Sí Lola, cada vez se ven menos niños revolcándose por la arena y fantaseando con dos latas y cuatro palos. Somos los adultos los responsables de este abandono de la creatividad y la profusión de la soledad. Muy acertado tu micro. Besos.
Algún padre tendría que subirse y enseñarles lo que vale un peine, más de uno y de dos le seguirían, estoy segura. Un beso de viernes, que son los mejores.
Cambian los juegos Lola, no el hecho de jugar. Somo nosotros, los adultos,los que sentimos nostalgia Por el tiovivo, y por muchas cosas más. Los niños sin embargo, tienen otros Juegos que a nosotros no nos harían soñar. Un abrazo nostalgico Lola.
Se va a que los niños pasen más tiempo en los coles, una barbaridad por la que apuestan demasiados padres, Anita.
Es nostalgia, Salvador, pero también reivindicación. Está comprobado que los niños pasan demasiado tiempo frente a pantallas en detrimento de juegos al aire libre y ejercicio físico. Para mí es un atraso.
Qué triste por el tiovivo y por esos niños que no se acuerdan de sus caballitos...
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Muy triste Lola y es que los niños hoy tienen juegos electrónicos y no pisan la calle.Todo es virtual y lo que era, hoy es otra cosa.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Lola, toda la razón del mundo. Nada más triste que ver pudrirse a un elemento fabricado para el entretenimiento.
ResponderEliminar¡Enhorabuena por tus últimas menciones en Wonderland!
Abrazos a pares.
Sí, es muy triste que aquellos juegos y entretenimientos al aire libre se cambien por lugares estanco.
ResponderEliminarGracias chicos.
Mil besos.
Sí Lola, cada vez se ven menos niños revolcándose por la arena y fantaseando con dos latas y cuatro palos. Somos los adultos los responsables de este abandono de la creatividad y la profusión de la soledad.
ResponderEliminarMuy acertado tu micro.
Besos.
Desoladora la imagen que describes, Lola, y desolador el fondo. Los niños ya casi no juegan a lo loco.
ResponderEliminarUn abrazo, largo, que hace mucho tiempo.
Algún padre tendría que subirse y enseñarles lo que vale un peine, más de uno y de dos le seguirían, estoy segura.
ResponderEliminarUn beso de viernes, que son los mejores.
Y tan bellos, tan aparentemente únicos juegos y juguetes.
ResponderEliminarPor otra parte pienso que, como en todo,debería prevalecer lo bello, sin renunciar a lo actual.
Caballitos solos, niños hablando al móvil... y la llave de casa en el bolsillo.
Cambia la forma de jugar, de relacionarnos, de trabajar, es decir, de vivir. Falta el tiempo de mirar hacia dentro.
Los niños, Luisa, como bien apuntas, aprenden de los padres.
ResponderEliminarSí, querida Cora, pero la clave está en esa palabra:relacionarse. Porque lo que yo observo en el día a día es que cada vez es una relación más pobre.
Doble de abrazos.
Solo hay algo más triste: los niños que no quieren dar vueltas.
ResponderEliminarUn beso.
Y lo que desarrollaba la creatividad, Juan, esos juegos con cuatro cosas.
ResponderEliminarDesoladora, sí, Miguel Ángel, pero con ganas de cambio.
Así es, Carlos, esa es otra vuelta de tuerca de tristeza.
Triple de besos.
Quizás eran los niños los abandonados. Abandonados a una infancia sin giros aferrados a un coche de bomberos.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Niños y caballitos sin encontrarse, Amando.
ResponderEliminarDoble de abrazos.
Cambian los juegos Lola, no el
ResponderEliminarhecho de jugar. Somo nosotros,
los adultos,los que sentimos nostalgia
Por el tiovivo, y por muchas cosas más.
Los niños sin embargo, tienen otros
Juegos que a nosotros no nos harían
soñar.
Un abrazo nostalgico Lola.
Y tanto, qué tristeza para los caballitos, y para los niños. Y no te hablo de los parques vacíos los domingos.
ResponderEliminarBesazo
Se va a que los niños pasen más tiempo en los coles, una barbaridad por la que apuestan demasiados padres, Anita.
ResponderEliminarEs nostalgia, Salvador, pero también reivindicación. Está comprobado que los niños pasan demasiado tiempo frente a pantallas en detrimento de juegos al aire libre y ejercicio físico. Para mí es un atraso.
Abrazos a pares.