Los pusieron de cara al mar, con patera, pan y agua. Él remaba con las dos manos. De vez en cuando, subía un brazo y se limpiaba el sudor de la frente con la manga deshilachada de la camisa. Miraba a su niño, pegadito el cuerpo al de su mujer, y retomaba la tarea con brío, desoyendo el dolor de las muñecas, obligando a sus dedos a sacudirse el entumecimiento, a aletear con ganas. A lo lejos, la costa. Tal vez pudieran llegar a casa.
El otro día una persona se quejaba de que el gobierno consintiera que entraran inmigrantes sin papeles en España. Ellos quitaban el trabajo a los españoles. Discusión, discusión, discusión. No hubo posibilidad de dialogar. Así las cosas, nuestros insignes mandatarios deberían devolverlos a su país y en patera.
¡Echemos balones fuera!
Horror de horrores. En mi país, que se consideró siempre "abierto", ahora el insulto más popular es decirle a alguien "bolita" por boliviano. Es decir extranjero, es decir pobre, es decir necesitado.
ResponderEliminarComo yo soy cordobesa y estoy en Córdoba, me puedo quedar tranquila. Por ahora. Hasta que por algún motivo llamen a mi puerta...
¡Pues claro, mujer! Lo mejor es mirar hacia abajo y convertirnos en verdugos de nosotros mismos mientras los corruptos no saben ya dónde meter el dinero que nos roban.
ResponderEliminarAsquito de sociedad, Patricia.
Abrazos muy indignados.
Lola, si los emigrantes fueran el problema... ellos solo son como nosotros, victimas de un sistema y en muchos casos, muchos desalmados se aprovechan de su situación para explotarlos. ¿O es que habría algún españolito que se conformaría con cobrar veinte euros por diez horas trabajadas? Se dicen tantas tonterias que recogerlas todas es un ejercicio titanio.
ResponderEliminarQue dejen de robar los de arriba y los gobiernos de ser sus complices.
Abrazos indignados.
Tonterías, Nicolás, que pueden llevar al linchamiento.
ResponderEliminarMás abrazos indignados.
Me apunto absolutamente al comentario de Nicolás; y como dice Patricia aquí en Argentina ocurre lo mismo con los inmigrantes limítrofes.
ResponderEliminarEs increíble que en un sistema tan injusto y brutal se acaben fijando en el trabajo que puede "quitar" una persona que viene escapando de la miseria y no en el robo sistemático perpetrado por el poder político hacia su población. Es una forma muy infantil de ver la sociedad.
Abrazos en el bote, y ojala que nuestras costas no nos queden tan lejos.
Sí, Juan, yo también veo infantilismo en este tipo de posturas, pero un infantilismo que puede tener graves consecuencias.
ResponderEliminarAbrazos de tierra firme.
Soy hijo, nieto y sobrino de inmigrantes. Ellos, españoles que se vieron forzados a irse porque los echó la miseria de la posguerra. Muchos de mis familiares han sido -algunos aún lo son- emigrantes sin papeles en distintas partes del mundo. Yo mismo fui un trabajador ilegal en mis años de estudiante universitario en EEUU.
ResponderEliminarPuestos a meter gente en pateras para echarlas de algún sitio, yo siempre empezaría con los xenófobos.
Desde el corazón, gracias por este micro, Lola.
Apoyo la propuesta, Pedro.
ResponderEliminarPuñado de besos ilegales.
Hay mucha gente a la que le cuesta entender que todo el mundo tiene el mismo derecho a vivir. Y que bastante triste es ya que para hacerlo tengan que alejarse de su tierra, de su familia, amigos, costumbres...
ResponderEliminarUn abrazo, Lola.
Tal y como dices Lola, aunque este tipo de comentarios dejan en evidencia y muestran la miseria moral de quien se pronuncia así, siempre es bueno denunciarlos. Por norma, los que dicen estas imbecilidades supinas, son los mismos que se aprovechaban de ellos como mano barata en los años felices y dicharacheros de la construcción sin límites. Por una mierda de salario, tenían un negrito, un paquistani o un morito trabajando de sol a sol con el salario más mínimo, o muchas veces sin contrato, y si no quieres pues tengo cien esperando. Ahora, ya no los necesitan, y patada en el culo. Lamentable, triste. Gracias por meter el dedo en la llaga.
ResponderEliminarAbrazos.
Pues sí, Lola, muchos balones fuera. Más bien todos. Y así andamos. Un abrazo.
ResponderEliminarEn casa me enseñaron que era hija de muchas razas, de todas las culturas que pasaron por esta tierra, por tanto soy descendiente de inmigrantes ¿no? supongo que cualquier día puedo estar en esa barca ¿quién soy yo para decirle a nadie extranjero?
ResponderEliminarGracias por contarlo tan bien.
