ELEMENTAL (Ganador)
Mientras Watson se acuclilla junto al cadáver, Holmes, envuelto en la nube de humo que sale de su pipa, examina la habitación. Mientras Watson observa el puñal que la víctima tiene clavado entre los omoplatos, Holmes repasa las paredes desnudas, sin una sola puerta o ventana, estudia el cubo de muros lisos que los rodea. Mientras Watson, seguro de que el hombre ha sido asesinado, se pregunta cómo el asesino ha podido salir de aquella trampa sin escapatoria, Holmes, confundida su silueta con el humo del tabaco, se pregunta intrigado cómo han podido, Watson y él, llegar a aquel lugar.
Jesus Esnaola
LA RABIA (Ganador)
Seguíamos jugando a las canicas, como si nada. También Pablo. El alboroto de la calle, contrastaba con el silencio tras las rejas. La tarde se iba por los tejados. Apenas veíamos, pero ninguno quería retirarse. Una y otra vez lanzábamos los bolindres sin tino. Hasta que le tocó a Rafa y su bola hizo carambola con la de Pablo. Entonces se oyó el llanto a gritos de la madre. Todos nos acercamos a la ventana para ver a Paquito, como muñeco de cera, inmóvil sobre la cama. Todos menos su hermano Pablo que la había emprendido a puñetazos con Rafa.
Lola Sanabria
LA QUEJA INFINITA (Finalista)
Llevamos media vida así. Tú siempre con la boca abierta; yo barriendo y despejando el camino. Sin un respiro. Para no ovillarnos en el suelo, aletargados con el hedor letal de la inmundicia y no acabar sepultados bajo su peso. Media vida es mucho y estoy cansada. Esperaré sentada, aquí en lo alto, como juez de silla, sin hacer nada. Saltarán los batracios, se arrastrarán los reptiles por tus zapatos. Se amontonarán y subirán hasta tu barbilla. Y una de dos: o cierras la boca de una maldita vez, o te tragas y te ahogas con tus sapos y culebras.
Lola Sanabria
Hacia el minuto 46:13
Locutora: es una de las clásicas, felicidades por este microrrelato. Envió otro que es la "Queja infinita."
Comentarista: aspecto a destacar es el excelente uso del lenguaje. Progresa frase a frase con la precisión de un estilete que nos va metiendo en la historia. Adicionalmente se caracteriza por utilizar un tono poético que no le resta fuerza al microrrelato.
Comentarista: aspecto a destacar es el excelente uso del lenguaje. Progresa frase a frase con la precisión de un estilete que nos va metiendo en la historia. Adicionalmente se caracteriza por utilizar un tono poético que no le resta fuerza al microrrelato.
(Comentarios traducidos por Pepe Calduch. Gracias, hermoso).
Enhorabuena Lola y Jesús!!!
ResponderEliminarFantásticos los micros, Lola el que ha quedado finalista me gusta un montón.
Besos desde el aire
Impresionante, Lola, lo tuyo es mucho, de verdad, qué capacidad para escribir situaciones y recrear en ellas toda una vida.
ResponderEliminarEnhorabuenísima!!!!
Y a Jesus también, ese micro me encanta.
Ahora voy a escucharos.
Besazos a pares
Yo también siento debilidad por él, Rosa.
ResponderEliminarGracias, Anita, guapa.
Triple de abrazos.
La reina de Wonderland ya se te queda pequeño, Lola. Los dos micros son impresionantes, me gusta más el finaliita que el ganador. Haces fácil lo difícil. Un beso wonderlandiano.
ResponderEliminarEnhorabuena Lola. Tu paso por esta emisora está siendo notorio. No es para menos teniendo en cuenta la calidad de estos micros.
ResponderEliminarBesazo.
Enhorabuena por aquì que por el feisbú ya te lo dije.
ResponderEliminarMe gusta mucho el ganador porque consigues que se palpe el ambiente pre tormenta, algo que va a estallar, esa manera de vivir el duelo en los pueblos y cómo lo vive Pablo. Como ciertas cosas se expresan siempre de otras formas, hay que saber leer entrelíenas.
El finalista lo recuerdo y es muy bueno, muy alegórico y expresivo, muy Lola también.
Y además junto al micro de Jesus, un juego intelectual de intertexto original y no manido.
Besos muchos
Manda güevos, qué pesada :-D
ResponderEliminarEnhorabuena a los tres -relatos-, a los dos -ganadores- y al uno... ¿Espíritu Santo?
Enhorabuena Lola, no paras, es increíble! ¿Pero hay dos ganadores o cómo va la historia? Los textos, buenísimos, como siempre. Un beso.
ResponderEliminar¡Enhorabuena a los dos!
