22/3/17

PARA SIEMPRE- SELECCIONADO EN EL CERTAMEN DE MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS DEL MES DE FEBRERO



Tomada de la red.


Desde pequeño le gustaban los bichos. Pero en el instante en que vio a Patricia en la biblioteca, inclinada sobre un libro de Derecho, decidió cambiar el estudio de los insectos por el de las leyes. Ella se hizo juez. Él, abogado. Fue un privilegio tener una vida basada en la confianza mutua. Trabajar juntos. Se entendían con un solo gesto. Pero el paso del tiempo hizo su función devastadora y los distanció.

Él ahora no reconoce a esa señora empeñada en meterle una cucharada de sopa en la boca. Y no le emocionó verla llorar cuando enganchó el collar con los dedos, regalo de sus bodas de oro, y lo rompió. Todo cae en el olvido. Sin embargo, ha vuelto a mirar con interés a los gusanos de seda, a las arañas atrapando moscas y a las tijeretas en el jardín. Hace días que Patricia comparte su afición.

18/3/17

DIÓGENES. MICRORRELATO GANADOR DE LA SEMANA EN WONDERLAND

Tomada de la red.

Prisionero de sí mismo, como polilla de alas quemadas por la luz, golpeándose contra el cristal de la lámpara. Va pisando las pulpas, debilitado, borracho con los efluvios acres y dulzones, pero no quiere dejarse caer en el pasillo, ni en la cocina, tampoco en el baño. Pasa por el salón, sorteando una montaña de tinta y papel, vendimiando bolsas, deshechas, negras, donde crujen los caparazones de los insectos que se multiplican. Desfallecido, llega a la habitación, y se tumba en la cama junto a los huesos sepultados por tirabuzones resecos.  A ella siempre le gustó el zumo de naranja.

Para escuchar el audio, pinchad aquí. A partir del minuto 44:35. 

FINALISTAS

 
ADOLECER
Todo es pequeño, lejano, sin aristas. Sopla una brisa suave y cálida esta noche. Si miro hacia arriba, en la oscuridad se abre un camino blanco que invita a seguirlo hasta el final, en silencio, con una gran paz, sin miedo. Si miro hacia abajo, veo los coches como juguetes infantiles y a las personas cual muñequitos inofensivos. Las luces de las farolas iluminan sin herir. Alguna risa de la vecina del cuarto culebrea edificio arriba. ¿Qué coño haces ahí afuera? ¡Entra de una puta vez!, me grita mi padre. Me subo a la barandilla y abro los brazos. Vuelo.


SENSIBILIDAD
A la joven forense, aún le duele su trabajo. Refresca y lava las lágrimas de su cara con agua fría y hace los ejercicios relajantes de respiración. Luego roza con la punta de los dedos la frente del anciano antes de ponerse los auriculares y los guantes. Mientras escucha «Alhambra» de Sarah Brightman, corta, pesa, mide y da tejidos a analizar al patólogo. A mediodía, el cadáver parece el viejo cascarón de un barco. No tiene hambre. Deja el sándwich envuelto en plástico sobre la mesa metálica, y redacta el informe: «Causa de la muerte: sobredosis de tristeza por abandono».

14/3/17

ADVERSARIOS. FINALISTA DEL MES EN LA MICROBIBLIOTECA

lamicrobiblioteca

Al principio era un regate en toda regla para no tocarnos ni un pelo cuando nos cruzábamos en el pasillo que va a la cafetería. Con el tiempo, fue más un juego entre los dos, aunque nunca lo hubiéramos reconocido ni en público ni en privado. Tampoco quería ponerle nombre al abatimiento con que ahora hago el mismo recorrido sin encontrarme contigo, desde que te desplomaste sobre la moqueta. No echo de menos tu mirada de triunfo cuando no prosperaba una proposición de ley de mi grupo parlamentario, tampoco los dardos envenenados que me lanzabas desde un micrófono; eso formaba parte de lo común. Era distancia.

