Abarco con la mirada la plaza. Terrazas abiertas a la risa
y la conversación animada en torno a unas jarras de cerveza y unas patatas
fritas. Parejas cogidas de la mano. Pandillas de adolescentes que gritan el
orgullo insolente de su juventud. Ancianos que caminan despacio, parándose de
vez en cuando a descansar. Un hombre estatua se lleva el sombrero a lo Charlot
a la cabeza y da dos pasos hacia delante con sus zapatones, cuando un niño echa
una moneda en el pañuelo extendido en el suelo. La vida sigue. Y yo expulsada
del paraíso. Yo sin mi niña.
30/12/14
20/12/14
RELATO GANADOR DE ESTA SEMANA Y UN FINALISTA DE WONDERLAND
REGALO
Lo encontré en el agua, una mañana tórrida de agosto. Me
había alejado de la orilla abarrotada, buscando un espacio de soledad y, cuando
quise regresar, no pude. Él me devolvió sin esfuerzo a la arena. Me fui a vivir
con él a su casa del acantilado. Siempre sospeché que su pasión por el
submarinismo era algo más que una afición. Pero en sus caricias naufragaban mis
preguntas. Cada vez pasaba más tiempo zambullido en el mar, hasta el día en que
no regresó. Me dejó el embrión de un niño pez plateado nadando en las
profundidades de mi vientre.
A partir del minuto 28:40. Para escuchar el relato clicar aquí
NADA, DEMASIADO
La sospecha fue arraigando en su interior hasta acabar en
certeza. Él le robaba hasta el último aliento con cada beso. Un catarro. Una
gripe. El cólico nefrítico que la hizo llorar a gritos. La gastroenteritis...
Cada uno de sus males sanaban en los labios del enamorado, mientras él
enfermaba de repente. La casualidad, se decía ella. Pero llegó el terror en
forma de tumor de huesos. Inoperable. Ahora el cuerpo del marido se hunde,
esquelético, en la cama. Ella lo mira. Le duele la garganta. Duda. Le pide un
último beso. Total, lo de él ya no tiene remedio.
10/12/14
A LA HORA SEÑALADA
30/11/14
BORRADO
Nunca supo en qué instante ocurría cada pérdida. Tampoco
habría querido saberlo. El llanto con que entró en la vida. La primera risa. La
voz infantil. El gesto de limpiarse un beso de la tía Maruja. El vozarrón de
adolescente. La fiereza de la mirada cuando sorprendió a la madre revolviendo
sus cosas en su habitación. La mano cerrada y el labio mordido, para controlar
las lágrimas que se desbordaban, al romperse el brazo. El limbo en su expresión
y la sonrisa boba cuando se enamoró de Laurita. Su andar elástico como si fuera
a tomar impulso y saltar en cualquier momento. Todo se lo llevó el olvido. Y
ahora sólo le queda un chaval, su chaval, como una estatua de cartón, dentro de
una cartulina sepia.
23/11/14
GANADOR SEMANAL Y FINALISTA DE WONDERLAND
Podéis escuchar el relato a partir del minuto 33:47 clicando aquí.
OTRA
OPORTUNIDAD
Ayer
tarde se formó una tormenta de viento. Apareció de repente. Yo recogía la ropa
del tendedero, sorbiendo lágrimas interiores y liberando sábanas de pinzas
moradas. Caían éstas en un cestillo de mimbre, con chasquidos de huesecillos
mondados. Justo cuando doblaba el pernil de un pantalón sobre el otro, hice ese
movimiento con la mano como si limpiara un cristal o borrara lo escrito en una
pizarra. Me agarré con fuerza, aun así, aquel huracán me llevó en sus tripas.
Amanecí en otra cama, otra casa, otra vida. De momento voy a probar con esta
familia. Tiempo tengo de regresar.
ROLES
No tenéis hijitos a quienes acunar contra vuestro pecho.
Tampoco limpiáis babitas con una
servilleta. Ni dais biberones para ver sus cabecitas perladas de sudor mientras
succionan leche. Ni que decir tiene que nunca ponéis pañales ni los retiráis cuando
están sucios. No hay baños, ni aceite, ni colonia de bebés. Tampoco recibís un
mordisco rabiosillo cuando echan los dientes. No me mires así. Yo soy la madre,
¿ves? Y este cabroncete que acaba de echarme el puré como un surtidor a la
cara es mi niño. Y tú, Indalecio, que te las das de padre, eres sólo un
donante.