Nada más verla acercarse, la cogió de la mano y la arrastró detrás del mostrador de Coca- Cola. Ella intentó hablar, pero él le tapó la boca. Le bajó la malla violeta y entró en su cuerpo con un deseo olvidado después de tantos años de rutina. Se incorporó al dar los cuartos, con una serpentina sobre la cabeza. Subía la cremallera de su pantalón, cuando se encontró de frente con la otra mariposa. Dos cuencos de uvas temblonas en cada mano y el anillo brillando en el anular.
¡¡¡Que este año que comienza, recojáis todos una buena cosecha de relatos!!!
5 comentarios:
Lo mismo te deseo Lola...Feliz 2012 y mil besos desde el aire
Feliz 2012! Y magnífico relato para despedir y recibir el año. Mariposas, temblores, máscaras, rutina... Todo eso y más cabe en esa danza, en ese aleteo de vida. Espléndido.
Abrazos, besos.
Rosa, deja caer desde el aire tus poemas para que podamos recogerlos.
Espléndida es esta mañana con la que recibimos el año, Agus. Yo, feliz de tenerte aquí. Siempre.
Abrazos a puñados.
Si es que no puedes así al tuntún, con las mariposas te tienes que fijar mucho, que se parecen todas una barbaridad.
Creo que ya te lo comenté, pero quería desearte que tengas un año bueno en lo que tú desees que sea.
Abrazos, Lola.
Las mariposas atraen como la luz a las polillas. Y allá vas de cabeza, Miguel Ángel.
Abrazos de apertura de año.
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