ResponderEliminarLola van a tener que crear un premio especial para ti a este paso. No paras.
Besitos
Felicidades, Lola y Jesús. Me gustan mucho los tres micros. Tienen fuerza y buenas historias. Da gusto leer textos de tanta calidad.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo también siento debilidad por La queja infinita, Mar. Y ya verás qué pronto sales en Wonderland. No habrá que esperar mucho tiempo.
ResponderEliminarGracias, Juan. La verdad es que lo están haciendo muy bien pues no tienen en cuenta si sales mucho o poco, sino lo que ellos consideran que debe ganar.
¡Qué bien lo has captado, Rosana! De acuerdo con tu análisis del micro de Jesus. Promete y mucho.
Yo es que no me corto, Alberto, puesta a ser pesada, plomo en la sangre. Y sí, soy la blanca paloma ¿qué pasa?
Eligieron dos textos por la pausa de Semana Santa. Doble ración de micros, Manu.
¡Ay, sí, buena idea Elysa! Anda una falta de todo.
Da gusto visitas como la tuya, Sara.
Lluvia de besos a repartir.
Enhorabuena, Lola, son fantásticos los tres, me sumo a los que les ha gustado especialmente el finalista ¡Vaya dominio! Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarFelicidades al cuadrado, al cubo y elevadas a la enésima potencia. Eres un fenómeno Lola.
ResponderEliminarUn abrazo enoorme como tus relatos.
Enhorabuena Lola. A mí me gustan muchísimo los dos. El ganador es muy visual. Eres un genio recreando escenas. Me has trasportado en tres líneas a mí niñez jugando a las canicas.
ResponderEliminar¡Hola, Ana, guapa! Muchisimas gracias por darte una vuelta por aquí.
ResponderEliminarPaloma, me encantaría ser un fenómeno. De feria.
Era especial ese sonido cuando chocaban dos, Sara.
Lluvia de besos a repartir.
La Queja Infinita me ha impactado.
ResponderEliminarEl talento que aflora en la terminal de tus dedos, no solo te faculta para trasladar a tus lectores unas historias, sino aquellas sutiles y especialísimas, con las que no tienes otro remedio para aliviar el impacto, que retirarte a tu lugar más íntimo para desmenuzarlas en lo que te concierna, para mucho más que poder decirle a su autora que tiene una mente profunda y mágica, que en esta ocasión, o aquella otra, ha llegado a tocarte en la línea de flotación.
Una vez más me pregunto si puede aprenderse a escribir: Si, ya sé: la técnica. Pero ese toque de gracia... ese toque, ya digo, es por sorteo infinito, de nacimiento.
La Rabia parece menor, pero ¡claro, es que solo describe un arrebato adolescente!... ya. A esta lectora apasionada tuya le hiela el alma ese embrión que transmites de lo que lueglo puede llegar a ser una incapacidad de convivencia entre adultos; ese magma de intolerancia que nos puede llevar incluso a lo que tantas veces y en tantos lugares nos ha llevado...
Hoy he sentido necesidad de traspasar cualquier enhorabuena y llegar algo más allá en el comentario de tu escritura, de tus premios.
He escuchado el programa, esos retazos de admiración y respeto y todavía conservo el eco de palabras como excelente, progresa frase a frase con la contundencia de un estilete. Pero eso ya lo ha traducido Calduch a la perfección.
Esto otro, este desahogo emocional es una deuda de gratitud por compartir tantos microretazos de genialidad, en fondo y forma.
Un abrazo
Felicidades, Lola. El de la queja ya te lo había leído. Me gusta mucho, pero es que La Rabia, también. Son sanabrios sanabrios, y con esa calidad que tiene todo lo que escribes.
ResponderEliminarY el de Jesús, que también se lo había leído, un diez, buenísimo.
Enhorabuena a los dos.
Y abrazos, también a los dos.
Ay Lola, se me pasó esta entrada. He escuchado el poscatd, que bien lees coñe. Bueno, menudos textos. Yo estoy seguro que no pararás hasta llevártelo. Es una de las virtudes que talento aparte, más admiro de ti. Felicidades, y disculpa la tardanza.
ResponderEliminarAbrazos, besos.
Cada vez que visitas el blog, querida Cora, no dejas comentario, regalas perlas enhebradas con hilo de oro. Un placer ir recogiéndolas de tu escrito.
ResponderEliminarMe gusta eso de sanabrios, Miguel Ángel. Es como decir, marca de la casa.
A cansina no me gana nadie, Agus. O sea hasta que me echen. Aunque para mí el hecho de que elijan un relato mío como ganador semanal, es un gran premio.
Lluvia de besos.