Les hago fotografías mientras Román distrae a las madres. Después mamá elige. “¡Ésta!”, dice muy animada, golpeando la cartulina con la punta deforme de su dedo. Se la traemos y ella se vuelca. Juguetes, ropas, consolas, lo que quiera a condición de no salir a la calle, de olvidarse de su madre. En cuanto se le pasa el llanto, se vuelve caprichosa, ingobernable, y hay que devolverla. Y otra vez, mi hermano y yo, a visitar parques.
28/1/12
26/1/12
REPITO LA JUGADA
Yo no soy ella, soy yo, el de la foto, y me llamo Juan y por ser tan buen fotógrafo no habéis podido leer los textos del CONCURSO DE ANADE colgado más abajo. Espero que ahora esté más legible porque si no
vamos a tener un disgusto (Entre ella y yo, claro).
I PREMIO DEL CONCURSO INTERNACIONAL DE CUENTOS ANADE (APARTADO PERSONAS CON DISCAPACIDAD FÍSICA, SENSORIAL O CON ENFERMEDADES MENTALES)
TORMENTAS EN LA MEMORIA
Viste vieja?, salió el sol. Siempre las tormentas pasan, vos lo sabés mejor que nadie, en nuestro camino, tantas veces creímos naufragar. Pero logramos llegar a tierra. Cómo pasan los años, hasta en las paredes de nuestra casa se nota. Nuestra casa. ¿Te acordás lo que hinchaste para que hiciera la cocina grande?, es tan enorme este lugar ahora, que más de una vez se me pierde tu aroma y tengo que inventármelo al igual que tu imagen. Pensar que en algún momento la pudimos llenar, aún me parece escuchar aquellos sonidos de domingo.
Mirá cuántas piezas vacías, por tu manía de querer que cada uno de los chicos tuviese una. Si nos habremos deslomado para hacerlas, vos sentada todo el día en la máquina y yo haciendo horas extra en la alpargata, pero lo logramos. Cuando nos vinimos a vivir aquí, solo teníamos la cocina, una pieza, el baño afuera y nuestra amada galería con la palmera en medio. Los mates que hemos tomado bajo sus hojas, me parece verte, tu vientre inmenso, toda vos eras flor. Si supieras las veces que se me piantó una lágrima, cuando ibas a calentar la pava, y me quedaba mirando cómo te alejabas, con tu paso lento, el que avisaba de que pronto la casa se volvería a llenar de risas, llantos y pañales. Mira si soy viejo tonto, mientras te contaba esto, que nunca te había dicho, también se me piantó una lágrima.
Es una casa muy grande la que tenemos, cada tanto me desoriento en ella, quizás a vos te pasa lo mismo, por eso a veces cuando te llamo no venís. Seguime, vamos a la puerta de rejas, aún está intacta, al igual que mis recuerdos. Mirala vieja, tan fuerte como siempre, ¿recordás cuando vinieron los milicos a buscar a Jorge?, no la podía abrir los muy desgraciados, lo que les costó que cediera sus brazos, como los tuyos, antes de que te lo arrancasen. Esta puerta dice mucho de nuestra historia, si te habré visto, recostada en ella, esperando a tu hijo, a nuestro hijo, ese que nunca volvió. Por tu silencio, sé que te pusiste triste, al igual que yo. ¿Viste, Elena?, es mentira que el tiempo lo cura todo, hay heridas que jamás se cierran, solo se cubren de polvo.
No quiero que te pongas mal, mejor hablemos de cosas lindas, que también tenemos muchas, como cuando salí del brazo con Margarita el día que se casó, vos no parabas de llorar, y yo te juro que tenía unas ganas de volver sobre mis pasos, sabía que al traspasarla esa puerta, la nenita a la que por años, cada mañana, llevaba a la escuela, ya no dormiría bajo mi mismo techo. Y luego los nietos, sus bautismos, las Navidades en la galería. Nuestra vida y cada uno de los recuerdos que nos quedó de ella están dentro de esta casa. Entremos, vieja, vamos a tomar mate, porque se está nublando de nuevo, y, como te dije antes, a veces, con las tormentas me desoriento.