            Te he traído un ramo de calas. Me he molestado en sonsacar a uno de los tuyos y sé que te gustan. Echo de menos los amagos y los perdones cada vez que se rozaban ligeramente nuestras chaquetas. Eso era único, íntimo, personal y nuestro. Quiero que vuelvas. Y de esto, ni una palabra cuando salgas, que saldrás, de ésta.

9/3/17

SEPARACIÓN


 
Tomada de la red.
Compartíamos juegos desde pequeños. Mi madre charlaba con la suya en el parque, mientras nosotros hacíamos castillos en el arenero. Nos gustaban por igual las gominolas, las patatas fritas y los regalices. En la guardería, pasábamos la siesta abrazados en la colchoneta. Y cuando fuimos al colegio, nos defendíamos unidos de los niños bravucones. Íbamos siempre juntos en el patio. Como dos hermanos, decían algunos.
Cuando comenzamos a hacer los deberes, me di cuenta de que a mí se me daban mejor que a él las matemáticas y eso no le gustaba. Para no contrariarlo fallaba en algunos ejercicios y el profesor me regañaba.
            Esa tarde teníamos delante una igualdad. Él tamborileaba con el lápiz sobre la mesa de la cocina de casa, se tiraba del lóbulo de la oreja derecha, me miraba de reojo, decía: «Creo que…no sé». Y le daba un mordisco al bocadillo de chorizo. Yo sentía un cosquilleo en la punta de los dedos, algo apremiante que me impulsaba a resolver el problema. Pero él no parecía tener prisa. Comencé a impacientarme y a sentir irritación. Quería acabar cuanto antes para poder ver mi programa favorito en la televisión. Le saqué punta al lápiz y con él bien afilado, garabateé la solución. « ¡Ya está! No era tan difícil», dije con un punto de orgullo en la voz. « ¡Listilla!», me gritó. Se levantó de la silla, recogió sus cosas y se fue muy enfadado. Aquel fue el principio del fin de nuestra amistad.

7/3/17

EL SOL DEL MEMBRILLO



Tomada d la red.



Dicen que aún es verano. Abro la tabla y enchufo la plancha. Los colores se amontonan encima de la silla. Enciendo el televisor y veo en la pantalla un lugar de hielo con arroyos de sangre que se escapan por las grietas del suelo. Los esquimales desuellan focas. Estiro un pantalón sobre la tabla, paso la plancha y el vapor suelta su carga de flores envasadas. Hace calor. Voy a la cocina, abro el frigorífico, cojo una cerveza, tiro de la anilla y doy un trago. Vuelvo a la plancha y cambio de canal. Woody Allen  mira aterrado una placa con zonas ciegas y círculos de luz. Cojo una camiseta. Blanca como las nubes que corrían por el cielo en las mañanas de playa. Dejo la plancha y bebo otro sorbo de cerveza. Cambio de canal. Premios de fotografía: 1957, Douglas Martin capta la entrada de una de las primeras estudiantes negras en la Universidad Harry Harding. 1968, ejecución de un miembro sospechoso del Viet Cong por Eddie Adams.1972, Ut Cong Huynh: Niños huyendo asustados de un bombardeo con NAPALM.1981, Manuel Pérez Barriopedro muestra una instantánea del secuestro del Parlamento por Antonio Tejero.1994, Kevin Carter gana el Pulitzer con la fotografía de un niño acosado por un buitre y después se suicida. 2003, Jean-Marc Bouju, capta la imagen de un hombre iraquí acunando a su hijo en un centro de retención para prisioneros de guerra...Sudo,  mi mano tiembla y deja la plancha insegura al borde de la tabla. Cierro la caja de Pandora con el mando a distancia. Oigo la llave girar en la cerradura. Entra, me da un beso, se quita la blusa y la tira sobre el sillón. Bebe de mi cerveza. Tiene la piel dorada y brillante de sudor. Dejo sobre la mesa la camiseta morada, con un lema sobre la igualdad. Desenchufo la plancha, saco el cinturón de la hebilla, me desabrocho el botón del pantalón y bajo la cremallera mientras la sigo hacia la habitación. El sol se retira a trozos de los edificios. ¡Qué guapa está mi mujer!