Ilustración tomada de la redMás de una vez le di esquinazo, por andar ocupada en otras muertes. Llegó el día. Ella, aburrida, se limpiaba el luto de las uñas con la punta de la guadaña, y me vio. No era para tanto, pero tenía que llenar la barca. No me conoce bien. Aries. Testaruda, tirando a cansina. Con verborrea incontinente. Hasta el último aliento. ¿ Quién dice que no pueda convencerla? ¿ Quién, que exista otro remedio contra el dolor que le doy de sesera que no sea el de dar media vuelta y remar hacia la orilla de la vida? Malherida, pero viva. En ello estoy, yo, la Lola.
Vamos, que mucho epitafio, pero no te has muerto como hemos hecho los demás.
ResponderEliminarHay que j... con las Lolas.
En fin, ya tenemos quien nos limpie las lápidas y nos cuente cuentos en la eternidad, que me han dicho que es muy larga.
Un beso, Luisa.
Joer Lola hasta en el epitafio La Lola, me ha gustado mucho ese revelarse incluso ante ella, y nadar hacia la orilla de la vida.
ResponderEliminarBesos muy vivos
R.A.
¡Larga vida a la Lola!
ResponderEliminarProspero 2012, repleto de éxitos, sueños cumplidos y deseos.
Besos de vida.
En eso estaba yo pensando, Luisa, en quedarme de limpiadora. Otra cosa es montármelo sobre vuestras lápidas, que tiene morbo.
ResponderEliminarA mí La Señora me cae como una puñalá trapera, Ro, y pienso decirle cuatro cosas en cuanto la vea.
Abrazos muy vivos.
Yo puedo dar fe de que será así. Cuando la de la guadaña se le acerque y la Lola empieze por: apretar los dientes, parpadearle los ojos de irritación, tartamudear insultos inacabados de los que solo uno o dos podremos identificar: "Fascista de mierda" y "¿Qué estás mirando hija de la gran puta?, en ese preciso momento la parca habrá perdido la iniciativa.
ResponderEliminarY si a continuación se le ocurre entrar en un debate (y no cargársela de inmediato) sobre: "Yo solo cumplo órdenes ", en ese preciso momento la habrá cagado definitivamente y solo le quederá como salida volver el filo de la guadaña y rebanerse el cuello de un solo tajo.
Si lo sabré yo.
Un besazo.
Bueno, bueno, tampoco es para tanto, Juan. Oportunidades doy, pero...¡me cagontó lo que se menea, que no se me acerque esa que le arreo una bofetá sin mano, que decía mi abuela, que no le quedan ganas de volver a por más¡
ResponderEliminarBesos y abrazos de boa (no contrictor)
Lo he releído un par de veces. Has dicho una verdad que de tan evidente la más de las veces logra ocultarse: por mal heridos que estemos la solución nunca será otra que la de remar hacia la orilla de la vida.
ResponderEliminarBravo, Lola!!!!!
Besos
Estoy de acuerdo con Juan, cuando la parca se te acerque en su barca, le pegaras dos voces y saldrá corriendo despavorida, alejandose de La Lola, huirá bien lejos. Besos desde el purgatorio.
ResponderEliminarAy, esa Lola, que ni la muerte se atreve con ella...
ResponderEliminarSólo tú, la Lola, eres capaz de salir viva de tu propio epitafio. Genial
ResponderEliminarfeliz ranidad!!!
¡Ay, Patricia!, es que para quien no cree en el más allá, a rastrás habrá que sacarla de la vida.
ResponderEliminarAsí lo haré, Manu, aunque me han contado que la tipa anda bastante sorda.
Atreverse, Araceli, se atreve, no tiene conocimiento alguno, otra cosa es que una patalee en su momento.
Hay que manipular a la del pañolón negro, ranita; es el último recurso que nos queda.
Abrazos de un rojo vivo que espanta.
Olé por esa Lola rebelde hasta el último momento.
ResponderEliminaryo pongo también la bebida, alcohólica, por supuesto.
Un beso grande
Sí señora, como decía Punset no está demostrado que yo me vaya a morir. Me encantó el espíritu combativo y revolucionario hasta el final. Siempre en lucha. Pa chula, Lola.
ResponderEliminarAbrazos, besos.
Estoooo, Eléna, tráete unas cervecitas frías. Y ya que estamos en ello, unas gambas a la plancha. No por nada, sólo para quitarnos el disgusto.
ResponderEliminarA mí eso de ponerme solemne en mi propio trance, me pone mala y luego viene la de segar y aprovecha que mi hígado no responde, y la vamos a tener y una está por aquello de la paz, Agus. Ahora bien, si hay que montarla, se monta y te quedas divinamente.
Abrazos vivarachos.
La Lola, con las agallas por fuera. No creo que llegue el momento en que la parca te lleve con gusto. Porque le harás la muerte imposible, y porque nadie querrá dejarle.
ResponderEliminarAbrazo caluroso con algunos pelos de punta.
Gabriel
Ya me ha sorprendido bastante ver tu epitafio, pero ahora ya me queda claro que de epitafio nada de nada. ¡Sí, señora! ¡ahí queda eso! a la de la guadaña no hay que darle cuartelillo, si se te enchula yo te ayudo.