Myriam Claudia Peradotto (Argentina)
24/1/12
VII PREMIO INTERNACIONAL DE CUENTOS ANADE
Hoy se ha hecho la entrega del VII Premio Internacional de Cuentos para personas con discapacidad promovido por la Fundación Anade, en la Consejería de Cultura de Madrid. En esta nueva convocatoria, el primer premio para personas con discapacidad intelectual, así como dos relatos que han incluido en el libro, son de usuarios del C.O donde trabajo. Espero que disfrutéis con su lectura.
Una belleza la portada del libro. |
Marisa Lacón quien ya ganó el segundo premio otro año. |
Julia Moreno nos cuenta, a través del relato, sus problemas con los pies, en especial con el derecho. |
Miguel Ángel es un artistazo, como él mismo se dice cada vez que sale de psicoballet. Aquí nos deja una muestra con su relato. |
21/1/12
CAMBIAR EL MUNDO
Brotó en plena calle. Apenas rompiendo el asfalto. Un hilo fino amarrado a una anilla que engordó calladamente. Sentado en la escalera de su vivienda, con las manos bajo la barbilla, el niño lo observaba. Varios años y dos estirones más tarde, el hilo es cuero endurecido. El joven se levanta, se acerca a la anilla, mete los dedos, los flexiona y tira. El mundo se vuelve azul, verde y rosa.
19/1/12
WONDERLAND
EL CEPO
Se sienta en el balancín del porche y escucha, en un silencio de bisagras oxidadas, los golpes y los gritos que reverberan en su cabeza. Cuando la tarde agoniza, enciende el farolillo y observa cómo la luz atrae a las polillas. Caen dentro de la urna mortuoria, con las alas quemadas, apiladas unas sobre otras. A medianoche, se levanta, recorre el sendero de grava, empuja la cancela y sale al camino que lleva al puerto. En las tabernas se encuentran los mejores especímenes. Hombres siempre dispuestos a dar un puñetazo, a romper algún diente. Hombres, muy hombres. Como su padre.
Se sienta en el balancín del porche y escucha, en un silencio de bisagras oxidadas, los golpes y los gritos que reverberan en su cabeza. Cuando la tarde agoniza, enciende el farolillo y observa cómo la luz atrae a las polillas. Caen dentro de la urna mortuoria, con las alas quemadas, apiladas unas sobre otras. A medianoche, se levanta, recorre el sendero de grava, empuja la cancela y sale al camino que lleva al puerto. En las tabernas se encuentran los mejores especímenes. Hombres siempre dispuestos a dar un puñetazo, a romper algún diente. Hombres, muy hombres. Como su padre.
Os copio la traducción del traductor oficial del programa. Gracias, mil, Agustín.
La clave del microrrelato es que utiliza técnicas propias de la poesía, recreando imágenes líricas muy potentes que juegan al equívoco, al despiste. El título es muy amplio, significativo y simbólico. Es un texto de atmósfera, la autora recrea con precisión y certeza una fotografía triste, dura, oscura. La historia se mueve en círculos, sugiere pero no dice, hasta que llega al final contundente, sin ningún tipo de concesión y fisura. La aparición del padre al final - una figura que hasta entonces no había aparecido en la narración - obliga al lector a volver al inicio y realizar una segunda lectura donde se aprecian con más claridad los detalles ínfimos que componen el texto, como si de un puzzle se tratase.
La clave del microrrelato es que utiliza técnicas propias de la poesía, recreando imágenes líricas muy potentes que juegan al equívoco, al despiste. El título es muy amplio, significativo y simbólico. Es un texto de atmósfera, la autora recrea con precisión y certeza una fotografía triste, dura, oscura. La historia se mueve en círculos, sugiere pero no dice, hasta que llega al final contundente, sin ningún tipo de concesión y fisura. La aparición del padre al final - una figura que hasta entonces no había aparecido en la narración - obliga al lector a volver al inicio y realizar una segunda lectura donde se aprecian con más claridad los detalles ínfimos que componen el texto, como si de un puzzle se tratase.
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