12/11/11

ALERGIA (Abogados.Finalista de septiembre)

Fotografía tomada de la red.

Mamá lo llama catarro, pero es un premio incómodo de la naturaleza. Yo trabajaba como detective privado en la jurisdicción de Margarita. Una ocupación de bombilla y luz macilenta de cine, pero sin el glamour ni la vida excitante de un Marlowe. Necesitaba urgentemente una reforma en mis hábitos. Y aquella noche se me ocurrió dar una vuelta por los muelles. Miraba las aguas turbias, cuando pasó aquel tipo cerca de mí y comencé a estornudar sin tregua. Corrió asustado, como si fueran tiros y lo seguí con mi automática a punto, hasta darle caza. Resultó ser un mafioso. Después vinieron otros casos. Siempre me ocurre igual. Sufro algún tipo de alergia al mal. Decidí aprovecharlo y hacer el bien. Estudié para juez. No falla: entra un culpable en la sala y no paran los estornudos y el lagrimeo hasta que se lo llevan esposado. A más maldad, más estornudos.

22 comentarios:

David Moreno dijo...

Algunos dones tienen contraprestaciones indeseadas, como este caso, jeje
Bien acabado.
Enhorabuena.

Un saludo indio

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me pregunto si dejarás algún mes libre para que alguien más pueda ser finalista, Lola. ¡Menos mal que yo no concurso, pero me temdrías deprimidito!

Buen cuento que me ha dejado pensando que bien nos iría a todos si pudiesemos contar con ese don para detectar politicos corruptos, o por el contrario, eficaces y no ineptos.

Un abrazo. He disfrutado leyendote.

Susana Camps dijo...

El enfoque es un rato original. Ni gabardinas ni mafiosos ni serie negra: lo despachas a estornudos.
Genial, Lola.

Unknown dijo...

Ah! Qué bien nos vendría alguien así por acá: no tendría tregua, ja ja
Útil a la sociedad como el que mas, lástima que deba padecerlo.
Aplicar justicia hace sufrir? Así parece...

Merecido finalista Lola!!!

Besos

Nicolás Jarque dijo...

Lola, ojalá todos los jueces y policías sufrieran de este mal, todos nos beneficiaríamos. Me gustó la originalidad del micro.
Felicidades por la mención.
Besos sin estornudos.

Lola Sanabria dijo...

Así es, Indio, nada es gratis.

Estaría bien, Pedro, para quien no tenga nada que temer.

El estornudo, Susana, puede tener muy mala leche por los virus que envía al aire de los pulmones de otro.

Lo mismo acababa con una pulmonía, Patricia, de tanto maleante.

Muchos chorizos no tendrían nada que hacer en la política, Nicolás.

Abrazos a repartir.

Puck dijo...

Lola, me gustó mucho. Te sigo entre los finalistas de ese concurso y seguro que la IV edición será la tuya. Nos leemos
saludillos

Elysa dijo...

No estaría mal tener unos cuantos como este para tener la certeza de que las cosas se hacen bien.

Un micro con las palabras bien aprovechadas.

Besitos

AGUS dijo...

Es una pieza muy original, de impecable factura y arquitectura sólida. A medida que avanza este consurso su deuda contigo se acrecenta. Enhorabuena por estar siempre ahí.

Abrazos.

Odys 2.0 dijo...

Esperemos que no llegue el día en que, al mirarse en el espejo, al buen juez le entre un ataque de estornudos...

Besos.

¿Ya no me ajuntas?

Juan Leante dijo...

La intuición y las alergias, ya lo creo que funcionan. Y si les dejas hablar unos segundos ya sabes con certeza que son culpables.
Muy ocurrente tu relato.
Besos.

Unknown dijo...

Sería bueno poder disfrutar de ese "sensor" y que todo fuera así e sencillo.

Elena Casero dijo...

El relato es muy original, por eso quedó finalista, porque es otra manera de enfocar un catarro.

Felicidades

Lola Sanabria dijo...

¡El jurado te oiga, ranita!

Estaría fantástico,Elysa.

Hasta que me canse, Agus.

Me has puesto los pelos como escarpias, Alberto, ante la posibilidad de que no quede ni un juez incorrupto.
Y claro que te ajunto, pero estos días ando más atareada que un gato en una matanza entre presentaciones de libros, cotilleo Eñe, manifestación y comida familiar.

Si se pudiera leer en la frente de los corruptos, otro gallo cantaría, Juan.

Sencillo y complicado a la vez, Fernando, porque sería un arma de doble filo, según quién la tuviera así sería utilizada para distintos fines.

Yo arrastro una alergia a vete tú a saber qué desde hace siglos. A lo mejor es a la maldad. Voy a estar atenta cuando me entre la tos y los estornudos, Elena.

Abrazos a repartir.

Mar Horno dijo...

Ya te lo dije en su día, es buenísimo. Más dones de esos tenían que existir. Enhorabuena. Un beso.

Maite dijo...

Buenísimo, Lola, muy bien encajadas las cinco piezas en el texto. Seguro que es uno de los seleccionados en el librito final :) Besos

Lola Sanabria dijo...

Gracias, mil, Maite.

Puñado de besos.

josé manuel ortiz soto dijo...

Lola, si esto funcionara en la realidad sería de gran ayuda. Aunque me temo que los jueces malos serían los primeros en caer por una reacción anafiláctica (víctimas de su propia alergia).

Un abrazo.

ernesto ortega dijo...

No fallas, ¿eh?. Está bien esa alergia. Yo se la estoy coguiendo a los politicos, sale uno en la tele y me pongo malo.

Besos

Lola Sanabria dijo...

No es mala idea lo de la caída de los jueces malos, José Manuel.

Yo le tengo tanta que en cuanto alguno asoma la jeta en la televisión, cambio de canal o la apago, Ern.

Par de abrazos.

Javier Ximens dijo...

Jeje, hay personas que tienen olfato y este tiene estornudos. Un poco surrealista el tipejo, sobre todo en lo de hacerse juez en tres palabras, buena elipsis.

Lola Sanabria dijo...

Tendría la nariz roja como una guindilla de tanto estornudo.

Besos agradecidos, Ximens.