Besitos
Buena crítica, Lola. Hace no demasiado los que íbamos en patera éramos nosotros, y si hay quien no se lo cree, por dejo una foto de una patera de canarios que llegó a Venezuela en este enlace: http://www.lemigrant.net/w0/?p=8921
ResponderEliminarBesos.
Lo más triste de observar es la cobardía de quien estando tan oprimido como los demás, pero no pudiendo admitir su miedo, algo humano y por tanto natural, administra sentencias de lo más reaccionarias, y se queda tan pancho. A todo descerebrado le tendría que llegar su San Martín.
ResponderEliminarBesos.
Sí, Miguel Ángel, se te caen los palos del sombrajo.
ResponderEliminarLos emigrantes son los otros, nosotros, no. Los sin papeles son los otros, nosotros no. Agus, en lugar de mirar para arriba y luchar contra la desvergüenza y la expoliación, algunos escupen para abajo.
Andamos en la cuerda floja, Araceli.
Tú tienes dos dedos de frente, hay quien ni medio, Elysa.
No si yo ya me he armado con un reportaje sobre la emigración a Alemania que debería abrir los ojos, Manu, pero los hay que encima se rebotan.
Tú lo has dicho, Juan, son jueces de los otros, van a por los más débiles, a degüello. Yo los pondría en la misma situación de esos inmigrantes.
Abrazos solidarios.
Estas actitudes y maneras de pensar demuestran la cerrilidad, mente obtusa y falta de visión (y miedo, mucho miedo también, como dice Juan Leante) de quien las mantiene y defiende.
ResponderEliminarAbrazos
Además de lo que dice Juan, la cantidad de inmigrantres que han sacado las castañas del fuego cuidado a mayores, o con otras labores non gratas para el españolito medio(hostelería, o me acuerdo ahora de auqle pobre que perdió el brazo-en una panificadora creo- y va el jefe y lo suelta en el hospital y sale por pies...)o cuando venía de miedo que cotizaran a tutti plen en la seguridad social.
Abrazos !
Y ahora que ya no los necesitamos a tomar por saco. Sí, Ro, hija mía, una pena muy grande de humanos.
ResponderEliminarAbrazos, muchos.
Qué fuerte. Pasé el otro día, dejé un comentario pero creo que se perdió en el estrecho.
ResponderEliminarNo recuerdo que dije. Alguna animalada como que les den morcilla a los que se alegran de las desgracias ajenas y se aprovechas de ellos. Así que hoy diré algo más suave y no me exaltaré. Bien dicho Lola.
Abrazos solidarios
Me gustan los animales porque dicen animaladas muy refrescantes.
ResponderEliminarMás abrazos solidarios, Xesc.
O mucho cambian las cosas, o lo peor está por llegar. La pobreza y la desigualdad son el caldo de cultivo del extremismo.
ResponderEliminarUn beso.
Me da rabia tener que darte la razón, Alberto, yo que soy más bien optimista, pero la cosa pinta muy fea.
ResponderEliminarAbrazos consoladores.
Creo que ya te he comentado por otro lado. El micro es un grito en contra del tratamiento que están dando ciertos sectores a la falta de trabajo. Se oye tanto ese que se vuelvan a su país. Yo, siento rubor e incluso me siento aludido pues tuve que emigrar de mi pueblo, y me dirá, pero tu eres español, y entonces diré: no soy del mundo.
ResponderEliminarSiempre echando la culpa a agentes externos, no somos capaces de entender que el problema somos nosotros, el conjunto de la sociedad que ha permitido que nos gobiernen este nido de ignorantes, charlatanes e incultos, salvo alguna excepción, y no movemos un dedo, solo lloriquear y arreglar el mundo en la barra de los bares, eso se nos da de miedo.
ResponderEliminarEncuentro este blog interresante y seguiré por aquí arreglando el mundo entre todos, un saludo desde Tenerife y te dejo enlace de mi blog que lo inauguré hace poco.
http://gofioconmiel.blogspot.com.es/
Parece que se nos olvida que palabras y actos como esos han desembocado y desembocan en guerras, matanzas... Miedo me dan...
ResponderEliminarLola gracias por recordarme que somos ciudadanos del mundo.
Besos desde el aire
Sigamos gritando Ximens.
ResponderEliminarGracias Gloria. Bienvenida al blog, pasaré por el tuyo después de la huelga.
Así es, Rosa, totalmente de acuerdo contigo.
Abrazos triples.
Xenófobos hay en todos lados, menos mal que los estados están por encima de las ruindades de los individuos. Y hay mucha gente ruin, Lola.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, y éxitos con la medida de fuerza.
Yo creo, querida Mónica, que los indivíduos conforman los estados y que los gobernantes, hoy por hoy, son individuos con un alto porcentaje de ruindades. Apañados vamos si no hay lucha.
ResponderEliminarAbrazos a pares.