados y hasta preocupados, eso dicen.

Yashira dijo...

Difícil aceptar esa situación. Qué terrible encontrarte de pronto sin un lugar donde descansar.

Muy duro Lola, un abrazo.

Nicolás Jarque dijo...

Lola, muy duro este microrrelato que no se adentra en la ficción porque casos como este que narras seguro se dan todas las noches. Y es que estos que nos gobiernan quieren tirarnos todos a la calle, eso sí, a su manera.

Abrazos indignados.

Mei Morán dijo...

Querida Lola, la entrada en la precariedad es silenciosa casi imperceptible.

Lola Sanabria dijo...

Está el mundo muy revuelto, Luisa. La solidaridad anda escasa.

Sí, Yashira, debe de ser muy duro.

A lo mejor acaban ellos en un vertedero. Todo es proponérselo, Nicolás.

Hay silencios que son estruendos. Mei.

Abrazos muy indignados.

Yolanda dijo...

Ha de ser muy duro adaptarse a una situación que ni en las peores pesadillas llegaron a esbozar.

Duro.

Un beso.

Nenúfar dijo...


Sin aspavientos, sin palabrería, con sencillez, describes una realidad lacerante.

Me ha gustado mucho este micro, Lola.
Un abrazo.

Xesc dijo...

Un fogonazo, como un flash, a una realidad que me asusta de tan real que puede (está) llegar a ser.

Abrazos

AGUS dijo...

La primera noche a la intemperie debe ser terrible. Y ese merodear agónico aún más si cabe. Y sucede cada día. Certera, como siempre. Abrazos, besos.

Salvador León dijo...

Algo falla en una sociedad en la que nos llevamos a un gatito abandondo a casa y lo colmamos de mimos, y no hacemos lo mismo con un desamparado. Podíamos por lo menos dejarlos en la puerta de un político demagogo como dejaron a Moises. Un abrazo Lola.

Lola Sanabria dijo...

El retroceso, Yolanda, ha sido brutal.

La realidad habla por sí sola, Nenúfar.

Todos estamos indignasustados, Xesc.

Un escalón de vértigo ese primero que hay que bajar, Agus.

Ni tan siquiera, a veces, un gatito. Se abandona y se pasa por encima de todo ser vivo, Salvador.

Abrazos muy indignados.

Patricia Nasello dijo...

Las plazas de mi país están cada vez más visitadas por estos nuevos "adaptados".

Cariñoso abrazo, Lola

Lola Sanabria dijo...

¡Ay, sí, querida Patricia, este virus se extiende por todo el mundo!

Besos solidarios.

Amando García Nuño dijo...

Pues yo veo tres personas, unidas, durmiendo juntas. ¿Pueden decir eso las familias propietarias de chalés con siete habitaciones y tres baños?
Un abrazo

Lola Sanabria dijo...

Un consuelo, Amando, pero un techo y una cama dan mucha alegría y ganas de vivir.

Abrazos triples.