10/2/18

CAMPO DE CEBOLLAS

Tomada de la red

Debajo de mis párpados cerrados.

Ahí resides y vienes a buscarme cada noche.



No sé  si hay un hueco infectado,

en este saco de huesos,

que sostiene mi cuerpo descarnado,

donde reside el dolor palpitante y sin tregua.

O es un todo que agota el soplo de vida.



Entierro  la espada de la ira debajo del jergón

donde  anidan los parásitos.



Debajo de mis párpados cerrados

se expanden soles, lunas y planetas.

En el centro de mi universo reinas tú.



Cuando nuestras miradas se cruzan

de paso por el patio, cada uno a su destino,

los ojos hundidos, la boca en una línea amarga,

se  transmutan en sonrisa de esperanza y luz.



Exigirle a nuestro cuerpo agotado que aguante,

un nuevo amanecer, día a día.

Acercarnos a la salvación y el reencuentro.

Cada uno desde su determinación.


Arañaremos los minutos, los segundos de vida.

Le ganaremos la batalla al tiempo del terror.

Y nos fundiremos en un abrazo.

Nunca más separados por alambradas.








2 comentarios:

  1. Esperanzador dentro del horror.

    Un abrazo, Lola

    Siempre militante. Siempre

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  2. El amor que da fuerzas, querida Cora, para no tirar la toalla.

    Abrazos cálidos.

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