Asoma una raya de luz debajo de la puerta. Pero no puede ser porque ella siempre duerme a oscuras. Fuego fatuo que se apaga. Y él que se mueve a tientas, desorientado, sin encontrar la salida.
Brillante, Lola. En apenas tres líneas una historia que, como mandan los cánones, resta abierta a múltiples interpretaciones. Pero lo más importante es la sensación de desasosiego que transmite, y la desoladora ausencia.
Ese fuego fatuo, esa esperanza de luz que se apaga, resulta tan desoladora como la necesidad de huida. Dos imágenes de una enorme potencia poética para pintar una ruptura. Con qué poco trazas los dos caminos. Abrazos admirados
"Fuego fatuo que se apaga": en esa imagen parece que resumas toda la desazón concentrada y vivida por los diferentes personajes. Un micro lleno de aristas. Me encantó. Abrazos, Lola
¡Venga, voy de un micro detras de otro, Lola! Y a cada cual mejor, y subiendo en intensidad y emoción. Es un gusto pasar por aquí y quedarme un rato disfrutando.
Brillante, Lola. En apenas tres líneas una historia que, como mandan los cánones, resta abierta a múltiples interpretaciones. Pero lo más importante es la sensación de desasosiego que transmite, y la desoladora ausencia.
ResponderEliminarAbrazos, besos.
Poesía dolorosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese fuego fatuo, esa esperanza de luz que se apaga, resulta tan desoladora como la necesidad de huida. Dos imágenes de una enorme potencia poética para pintar una ruptura. Con qué poco trazas los dos caminos.
ResponderEliminarAbrazos admirados
¡Qué amargo, Lola! Me admira cómo logras un efecto tan duro en tan poco espacio.
ResponderEliminarUn abrazo,
Sí, Agus, desolación a la enésima potencia.
ResponderEliminarBuen dardo, Carlos.
Las rupturas son muy dolorosas, Susana.
Amarga como la quina, Pedro.
Abrazos agradecidos.
Eso es echar a alguien de menos.
ResponderEliminar¡Ya lo creo, Sergio!
ResponderEliminarPar de abrazos.
"Fuego fatuo que se apaga": en esa imagen parece que resumas toda la desazón concentrada y vivida por los diferentes personajes. Un micro lleno de aristas. Me encantó.
ResponderEliminarAbrazos, Lola
¡ay¡Lola que lo he leído dos veces porque la primera creía que me había perdido algo, pero no. Cuánta soledad, pobre hombre.
ResponderEliminar¡qué bueno, en tan poco¡
¿cómo no quieres que aprenda de todos vosotros?
Gracias por tu comentario en la Nave.
Estoy contenta de ser un loco más.
Besos grandes
Y a mí me encantó lo de micro lleno de aristas, Gemma.
ResponderEliminarLa soledad, esa compañera indeseable que se te pega como alquitrán, Elena.
Al paso que vamos, la Nave va a reventar con tanto loco.
Abrazos a repartir.
Qué doloroso momento. Ese parece, pero no. Esa esperanza, y esa certeza luego. Esa luz, y esa oscuridad. Grande, Lola.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ojalá encuentre algo de luz, Miguel Ángel!
ResponderEliminarAbrazos de gigante.
Cada vez necesitas menos palabras para dejarnos con el corazón en un puño. Me gusta mucho
ResponderEliminarsaludillos
Hola Ranita, guarda bien tu corazoncito de emociones fuertes, que eres muy pequeñita.
ResponderEliminarAbrazos saltarines.
¡Venga, voy de un micro detras de otro, Lola! Y a cada cual mejor, y subiendo en intensidad y emoción. Es un gusto pasar por aquí y quedarme un rato disfrutando.
ResponderEliminarBesitos
El gusto es mío, Elysa.
ResponderEliminarAbrazos de osa.
Precioso y triste hasta...
ResponderEliminarFelicidades, Lola...otra vez
Gracias, Tor. Las que tú quieras.
ResponderEliminarTriple de abrazos.