8/4/13

LA COSTILLA DE EVA

Toamada de la red.


Miro la piel plisada como falda, las manchas, islotes sin mar ni costa, de mis manos, los nudos en las articulaciones de mis dedos, mientras lo oigo. Se ha enamorado de la joven vecina del sexto. 
- ¿Te acuerdas? Sí, mujer, la del chucho- insiste.
No voy a montar ningún escándalo. ¡A ver si se estrella!
Entonces comienza a enumerar bienes. 

- El televisor de plasma lo pagué yo. El ordenador también es mío. La cuenta del banco la dejaste vacía con tus compras estrafalarias.
Piensa que me falla la memoria. Echo la cabeza hacia atrás para verlo bien, en perspectiva. Sigue siendo el mismo fiscal prepotente al que vapuleé hace treinta años. Y ahora vuelve a por otra. No escarmienta. Me acerco y dejo un beso en sus mejillas descarnadas. Es de agradecer que, cuando ya nada me motivaba, venga él y me ofrezca en bandeja la ocasión para volver a lucirme como abogada.

5 comentarios:

Susana Camps dijo...

Extraordinario, Lola. Esa mirada fría, ese cinismo cansado, son espléndidos. Los reproches de él... para qué comentar. La vida misma.
Sabes que me gusta mucho pasar por aquí. Nunca me voy de vacío.
Un fuerte abrazo.

Salvador León dijo...

Está claro que el incauto personaje de tu micro, Lola, no ve venir el peligro, y se las van a dar todas en esas descarnadas mejillas. Por cierto ,merecido se lo tiene por bobo y encima ruín. Un abrazo Lola .

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me imagino que este micro es uno de los abogados y sólo siento no saber dónde están escondidas las palabras obligatorias, Lola; porque -por lo demás, es decir, alejándonos de mis vicios como lector- es un relato estupendo.

Un abrazo,

AGUS dijo...

Coincido, y mucho, con Susana. Subyuga como con tan poco precisas una historia de amor, de idas y venidas. Grande, Lola. Abrazos, besos.

Lola Sanabria dijo...

Extraordinario, tu comentario, Susana.

Lo bordas, Salvador: bobo y ruín.

Nació de ahí pero se ha transformado, Pedro.

Y vapuleos mujeriles, Agus.


Besos volados.