No hace falta que me toque. Tampoco que esté muy cerca. Basta con tenerme al alcance de su mirada para saber hasta dónde he llegado. Así pues, el registrador se encuentra en el interior de sus ojos profundos como mina de hulla. El captador orilla mi falda, tal vez el desfiladero acuoso que se pierde en mi escote, o quizá esté en el engorde azulón de venas palpitando en mis sienes. Él hace sus cálculos, se divierte mientras yo siento que de un momento a otro voy a quedar fundida a la silla, al suelo, a la barra donde apoyo mi mano. Y cuando me desabrocho la blusa empapada y agito mi pelo con el aire del abanico, entonces viene a mí sin prisas, se pega a mi cuerpo, y los dos nos enredamos en un vaivén salvaje de locomotora descarrilando hasta entrar en el vértigo del despeñadero. Después, la muerte súbita.
24/5/13
DETECTORES DE CAJAS DE GRASA CALIENTES (Mi microrrelato tuneado que se llevó Marina)
No hace falta que me toque. Tampoco que esté muy cerca. Basta con tenerme al alcance de su mirada para saber hasta dónde he llegado. Así pues, el registrador se encuentra en el interior de sus ojos profundos como mina de hulla. El captador orilla mi falda, tal vez el desfiladero acuoso que se pierde en mi escote, o quizá esté en el engorde azulón de venas palpitando en mis sienes. Él hace sus cálculos, se divierte mientras yo siento que de un momento a otro voy a quedar fundida a la silla, al suelo, a la barra donde apoyo mi mano. Y cuando me desabrocho la blusa empapada y agito mi pelo con el aire del abanico, entonces viene a mí sin prisas, se pega a mi cuerpo, y los dos nos enredamos en un vaivén salvaje de locomotora descarrilando hasta entrar en el vértigo del despeñadero. Después, la muerte súbita.
Qué ganas tenía de leerlo, Lola... una belleza! y la grasa toda fundida, hija.
ResponderEliminarBesazos
Gracias, Ana. El calentamiento es lo que tiene, que puede llegar a fundirlo todo.
ResponderEliminarPar de abrazos.
Estos detectores están pero que muy bien. Todos deberíamos llevar uno a la vista con lo que se ahorrarían muchos recalentones y por tanto que se nos gripe la biela.
ResponderEliminarMuy chulo. Besos.
Uffffff, calentito!!!
ResponderEliminarPrecioso Lola.
Besos desde el aire
Una pieza made in Lola. Vaya, que lleva tu sello hasta los tuétanos. Formidable. Y el artilugio, increíble.
ResponderEliminarAbrazos, besos.
En estas cuestiones, Juan, tú estás muy enterado.
ResponderEliminarA ver si atraemos de una vez el calorcito primaveral, Rosa.
Estoy estudiando patentar el artilugio, Agus; en los tiempos miserables que corren, seguro que me lo aceptan.
Abrazos y besos a repartir.
Invitación - E
ResponderEliminarSoy brasileño.
Pasei acá leendo , y visitando su blog.
También tengo un, sólo que mucho más simple.
Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
para ti, un abrazo desde Brasil.
www.josemariacosta.com
Con un detector así, lo difícil es no fundirse. Un calentón tremendo. Un micro caliente en artefacto aparentemente mecánico. Besos Lola.
ResponderEliminarBienvenido José María. Quédate cuanto quieras.
ResponderEliminarMenos mal que aún no hemos comenzado con las calorinas del verano, Puri.
Abrazos dobles.
¡Cómo te lo curras Lola! Un placer coincidir de nuevo en los madriles, aunque esta vez charlamos poco. Menos mal que sé que habrá más.
ResponderEliminarun abrazo!
En la cuarta entrega, saltaré contigo de charca en charca y tiraremos de lengua, ranita.
ResponderEliminarAbrazos de secano.
Vaivén salvaje de locomotora descarrilando, ahí está, eso es. Luego el vértigo y a final, la muerte súbita. Es que es tal cual.
ResponderEliminarGenial.
Se nota, Lola, que vives con un entendido en trenes y demás...
Dos abrazos
Claro, Miguel Ángel, de él me aprovecho.
ResponderEliminarBesos madrugadores.
Eso es lo que hacen falta Lola, más detectoes
ResponderEliminary qué detectar, y menos problemas de primas
de riesgo,desaucios,crisis y demás rollazos.
Un abrazo Lola.
El erotismo libera de muchas cosas, Salvador.
ResponderEliminarDoble de abrazos.