31/12/11

BAILE DE MARIPOSAS

Dejo aquí el relato de despedida del año y de Euro-pa-labra alcanzada por los recortes.

Nada más verla acercarse, la cogió de la mano y la arrastró detrás del mostrador de Coca- Cola. Ella intentó hablar, pero él le tapó la boca. Le bajó la malla violeta y entró en su cuerpo con un deseo olvidado después de tantos años de rutina. Se incorporó al dar los cuartos, con una serpentina sobre la cabeza. Subía la cremallera de su pantalón, cuando se encontró de frente con la otra mariposa. Dos cuencos de uvas temblonas en cada mano y el anillo brillando en el anular.

¡¡¡Que este año que comienza, recojáis todos una buena cosecha de relatos!!!



28/12/11

AVISO PARA TIERNOS INFANTES

Imagen tomada de la red.


Todos los años por estas fechas, algunos padres sacan del armario el traje de tonto. Los ves en pleno centro de Madrid con una cornamenta en la cabeza (esta temporada se lleva más la de forro marrón que la de lucecitas), una espiral con borla, o una chimenea con un Papa Noel colándose, no sabemos si con la intención de dejar regalos, robar, o, armado de cuchara, degustar los sesos cual Aníbal Lécter. El día siete de enero, esos padres guardarán el traje de bobo en el armario y sus bocas expulsarán la bilis retenida en forma de improperios. Tal vez os alcance algún pescozón o guantazo.

25/12/11

¿EPITAFIO? O, A LA FUERZA AHORCAN

Ilustración tomada de la red

Más de una vez le di esquinazo, por andar ocupada en otras muertes. Llegó el día. Ella, aburrida, se limpiaba el luto de las uñas con la punta de la guadaña, y me vio. No era para tanto, pero tenía que llenar la barca. No me conoce bien. Aries. Testaruda, tirando a cansina. Con verborrea incontinente. Hasta el último aliento. ¿ Quién dice que no pueda convencerla? ¿ Quién, que exista otro remedio contra el dolor que le doy de sesera que no sea el de dar media vuelta y remar hacia la orilla de la vida? Malherida, pero viva. En ello estoy, yo, la Lola.

21/12/11

PERFECCIÓN

Fotografía cogida de la red



Papá gritaba a mamá y mamá lloraba a gritos. La abuela mojaba en silencio el ovillo de lana con lágrimas. Yo la ayudaba a devanar la madeja mientras soñaba con que de mayor tendría una buena familia. Trabajé duro y gané mucho dinero. Conseguí un buen marido y un buen hijo. La niña aún la tengo a prueba. Es rebelde y no hace siempre lo que le digo. Sin embargo no me decido a devolverla.

18/12/11

LA RANITA ME LLEVÓ A SU CHARCA

La ranita me ha llevado a su charca de aguas cristalinas. Me ha alimentado muy bien, tanto que estoy que no quepo en la piel.

Gracias.

Mil.

17/12/11

CAMUFLAJE



El editor fue muy claro: a los lectores no les gustaban las tragedias, no se identificaban con las víctimas. Así que borró guerra y puso discusión. Quitó injusticia y escribió diferentes puntos de vista. Envió a la papelera muerte y tecleó heridas. Sin embargo... El escritor sonrió. Entre zapato y pie, dejó el dolor camuflado.

10/12/11

LA QUEJA INFINITA

Lars Graff

Llevamos media vida así. Tú siempre con la boca abierta; yo barriendo y despejando el camino. Media vida es mucho y estoy cansada. Esperaré sentada aquí en lo alto, como juez de silla. Saltarán los batracios, se arrastrarán los reptiles por tus zapatos. Se amontonarán y subirán hasta tu barbilla. Y una de dos: o cierras la boca de una maldita vez, o te tragas y te ahogas con tus sapos y culebras.

5/12/11

ADOLFITO (seleccionado en el IV concurso de microrrelatos Calle del Sol)


Basado en la fotografía 'Todos paseamos por la calle del Sol.

Papá es tonto. Mamá lista. Papá siempre dice no. Mamá dice sí. Papá no me da nunca para chuches. Mamá sacó las monedas del bote de Cola Cao. Papá le echó la bronca. Mamá me mima. Amo a mi mamá. Papá no quería comprarme la moto. Odio a mi papá. Mamá me deja ir por la acera. Papá ya no puede impedirlo. Mi mamá lo hizo callar para siempre. Y esos dos, que se aparten si no quieren vérselas con mi mamá. ¡La calle es mía!

2/12/11

EL DESEO Y LA CULPA

Cogida de la red

Cuando mi madre volvió a quedarse embarazada, mi padre dijo que en adelante, iría solo al colegio para que ella descansara. Al principio, nos desayunábamos todos los días con sus vómitos, pero conforme el abdomen se le hinchaba, las náuseas dejaron paso a su pasión por los bocadillos de chorizo. Se volvió una glotona y comía a escondidas en la cocina para que no la viera mi padre y no la regañara. Poco a poco fui perdiendo a mi madre, pues aquella tragona que andaba despatarrada por la casa, parecía estar en otro mundo y no me hacía el menor caso.
Uno de aquellos días, dijo no tener tiempo y rechazó la lectura de mi trabajo de Lengua. Cuando más tarde me preguntó si quería que mi nuevo hermano fuera niño o niña, le dije que me daba igual y que ojalá no naciera. Pasaron los días y una noche, mientras cenábamos, al levantarse de la silla, dejó el asiento manchado de sangre. Era una niña y estaba muerta. A mi madre casi se la lleva con ella y a mí me estuvo torturando durante mucho tiempo la niña de Frankenstein, la única muerta que yo conocía.