8/11/11

SEÑALADORES - IV Jornadas Nacionales de Minificción en Mendoza (Argentina)


TODO, DEMASIADO


Apuró tanto el vaso del amor, que tragó los posos contaminados de odio.


ACONDROPLASIA

Hay un hada en la polilla que busca la luz del farolillo; un dragón en César, el perro que tira bocados a las moscas; una maga en Rosa, la vecina que trae el anís para los cólicos del pequeño; y un enano en el bebé que acuno entre mis brazos.


26 comentarios:

  1. Me han gustado mucho los dos. Elprimero es muy ingenioso, y el segundo ofrece unas imágenes muy potentos y un título de esos para buscar en la wikipedia, con lo que siempre se aprende por partida doble. Besos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, espadachín.

    Tres besos y dos abrazos de enana a un tío alto.

    ResponderEliminar
  3. Lola, me gustan los dos pero Acondroplasia es sublime.

    Es un placer que tus palabras estén en Argentina.

    Besos!

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Patricia. Los tuyos son de quitarse el sombrero.

    Abrazos con paso de tango.

    ResponderEliminar
  5. Buenísimos Lolas. Dos textos muy afinados, de orfebrería. Y qué dificil es ajustar en tan poco espacio y con tanta precisión.

    Abrazos, besos.

    ResponderEliminar
  6. Lola, sensacionales los dos. Cada uno con tu toque especial. No sé si es un concurso, pero como es gratis: Te deseo mucha suerte.
    Besos de fortuna.

    ResponderEliminar
  7. Los he visto en el blog de Triple C y son fabulosos.

    Acondroplasia me ha encantado.

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  8. Acondroplasia me parece sublime, pero puesto a elegir me quedo Con Todo, demasiado por lo que tiene de verdad profunda, por como resume Las vidas de tantos en trece (nada menos) palabras.

    Un abrazo admirado.

    ResponderEliminar
  9. Ese ACONDROPLASIA (bendita Wikipedia, como dice Manuespada) me parece exquisito, Lola. Ese derrochar imanginación alrededor, para querer tambien jugar a que imaginas una realidad que es brutal. Me ha encantado, Lola.

    ResponderEliminar
  10. Dos gigantes para un señalador pequeño (por cierto, me parece mucho mejor esta palabra que la mía habitual, punto de libro). Me gusta mucho el primero, limpio y poético, pero el segundo es una pasada, con y sin wiki.
    Besos Lola.

    ResponderEliminar
  11. Acondroplasia es espectacular. Te lo dije en su día. Cuanto más lo leo más me gusta y le encuentro mas matices. Un beso desde lo alto.

    ResponderEliminar
  12. Qué descorazonador, que pueda ver todo lo que de fantástico hay en la polilla, en Rosa y en el César, mientras que al enfrentarse al bebé solo puede ver lo que tiene delante...

    Besos

    ResponderEliminar
  13. Mi preferido es el segundo. Sólo podías escribirlo tú, alguien valiente y que sepa.
    Un besazo, Luisa

    ResponderEliminar
  14. Agradecida quedo de que un orfebre de tanta calidad llame trabajo de orfebrería a mis dos textos, Agus.

    No es un concurso, Nicolás. Fue un reto en triple C. Y los señaladores ya han salido, solo que no los tenemos en España.

    Yo también te veo por allí, Rosa. Encantada de que te encante.

    Gracias Pedro, por compartir mi gusto por el de Todo, demasiado.

    Acondroplasia surgió de la realidad, Miguel Ángel. Una realidad muy dura para una persona que conozco.

    Pasada es que tú llames gigantes a dos micros míos, Susana.

    A mí me ocurre con frecuencia, Mar. Leo textos que cuanto más repaso, más me dicen.

    Es que, como ya dije más arriba, es duro para quien le toca, encontrarse con un bebé que nació para pelear en muchos frentes. El principal, el social, Alberto.

    Gracias, Luisa. Los tuyos son una pasada. Sobre todo el de la cruz, con su carga de humor negro que tanto me gusta.

    Besos agradecidos para todos.

    ResponderEliminar
  15. Muy buenos Lola, a mí me gustaría que marcaran mis lecturas. El primero me parece de una contundencia y un ingenio indiscutibles, y "Acondroplasia" tiene tu sello, con tu cuidado lenguaje que eres capaz de cuadrar al milímetro en tan poco espacio. Bravo.

    ResponderEliminar
  16. Muchísimas gracias, Maite, por ver técnica tan precisa en mis textos.

    Abrazos a pares.

    ResponderEliminar
  17. Ambos hablan de talento, me parecen magnificos, todo lo que cuentan y transmiten en tan pocas palabras.

    Besitos

    ResponderEliminar
  18. El primero: El leve paso del amor al odio.
    El segundo (Sin conocer el significado de Acondroplasia) La visión del escritor.
    Buenos.

    ResponderEliminar
  19. Gracias, Elysa, por hablar de talento en tan breves relatos.

    Dos descripciones certeras, Ximens, gracias.

    Par de abrazos.

    ResponderEliminar
  20. Qué buenos Lolaaaaa!!!
    El primero es una de esas piezas cargadas de sabiduría tan tuyas, y el segundo, ay con un niño cerca todo son dragones y magos, estupendos.
    Y felicidades guapa. Y también muchos besos :-)

    ResponderEliminar
  21. Ya... ahora he buscado el significado del segundo título. Que podía haberlo buscado antes de centrarme sólo en la magia, vamos :-)y mira que podía haberme extrañado que no estuvieras yendo más allá...
    Más besos, siempre a destiempo, muacs

    ResponderEliminar
  22. Es igual de importante la visión que das en tu primer comentario. Porque el micro, todos los micros, tienen tantas lecturas como lectores, y no tiene por qué tomarse desde la cruz, también existe la cara.

    Abrazos, mil, Rocío.

    ResponderEliminar
  23. Al regresar de las Jornadas me enteré que en los señaladores de Triple C también estaban tus micros y los de Patricia. De haberlo sabido, los hubiera buscado. Los que me dieron son de otros autores.
    Para que sepas, tienen muy buena factura: hermosas piezas para guardar entre los libros.
    Muy buenos tus micros, Lola. Acondroplasia es un mazazo.
    Un fuerte abrazo.
    Mónica

    ResponderEliminar
  24. Gracias Mónica. A mí también me gustaría tenerlos.

    Abrazos a pares.

    ResponderEliminar
  25. Yo soy enano y a veces me gustaría que me acunaran como si fuera un bebé.
    La Boca del Ello

    ResponderEliminar
  26. PEQUEÑOS SERES AZULES.
    Anoche volví al trabajo. De la cocina, transformada en quirófano, sacaban en una camilla a un ser diminuto y azul. Le habían extirpado las amígdalas. Lo llevaron al comedor, convertido en mi sueño en habitación. Me senté a su lado y le hablé, y él me contestó con una voz muy débil. Al poco, trajeron una bandeja con la comida. Yo saqué una piruleta de mi bolsillo y la puse encima. Para después, le dije, y lo cogí un rato en brazos mientras se enfriaba el puré.
    A veces me siento ese ser pequeño y azul, y me gustaría que me cogieran en brazos y me regalaran una piruleta.


    Abrazos, mil, Anónimo...

    ResponderEliminar