No me queda sino darte la enhorabuena. Y, claro, pero cómo demonios se le ocurre al nenúfar agitar el agua mientras Narciso se entrega a su rutina diaria de fruición autocontemplativa (vaya palabrota me ha salido). Muy agudo Lola.
Aunque no me gusta madrugar, aunque mataría hasta a mi gato si me incordian lo más mínimo a esas horas, tengo la cabeza algo más lúcida. Creo. En fin que alguna cosilla se maquina en el vagón, Pedro.
Los nenúfares, lo sabe todo el mundo, se enamoran de quien no les conviene, Mónica.
Gracias David. Pero se queda de finalista y punto.
Redondín. Precioso. Tengo un problema con tu blog, Lola. Vengo todos los días pero (según capricho de no sé quién o qué) a veces tarda en abrirse mucho o incluso todo, de modo que sigo adelante. Hoy tuve suerte. Abrazos, PABLO GONZ
Has hecho bien, Rosana, si no me habría quedado sin este comentario tan cuco. Este concurso es de desengrasar neuronas, que ya es bastante. Asómate y mira.
Besos soleados.
P.D. Si a alguien le pasa esto de que no vea publicado un comentario suyo, que lo repita, porfa. Deben de ser las meigas malas porque ya ha ocurrido, al menos una vez más que yo sepa.
¡Buenísimo Lola!
ResponderEliminarMe gustó la versión de Narciso.
Un saludo indio
Siempre que está el agua por delante, Narciso no puede faltar.
ResponderEliminarEnhorabuena
Bien. Un abrazo, Lola.c
ResponderEliminarGracias, Indio.
ResponderEliminarBesos cordobeses.
¡Hay más de un narciso por tierra y agua! Gracias Daniel.
Abrazos, tres o cuatro.
Hola Víctor, un placer ver tu ojito asomarse.
Par de besos.
Muy bueno, Lola.
ResponderEliminarMucha suerte.
Un abrazo.
Qué bien, qué bien!! Muy buenos 140 caracteres ;-)
ResponderEliminarEnhorabuena, me alegro entre mucho y una jartá.
Un beso
Lo que son caricias para unos, son patadas para otros. ¡Ay desamor!
ResponderEliminarUn beso María Puñales, je, je.
Gracias Jesus. La suerte ya está echada pero encantada de quedar ahí entre los últimos cinco o seis finalísimos.
ResponderEliminarY una jartá de gracias, Maite.
Torcuato, no te fíes de la Puñales que es malaje.
Besos al vuelo para todos.
Otro reconocimiento más y sigue. Enhorabuena Lola, excelente pulga. Una vez más talento y esfuerzo se ven recompensados. Me alegro mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Agustín. Es un buen ejercicio matutino. Para cuando se va en el metro.
ResponderEliminarDos o tres abrazos, a elegir.
Enhorabuena, Lola
ResponderEliminarFelicidades
Pues de 140 va la cosa, Lola, pobre Nenúfar, aunque más vale darse cuenta a tiempo de con quién se las está jugando.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
No me queda sino darte la enhorabuena. Y, claro, pero cómo demonios se le ocurre al nenúfar agitar el agua mientras Narciso se entrega a su rutina diaria de fruición autocontemplativa (vaya palabrota me ha salido). Muy agudo Lola.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Eléna.
ResponderEliminarPuñado de besos.
Sí, más vale llevarte el disgusto cuanto antes, Elisa.
ResponderEliminarGracias por pasarte.
Estupenda palabra: autocontemplación. Me la quedo. Gracias Iván.
Par de abrazos para ambos.
Bien aprovechados los 140, y el viaje en metro.
ResponderEliminarMucha suerte!!
¡Muy bueno! Pobre nenúfar, vaya desilusión...
ResponderEliminar¡Felicitaciones,Lola!
Un abrazo con mis mejores deseos.
Enhorabuena por el merecido reconocimiento, Lola. Aunque no deberías necesitarla, mucha suerte!
ResponderEliminarBesos.
David.
Aunque no me gusta madrugar, aunque mataría hasta a mi gato si me incordian lo más mínimo a esas horas, tengo la cabeza algo más lúcida. Creo. En fin que alguna cosilla se maquina en el vagón, Pedro.
ResponderEliminarLos nenúfares, lo sabe todo el mundo, se enamoran de quien no les conviene, Mónica.
Gracias David. Pero se queda de finalista y punto.
Puñado de besos a repartir.
Redondín. Precioso. Tengo un problema con tu blog, Lola. Vengo todos los días pero (según capricho de no sé quién o qué) a veces tarda en abrirse mucho o incluso todo, de modo que sigo adelante. Hoy tuve suerte.
ResponderEliminarAbrazos,
PABLO GONZ
Hola Pablo. Bienvenido. Siento mucho que tengas problemas con mi blog, no sé a qué se puede deber. ¿Meigas de las malas, malas?
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y par de abrazos.
¡Qué bonito! Como la vida misma, este Narciso es que no aprende.
ResponderEliminarMucha suerte en la final y un abrazo
Gracias Rocío, pero la final ya pasó. Bienvenida al blog.
ResponderEliminarPuñado de besos.
Jaja, yo tampoco aprendo Lola. Siento andar tan tarde, prometo ponerme al día.
ResponderEliminarUn beso
¡Eh, eh!, no te pongas medallas que yo soy la despistada number one. Esto, y suerte con lo de Toledo, el relato es fantástico.
ResponderEliminarBesos a pleno sol.
Lola ayer dejé un comentario a este hiperbreve pero algó salió mal evidentemente.
ResponderEliminarDecía que es una cucada, una miniatura redondita y perfecta.
Y que no me había enterado de este concurso, madre mía no damos a basto.
Besos de finde
Has hecho bien, Rosana, si no me habría quedado sin este comentario tan cuco.
ResponderEliminarEste concurso es de desengrasar neuronas, que ya es bastante. Asómate y mira.
Besos soleados.
P.D. Si a alguien le pasa esto de que no vea publicado un comentario suyo, que lo repita, porfa. Deben de ser las meigas malas porque ya ha ocurrido, al menos una vez más que yo sepa.
¡Lola, está buenísimo!
ResponderEliminarMe fascina toda la escena que evoca :)
Saludos.
Gracias, Edgar, encantada de fascinarte con las burbujas de agua.
ResponderEliminarBesos de puente.
¡Bravo!
ResponderEliminarTan breve, tan denso, tan... redondo
Brava tú, que el agua se quedó mansa y acogotada por el narciso.
ResponderEliminarCuatro abrazos y dos besos.
Eres muy talentosa escribiendo los micros de 140. Siempre lo digo, escribir cortito cortito, es muy difícil.
ResponderEliminarGracias generoso.
ResponderEliminarPar de abrazos.