Tomada de la red
Al profesor le gustaba
relatar las mayores gestas de la Historia. Buscaban la gloria, apostillaba una
vez sí, otra también. Con el peso de una noche de alquitrán en los párpados,
Gloria, la todo huesos y ojeras góticas, escuchaba la voz cavernosa de Santiago
como una nana que invitaba al sueño. Solo la sacaba de la modorra escuchar la
palabra gloria. Ese es mi nombre murmuraba antes de caer de nuevo en el
letargo.
Noches de botellón,
nachos y patatas fritas antes de volver a casa donde la esperaba la Pesadilla
con mayúsculas de aquel que usurpaba el título de padre.
Mediodía de una primavera
con lluvias finas lamiendo los cristales, evocación de borrachera de azahares
en los naranjos de los patios y reverberación de coros del aula vecina de
música. Historia. Guerra
de los Cien Años. El profesor unió a Juana de Arco con la
gloria. Fue escucharla y deshacerse del sopor. La intrigó esa mujer. Pidió
salir a los servicios. Se mojó la cabeza y regresó lo suficientemente despierta
como para empaparse de toda la historia.
Así que se trataba de
eso: cortar cabezas y ganar batallas.
Lloraba, claro que
lloraba. Un crimen horrendo, querida, decía el director del instituto mientras
le ofrecía una caja de clínex para que limpiara los churretes de rimmel. Pagará
el culpable, decía. Y ella cabeceaba y lloraba. Lloraba y asentía. Se hará
justicia, Gloria. La palabra justicia unida a su nombre la emocionó aún más.
Bajó un arroyuelo estimulante de lágrimas hasta el cauce del canalillo del
pecho.
Cuando salió del despacho
iba flotando por el pasillo. Gloria, ese es mi nombre, contestó, más lúcida y
espabilada que nunca, a la llamada de Santiago, el profesor de Historia.
Un relato muy bonito y emotivo Lola. Como siempre una gran contribución la tuya al concurso de Zenda.
ResponderEliminarYo también vuelvo a participar, pero sigo fiel a mi estilo.
https://www.humoryalgomas.com/2021/06/zenda-suenos-de-gloria.html
Me alegro de leerte. Suerte y un saludo.
Muchas gracias.
ResponderEliminarSeguimos encontrándonos en las letras.
Un abrazo.