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Fotografía tomada de la red. |
-¡Cubridla!- ordenó Fran.
-¿No esperamos al juez?- preguntó “Palillos”.
- ¡Que la tapéis, coño! ¡ A ver esa manta!- gritó el detective.
- Estas putas todas acaban igual- dijo “Palillos”
-¿Qué quieres decir con todas acaban igual?
- Que siempre hay algún cliente cabrón.
Fran sacó un cigarro y el encendedor. Observó bajo la llama el tatuaje en el tobillo de ella, con la efe encerrada en un corazón.
-¿Llora, jefe?
- Es el humo, “Palillos”, es el humo.
Uaaaahhhh! Qué fuerte, justificadas las prisas de Fran. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarEn el tatuaje está la clave y Palillos no se entera...
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Ah, esa f tatuada...
ResponderEliminarTendrá Fran la necesidad de buscar al asesino? También hay novios que creían aguantársela, pero no.
Siempre me alejo de tu casa con la sonrisa de haber leído un buen micro, Lola.
Qué secuencia tan perfecta para un corto...
ResponderEliminarMe gusta mucho el mote del "Palillos", jaja. Debe ser, supongo, por las piernas o por los mondadientes, jaja
Un abrazo, Lola.
¿Fran será el asesino o el enamorado que no soporta ver el cadáver de su amada secreta?
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre :)
¡Saludos, lola!
¡Brillante, Lola!
ResponderEliminarPor esa construcción a base de dialogo, por lo visual que lo has hecho, por el amor que contiene y la crítica asordinada que exuda.
Al diferencia de Miguelángel, yo apuesto a que Palillo se lo pusieron por el tamaño del cerebro.
Un abrazo, Lola. Cada día un lujo nuevo.
Es perfecto en el tono, en el ritmo y en el nombre de Palillos. Me gustó muchísimo. Un beso
ResponderEliminarLola, que sutil ese detalle del tatuaje para descubrirnos o no, que esa puta asesinada es o ha sido la amante o algo más, del detective Fran.
ResponderEliminarMe gustó.
Abrazos tatuados.
Miguelángel, coincido contigo otra vez. Me ha gustado ese Palillos y esa frase final, tan tópica del habitual que pretende disimular el llanto pero tan efectista en este texto.
ResponderEliminarUn saludo a todos, que poquito me dejo caer por aquí (sorry),
D.
Me gustó. Buen diálogo.
ResponderEliminarEvidentemente, una relación oculta. El amor por las putas no se blanquea, no?
Un abrazo, Lola.
A mí me parece que has escrito con maestría una gran historia de amor. Una historia de las de antes, en blanco y negro, y con humo que hace llorar. No le falta ni le sobra una palabra, una coma. Qué buena eres!
ResponderEliminarAbrazos.
La "F" de Fran....y el "Palillos" que no se entera... ¡escena de peli negra!...o ¿es romántica?.
ResponderEliminarUn besote
Un elocuente fotograma de película de serie negra... ¡y qué intenso!
ResponderEliminarAbrazos admirados, Lola.
Drama en una escena, dos gestos y tres palabras.
ResponderEliminarAcabar con el humo en los ojos, como el jefe, me parece sublime.
Abrazos
Qué lágrimas más fantásticas, ellas tienen las riendas del micro. Me ha gustado mucho, conciso, coherente, estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Ufffff Lola que bueno!!!!
ResponderEliminarMe ha parecido estar viendo una escena de película en blanco y negro, donde Humphrey Bogart, tocado con su eterno sombrero interpretara a Fran.
Besos desde el aire
Un fragmento de pura novela negra. Hammet, P.D James, Chandler...a eso huele ese ambiente y esas lágrimas escondidas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un amor furtivo, intenso y mantenido en secreto hasta más allá de la muerte. Quizás me equivoco. Quizás Fran es el asesino, un hijodeputa despiadado que no ha sabido controlar una sobredosis de hormonas. Una mente peligrosa que aun después de lo que ha hecho, llora por momentos pasados. En cualquiera de sus dos lecturas, el microrrelato me parece genial. ¡Felicidades!
ResponderEliminarUn amor furtivo, intenso y mantenido en secreto hasta más allá de la muerte. Quizás me equivoco. Quizás Fran es el asesino, un hijodeputa despiadado que no ha sabido controlar una sobredosis de hormonas. Una mente peligrosa que aun después de lo que ha hecho, llora por momentos pasados. En cualquiera de sus dos lecturas, el microrrelato me parece genial. Felicidades
ResponderEliminarY puede ser tanto como que el detective participó del crimen o simplemente llora porque la amaba... las dos opciones ubican este micro en un sitio de lujo, fantástica manera de manejar la sutileza,,, al fin de cuentas la sensibilidad siempre suele ser algo así como un tatuaje.
ResponderEliminarabrazos no tan sospechosos; hoy me inclino por la opción romántica (aunque el apuro de taparla sin esperar al juez puede resultar extraño).
Este texto, ese tatuaje, esconde una historia de amor clandestino, tabú. Besos públicos.
ResponderEliminarMicro con final abierto, prefiero pensar que él no era el "cliente cabrón", sino el que alguna pensó en sacarle de aquello.
ResponderEliminarGracias Yolanda por pasarte y dejar tu comentario.
ResponderEliminarPalillos, con moverlo entre los dientes tiene bastante, Indio.
A mí me da que sí, que irá a por él, Patricia.
Ya estás tardando en coger la cámara, Miguel Ángel.
A gusto del lector, Sergio.
Crítica asordinada... Me encantó, Pedro.
Gracias, Alma por verlo tan perfecto.
A veces funcionan los tópicos, David.
Has dado en el clavo, Mónica, hay amores perros.
Es lo que pretendía, Agus. Bien que lo has captado.
Negra, romántica, romántica, negra, de todo como en botica, creo yo, Laura.
Buena visión del micro, Susana.
Excelente resumen, Xesc.
Por qué será que las mujeres nos fijamos tanto en las lágrimas, Paloma.
El Bogart, ¡qué duro más tierno!, Rosa.
¡Vaya, un chico que se fija en las lágrimas!, Carlos tenía que llamarse.
Dos lecturas, Alex , a elegir.
Juan, yo también me inclino por la opción romántica. Tontorrona que está una.
Clandestinidad que nos va llegando otra vez, Manu, si no lo remediamos.
Maite, tú quieres, como yo, una historia de amor. En ficción todo puede ser.
Abrazos a repartir.
El asesino fue el mayordomo, en su día libre y con el candelabro. A F solo le queda el humo, astringente como el recuerdo, y el olfato para desenmascarar al mayordomo.
ResponderEliminarBesos sin palillo.
Esta es una historia de amor con aires de novela negra, y sé que es de amor por ese humo que hace llorar.
ResponderEliminarMuy bueno, Lola
Besitos
El mayordomo de Fran, seguro. Un tipo duro, Alberto.
ResponderEliminarAhí está, reafirmándose Elysa en su convicción de que es amor, como debe ser.
Abrazos a pares.
Buenazo, Lola, buenazo.
ResponderEliminarUn par de patadas de cariño,
P
Me gusta la novela negra. Y esta no me parece de ficción, más bien, debe ser frecuente este tipo de sucesos por aquellos que se aprovechan de su cargo.
ResponderEliminarComo siempre, muy acertado.
Besos.
Todavía me están doliendo, Pablo, las patadas, digo. Diste de lleno.
ResponderEliminarTienes razón, Juan, es más que frecuente que ocurran este tipo de cosas. Y reales como la vida misma.
Abrazos a trompicones.