“Semana de lluvias” le dice el abuelo a la abuela mientras se soba la rodilla izquierda. Y llueve a cántaros. “La Justa tendrá gemelos”, asegura, rascándose ambos brazos. Y hay doble bautizo. “Al Pedro le ronda la muerte”, vaticina con una mano en el pecho. Y al poco las campanas tocan a difunto. Hace días que el abuelo no sale de casa para echar con los amigos la partida de cartas. Se sienta al lado de la abuela, en el corredor, entre las macetas. Ella hace ganchillo y él se acaricia el lado corazón sin dejar de mirarla de reojo.
Hacia el minuto 49
Enhorabuena. Lo peor de las premoniciones es comprobar que se cumplen.
ResponderEliminarEnhorabuena. Me queda mucho por aprender.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias, Araceli.
ResponderEliminarA mí también me queda mucho por aprender, David. Gracias.
Soble de besos.
ENhorabuena Lola!!!!
ResponderEliminarMe alegro mucho !
Muy muy bueno.
ResponderEliminarIgual, que el abuelo se quede lejos de mi... y si no me conoce, mejor.
:)
Gracias, mi niña, Ro.
ResponderEliminarWalter, me he partido de risa con tu comentario. Sí, yo creo que lo mejor es la distancia.
Doble de besos.
Muy bueno, Lola. Es mejor no saber lo que depara el futuro y que la vida te sorprenda.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.
Felicidades, Lola. La imagen final es exquisita, emocionante.
ResponderEliminarAbrazos.
Enhorabuena, Lola. Cómo me llevas a mis abuelos, grandes observadores de la naturaleza. Que bien escribes, chiquilla.
ResponderEliminarQue bonito Lola, qué precioso,
ResponderEliminarenhorabuena.
Un beso.
Enhorabuena, Lola. Creo que ya te lo conocía. Es tan tuyo (léase bueno), que después de unos días he empezado a asomar la nariz contigo.
ResponderEliminarUn abrazo, Lolaza.
¡Enhorabuena, Lola! ¡Qué grande!
ResponderEliminarLa posibilidad de adivinar el futuro siempre me ha dado un poco de miedo. No me gustan las decepciones.
Un abrazo,
Enhorabuena, Lola! Me encanta este abuelo tuyo, como un monstruo de Frankenstein de la adivinación.
ResponderEliminarAbrazos!
¡Cómo me gusta este micro! Son muy cercanos, muy reales estos abuelos en sus rutinas, pero ¡pobre abuela!
ResponderEliminarCada vez que paso por aquí tienes un premio nuevo, y no me extraña.
Un abrazo
Enhorabuena, Lola! No hacía falta una premonición para saber que volverías a ser ganadora en Wonderland. Por cierto, no sé dónde leí que el año que viene, si Dios quiere, publicarás tu primer libro. Si es así, aquí hay un fan deseoso de comprarlo. Un abrazo.
ResponderEliminarAy, qué dolor en el pecho. Cuando lo lamento, más por él que por ella, su dolor empieza antes de que llegue la mala noticia.
ResponderEliminarEn cualquier caso, felicidades por ser el ganador, es lógico.
Un besote.
¡Felicidades! Un relato inquietante y muy bien premiado. Besos
ResponderEliminarYa te lo dije ayer, Lola, enhorabuena por el microrrelato. Me alegra que te lo lleves tú, aunque así, participando tú, no hay manera de que ganemos los demás... Un abrazo y a seguir así.
ResponderEliminarEnhorabuena niña.
ResponderEliminarYo creo que hay personas así. Hacen un comentario y ya te estás mirando la lengua.
Besos.
Qué maravilla de relato.
ResponderEliminarSobran comentarios
Sí, Sara, a mí también me parece mejor no saber el futuro.
ResponderEliminarEl corazón es algo más que un órgano, Agus.
A los abuelos los escuchabas porque tenían algo que darte siempre, Ximens; ahora, no sé.
Bonito, tu comentario, Paloma.
Sí, Miguel Ángel, ya lo conocías, sólo que un poquito cambiado.
Claro que da miedo eso de conocer un mal futuro, Pedro.
Para monstruo, monstruo, tú. De las letras, Jesus.
La abuela, Nieves, no se enteraba de nada. Bueno, al menos eso espero.
Muy generoso, Francesc, tu comentario. Y eso del libro y el año que viene si dios quiere, es por lo del Hermano Lobo ¿te acuerdas?
Tienes razón, Luisa, es peor darse cuenta, como le pasa a él, que seguir con sus cosas, como le pasa a ella.
Gracias, Susana. Inquieta, lo que no controlamos, lo que nos viene dado y con sombras.
Sí, Víctor, ya me lo dijiste, pero me encanta que me lo repitas. Y no, no creo que el hecho de que yo participe sea un impedimento para que tú coloques (y lo harás) uno de tus excelentes microrrelatos.
Tú has conocido a alguna, Juan. Muy bien lo sabes.
Abrazos y besos a repartir.
Enhorabuena, Lola! Qué buena eres! Un beso.
ResponderEliminarCon esas cuatro palabras, querida Cora, ya lo has dicho todo.
ResponderEliminar¡Tú sí que eres bueno! (Y ahora empieza el más tú, no más tú)
Abrazos dobles.
Joder, Lola, qué bueno!!!!
ResponderEliminarAsí no ibas a ganar!!
Perdóname por mis ausencias, soy yo quien se pierde la degustación de estos manjares.
Abrazos a pares
Gracias, Anita.
ResponderEliminarCuando nos veamos, me pagas unas cañas y estás perdonada.
Besos con mucho morro.