Yo no soy ella, soy yo, el de la foto, y me llamo Juan y por ser tan buen fotógrafo no habéis podido leer los textos del CONCURSO DE ANADE colgado más abajo. Espero que ahora esté más legible porque si no
vamos a tener un disgusto (Entre ella y yo, claro).
Gracias, Juan. Me gusta ese burro, tiene cara de bueno.
ResponderEliminarYo lo leo ahora bien. ¿Alguna queja?
Abrazos, los que quieras.
Ninguna queja
ResponderEliminarLola, Juan, gracias
Y abrazos
Entonces todo en orden.
ResponderEliminarBesos agradecidos, Patricia.
Por mí perfecto, niquelao, niquelao. Y el burro, guapo, guapo, sólo le falta ladrar. Felicita Lola a todos de mí parte. Gran iniciativa.
ResponderEliminarAbrazos.
Es bonico ese borrico con las orejas tiesas ¿eh, Agus? Cuando vuelva al tajo, veré si los puedo asomar a esta ventana para que lean vuestros comentarios.
ResponderEliminarAbrazos al cubo.
Jajajajajajaja
ResponderEliminarEs que son genialessss. Lo digo en serio, no me lo puedo creer. Bueno, sí, me lo creo porque lo veo. Pero qué imaginación. Me parecen más originales que muchos que leo a veces. Y veo cierta influencia "millasena", puede ser?
Abrazos.
Sí que costaba sí. La otra ocasión creo que aumenté una o dos dioptrías para leerlo.
ResponderEliminarAhora de fábula.
Gracias
Reitero mis felicitaciones
Gracias Lola y Juan. Hubiese sido una pena perdérmelo. Me han gustado mucho. Mi enhorabuena a los autores.
ResponderEliminarBesos desde el aire a repartir.
Veo la ternura que hay detrás de estas letras. Y es mucha.
ResponderEliminarBesos pa comerte, Lola.
Los cordones y las zapatillas maravillosos. El burro soy yo hoy, menudo viernes llevo. Un beso Lola y Juan.
ResponderEliminarPues ahora que lo dices, Miguel Ángel, sí que veo algo millasiano en algún relato.
ResponderEliminarXesc, a mí no me vayas a venir con reclamaciones que esas dioptrias sabe dios dónde las pillaste.
Gracias a ti, Rosa, por avisar.
No me comas Pedro Gigante que soy poco bocado para un tío tan grande.
Pasará, el viernes pasará, Mar, y vendrá un día mejor.
Abrazos a repartir.
Lola, estupendo nuevamente. No seas dura con Juan, que su trabajo anterior, se podía leer.
ResponderEliminarUn abrazo y me encantan estos relatos escritos con mucho talento y amor. Se nota.
Para eso le impago, para traer cafés y colocar bien la mesa. Y así va la cosa.
ResponderEliminarBesos agradecidos, Nicolás.
Ahora sí. Ni gafas de cerca ni ná.
ResponderEliminar(Me encantan los burrillos, suelen tener cara de buenos; como Plateros)
Un beso, Luisa
Ninguna queja, se lee fenomenal y se disfruta a tope.
ResponderEliminarAhora genial Lola, ayer me deshojé como una margarita.
ResponderEliminarMuy bellos.
Besos
Se leen perfectamente, Lola; aunque a algunos nos gustaría oler el papel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya, ya, cara de buenos pero tiran unos bocados a las canillas, en cuanto se ponen burros, que te crujen el hueso, Luisa.
ResponderEliminarMe alegro de que disfrutes, Maite.
Nada, nada, a regar la margarita, Laura.
Es cierto, Pedro, el papel tiene un olor especial.
Abrazos a repartir.
Ahora sí, Juan, aunque yo recurrí a una lupa que tenía a mano. Venga, ya puedes cambiar la foto, aunque el burrito es muy guapo.
ResponderEliminarBesitos
Pero bueno, Lola, deberías avisar a los políticos pata poner su retrato en tu blog, a ver si te lo van a chapar! Besos.
ResponderEliminarQue no la cambie que mola, Elysa.
ResponderEliminar¡Pobres burritos, con quienes has ido a compararlos! Te doy así...Manu.
Puñado de besos a repartir.
Se ven perfectamente Lola, y se leen de maravilla y del tirón. Creo que a mi hija le gustaría el de los cordones... y todos en su estilo son muy hermosos, felicita a los premiados de nuestra parte.
ResponderEliminarBesos enormes
Estupendo, Rocío. En cuanto vuelva, les comento.
ResponderEliminarAbrazos al cubo.
¿Dices, Lola, que Julia Moreno, Miguel Angel Treviño y Marisa Lacón, tienen algún tipo de discapacidad?
ResponderEliminarMe gustaría saber plasmar una historia de hartura y desencuentro como lo hace Lacón, a través de algo tan sencillo como unas zapatillas y sus cordones.
El surrealismo de Treviño con la a casa incenciada y la sucesión de descalabros que llevan al lector a comerse una tortilla de patatas en compañía, me ha recordado a Chaplín.
Y al final una historia de amor y ternura, de amor propio: la de Julia Moreno y su nada menos que su pié derecho, o el de cualquiera de nosotros.
Realmente, te pido les traslades mi enhorabuena, al tiempo que la hago extensiva a ti, que sigues manteniendo un proyecto a base de esfuerzo, pasión por la escritura y amor ajeno.
Que donde vayas,lo lleves contigo.
P.D. para el Borrico Administrador:
ResponderEliminarYa quisiéramos muchos asnos humanos, querido pollino, administrar con tanta donosura y pedigrí un Blog como el de esta Lola Sanabria, fabricante de historias multicolores.
Querida Cora, has sabido recoger muy bien el sentir de Marisa, Julia, y Miguel Ángel. Claro que tienen una discapacidad, como todos, la diferencia es que ellos necesitan más ayuda para desenvolverse en la vida, pero en la creatividad tienen mucho mundo que explorar y dar.
ResponderEliminarAbrazos de la pollina.