ResponderEliminarBesitos
Jajaja, Lola, si se me figuraba a mí que eras Aries...Luchadora hasta para hacer retroceder a la muerte, con los ovarios bien puestos...
ResponderEliminarBesazos a La lola desde el aire
Salir ileso de los naufragios es algo que sólo se consigue con un buen bote y un par de remos. De momento tu pluma y tu teclado te salvan con espíritu rebelde, y ¡me alegro!. Me alegro de encontrar a alguien que diera el vuelco a esta tortilla y se la comiera de forma elegante : con un par de ¡huevos!.
ResponderEliminarFelicidades Lola, y un besote "epitafial".
... sos de las que están muertas y no se dan cuenta.. al estilo "Sexto sentido"? O no te moriste??
ResponderEliminarAsí se hace. Solo se muere el que no se resiste. Está claro, que este tema del epitafio no te va, lo esquivas. Haces bien. Te ha salido un buen micro de supervivencia y biografía.
ResponderEliminarMe ha encantado: se limpiaba el luto de las uñas con la punta de la guadaña.
ResponderEliminarUna suerte, que tú, a diferencia de otros todavía estés por aquí. No se si lo sabes, pero en esta blogosfera hay mucho muerto fácil en este día.
Nico, has estado vagando por ahí, a la búsqueda de tus nietos, y hasta ahora no has asomado el morro por aquí. Me has estilizado la vida.
ResponderEliminarBueno, Gabriel, por lo menos espero dejarle las uñas marcadas en el hueso, que ni carne tiene la joía.
Te cojo la palabra, o la muñeca, Elysa, que en esto de tirar para la vida, cuanta más fuerza se haga, mejor.
A mí los huevos me sientan como un tiro preñao, Laura, pero sólo los de gallina, los del esturión me caen bien, pequeñitos pero molones.
Rosa, de momento ha asomado unas cuantas veces su feo hocico y la he hecho retroceder de un escobazo.
Creo, Viste como son, que de momento me siento como viva. Aunque nunca se sabe.
Ximens, saqué el capote y le di unos cuantos pases. La muy torpe se enredó en el trapo.
Fernando, huele a muerto que echa para atrás. Vamos a tener que sacar las bolsas grandes y negras de basura y echar a todo bicho putrefacto al vertedero.
Abrazos con mucha luz para todos.
Lola resistente. Lola todo talento.
ResponderEliminarAcepta la propuesta pero no se doblega y le da una vuelta de calcetín para burlar al mal fario.
Brillante, Lola. Por estas cosas te admiramos.
Un abrazo.
Menudo subidón, Pedro.
ResponderEliminarAbrazos vivitos y agradecidos.
Di que sí, pues menuda es la Lola, como para que se la lleven a la fuerza, na, na, na... ;)
ResponderEliminarMe encanta esta frase "Ella, aburrida, se limpiaba el luto de las uñas con la punta de la guadaña"
Besos
Muy bueno, cambiar de rumbo y darle esquinazo es una buena salida, para irse con ella siempre hay tiempo. Enhorabuena por este buen epitafío-micro.
ResponderEliminarmicrosyotrashistorias.blogspot.com
Tú no te andas con chiquitas, sea la propuesta que sea, haces LITERATURA.
ResponderEliminarUn abrazo, Lola.
Es que la Señora, Maite, es una guarra.
ResponderEliminar¡Que le den, Yolanda!
Hacemos lo que podemos, Miguel Ángel.
Abrazos y besos agradecidos y con buen ritmo cardíaco.
La Lola, como siempre, ha sobrevivido. Que se mueran otros que tengan más ganas. Rebelión incluso ante la muerte. Un beso.
ResponderEliminar(no sé si voy a sobrevivire a las puñ.. navidades).
¡Animo, Mar, que ya hemos pasado el ecuador! O casi.
ResponderEliminarBesos con sabor a primavera. Sí, ¿qué pasa?, una puede estar en la estación mental que le venga en gana.
Me gusta tu no-morirte, tus bofetadas a la puta parca. Genial, Lola. Un beso
ResponderEliminar¡Qué asco de tipa, ¿verdad?!
ResponderEliminarMil gracias por comentar, Marisol.
Par de abrazos.
Genio y figura hasta la sepultura, que decía mi abuela. :-)
ResponderEliminarUn besote y feliz año!
Como decía uno de los usuarios de un C.O. donde trabajé: "Yo, como no me pienso morir".
ResponderEliminarAbrazos y felicitaciones de fin y principio de año, Gemma.
"...¡me cagontó lo que se menea, que no se me acerque esa que le arreo una bofetá sin mano..."
ResponderEliminarA estas horas de este día tan así, encontrarme con tus amenazas a la Parca, engañosamentes brutas y clarísimas escondemiedos, es lo mejor que podía ocurrirme antes de agarrarme la cogorza del siglo con un cuarto de kilo de la mejor cosecha de Albillo.
¡Que me queda por decirte que, a estas alturas,no te haya dicho o pensado en decírtelo!
Ah, si: que te quiero.
Tuyo
Aitor Menta
Me alegra sobremanera que esta entrada irreverente con la Parca (como debe ser), te haya arrancado una sonrisa.
ResponderEliminarYo también a ti, Aitor. Que te quiero, digo.
Abrazos a puñados desde el 2012.