"El grito". Edvard Munch
DesolaciónNo pude conseguir mis gramos de felicidad. Y mira que lo intenté poniendo diques de sumisión. Imposible contener un diluvio que hacía remolinos y escapaba para otros lados. Seguí tu consejo y ahora voy a los museos a mirar cuadros. El vigilante y yo, los dos solos. Poca cosa para distraer un abandono tan grande. Aún me sorprende no oír la llave girando en la cerradura de la puerta. Unas veces a media noche, otras al amanecer, pero siempre volvías. Ceno en el salón, frente al televisor, para no pensar, mientras instintivamente acaricio el guante que te dejaste. Luego me tumbo en la cama y escucho en la radio, con los auriculares puestos, uno de tus programas preferidos sobre artes decorativas. Estoy a punto de conseguir una tregua de sueño, y entonces me asalta la idea aterradora de que tal vez llames y no pueda escuchar el teléfono. Me quito los cascos y en la vigilia, solo me consuela ver ese visillo de diseño, como un jirón que se ondula con el paso de la brisa de madrugada, a través de la ventana de nuestro cuarto.
Dan ganas de soltar un buen gritooooooooo...
ResponderEliminarFantástico relato Lola.
Besos desde el aire
Yo he visto como has ganado, asi que... un poco bien y un poco mal porque yo también participé, sin ningún resultado.
ResponderEliminarMe consoló que ganase una conocida, y a la vez, como te conozco, te odié (solo un poco).
Lo cierto es que el micro es muy majo, en cuanto lo leí tuve que admitirlo, tuve que fastidiarme y darle la razón al jurado.
Vamos, que estoy que no estoy, como puede verse.
Un beso o no, ya veremos. Bueno, si, pero cuando se me pase.
Gracias, Rosa.
ResponderEliminar¡Que no he ganado, Luisa, que sólo quedé finalista, no me odies!
Abrazos a pares.
Madre mía Lola, otra felicitación. Enhorabuena. Me ha encantado el micro. Eres buena, buena, buena. Otro beso pero no decorativo, que los besos florero no me gustan.
ResponderEliminarQuítate que me manchas, le dijo la sartén al cazo.
ResponderEliminarAbrazos agradecidos.
Ahí va mi enésima enhorabuena envuelta en admiración, Lola.
ResponderEliminarUn micro que encierra la tristeza profunda del desamor, que deja el rincón de las esperanzas desolado. Un grito al desasosiego.
No conozco a los rivales, pero este micro merece cualquier premio.
Un abrazo,
Lola, soledad por los cuatros costados. No ha sabido reponerse de esta falta, que quizás no vuelva nunca y era tan importante cuando estaba.
ResponderEliminarMe gustó y eso que el concurso con sus cinco palabras era difícil.
Abrazos admirados.
PD: ¡Felicidades por la mención! Yo también participé en el concurso.
Ya no sé qué palabras utilizar para felicitarte sin repetirme. Pero es que no hay otras: te felicito (y me pongo un poco celosa, como Luisa) por los extraordinarios micros que escribís para deleite de todos ( y para que yo aprenda algo, también)
ResponderEliminarUn beso enorme
Pues sí, señora, esto es literatura de la buena. ¡Menudo micro que te has marcao, Lola!
ResponderEliminarHas dibujado la desolación con trazos firmes y certeros.
Un beso.
Enhorabuena, Lola. Me encanta la paradoja que la ausencia sea presencia, llena de vacío. El otro ya no está, y sin embargo está ahora más que nunca, en todas partes. Quizá porque está dentro, muy dentro. El detalle de mirar los cuadros, él y el vigilante, es genial, lo dice todo.
ResponderEliminarAbrazos.
Finalista serás, pero con un micro como el que acabo de leer, bien podrías haber sido la ganadora. Alguien -un escritor afamado del que no recuerdo el nombre-dijo una vez que la diferencia entre primero y cuarto es imperceptible al ojo humano. Aplícate el cuento
ResponderEliminarFelicidades.
Abrazos
Pedro, cuando te dejan, la desolación te acompaña un tiempo.
ResponderEliminarAsí es, Nicolás, hay personas a las que les cuesta reponerse de abandonos.
El aprendizaje es recíproco, Patricia. Es lo bueno de los blogs, que siempre aprendes algo.
Me gustó eso de trazos firmes y certeros, MJ, por esa imagen tan bonita que era escribir a mano.
Ahí le has dado de lleno, Agus. No hay mayor presencia que la ausencia.
Paloma, tú eres de las del primer puesto, o del cuarto como mucho, así que te digo lo mismo: ¡Aplícate el cuento, hermosa!
Besos agradecidos a puñados.
Finalista o ganadora, bien merecido lo tienes, que no es baladí esa desolación en busca de unos gramos de felicidad.
ResponderEliminarBuen micro!!.
Un abrazo
Muchísimas gracias, Laura.
ResponderEliminarPuñado de besos.
Un maravilloso micro que grita con los labios fruncidos uno contra otro en la prisión cruel de no poder mirar hacia adelante, de esperar el pasado revisando las viejas cosas (o las viejas cosas que revisan a las personas),
ResponderEliminarsublime; un texto de plena transmisión, sin dudas.
Saludos y felicitaciones.
Muchísimas gracias, Juan.
ResponderEliminarPar de abrazos.
Vengo de casa de Luisa. No había leído yo éste. Me gusta mucho, Lola. Me gusta lo bien que describes la soledad y esa esperanza tontuna que a veces queda alrededor en una ruptura.
ResponderEliminarFelicidades, Lola.
Y un abrazo.
La esperanza es la antorcha de la vida, Miguel Ángel.
ResponderEliminarAbrazos a pares.