17/3/22

EL FOTÓGRAFO

 


Tomada de la red

Las detonaciones se escuchan cerca. Están tomando la ciudad. Salgo al jardín. El cielo se ilumina con edificios ardiendo como antorchas gigantes. Disparo varias ráfagas para captar las imágenes. No lo veo venir. Me sorprende la orden a mis espaldas. Obedezco. Dejo la cámara en el suelo, me acuclillo y cubro mi cabeza con las manos. Inmortalizar el amanecer y saborear la primera taza humeante de café de la mañana. Plasmar la tarde de tertulia en torno a unas jarras de cerveza en el bar del hotel. Retratar la pasión de una última noche con Lina, follando hasta caer rendidos. Tres deseos sí, pero un solo día. Espero el tiro de gracia.

El punching ball de todos los periodistas, el chico de los recados, el payaso que recoge burlas y chistes como si fueran pelotas de tenis interrumpe la escena con un fundido en negro al aparecer por la puerta. ¿Qué haces así?, pregunta.  El soldado ha desaparecido. También mi cámara.

No hay comentarios: