Brillante Lola, estaba claro que la gata tenía que seguir estando sobre el tejado. Hay algunas personas que nunca se acaban de ir del todo. Grande, grande.
Muy bueno, Lola. Leyendas urbanas si las hay, las de los enterrados vivos. Aunque con respecto a esta gata, me quedo con su imagen sobre el tejado de cinc caliente. Abrazos
Enhorabuena por tu buen hiperbreve para Montero.
ResponderEliminarUn saludo indio
Gracias, Indio, casi no me da tiempo a colgarlo.
ResponderEliminarBesos emplumados.
Excelente, Lola!!!
ResponderEliminarBesos de felicitación: con reverencia
Pobre gata, suponiendo que arañara a la mujer, estando esta última muerta.
ResponderEliminarO a lo peor estaban las dos vivas.
En todo caso muy bueno.
Besos, Lola
Tenía yo el tiempo justo, justo para leer algo menos que un micro, algo como.... y voila, perfecto, mires por donde lo mires.
ResponderEliminarEres una especialista.
Perfecto, Lola. Un beso.
ResponderEliminarBrillante Lola, estaba claro que la gata tenía que seguir estando sobre el tejado. Hay algunas personas que nunca se acaban de ir del todo. Grande, grande.
ResponderEliminarAbrazos, besos.
Me sacaste los colores, Patricia.
ResponderEliminarNunca se sabe lo que puede ocurrir dentro de un féretro.
Menos mal que te quedó tiempo, Luisa.
Perfecto es mucho, Maite.
Parece que el tejado sigue brillando, como tus comentarios, Agus.
Puñado de besos a repartir.
Muy bello y sugerente.
ResponderEliminarCada vez está más difícil pero tú siempre estás ahí.
Gracias, Daniel. He visto que esta semana te han cogido. Suerte.
ResponderEliminarAbrazos madrugadores.
Lola, qué acertado, bello homenaje a la actriz de mirada violeta!
ResponderEliminarMe pregunto quién arañaría a quien...
Abrazos
Finalista con madera de ganador, o madera de ataúd, o madera de ambos!
ResponderEliminarBesos.
Da escalofríos. Has conseguido una imagen impactante.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, Anita, por pasarte por aquí.
ResponderEliminarBesos a pares.
O de roble que aguanta más los arañazos.
ResponderEliminarAbrazos gatunos.
A mí también me da yuyú lo de los ataúdes y los enterrados vivos, y todo eso.
ResponderEliminarBesos muy vivos, Elysa.
Muy bueno, Lola. Leyendas urbanas si las hay, las de los enterrados vivos. Aunque con respecto a esta gata, me quedo con su imagen sobre el tejado de cinc caliente.
ResponderEliminarAbrazos
Yo también, Mónica.
ResponderEliminarBesos vivitos y coleando.
Sugerente, inteligente, nada convencional. La mejor Lola.
ResponderEliminarTu comentario, woody, me ha subido a una nube rosa. Gracias, mil.
ResponderEliminarBesos pareados.
Y que en paz descanse, bella como ninguna, reina del Parnaso sobre su tejado de zinc
ResponderEliminarAmén. Bienhallado, Alberto, de nuevo.
ResponderEliminarBesos de bienvenida a mogollón.
Pobre gata. Podía haber sobrevivido comiéndose los restos de la difunta.
ResponderEliminar¿Y del oxígeno no hablamos? De todos modos lo de comerse a la mujer me ha puesto los pelos como escarpias. Buen tema para un micro.
ResponderEliminarBesos a puñados.