Supongamos que el S.R.B.S. con su brazo armado Aguirre, la cólera de dios, quieren lo mejor para las personas con discapacidad intelectual y el personal que los atiende. Supongamos que, aunque ningún techo se ha venido abajo, ni un muro se ha derruido en estos días, de repente se han alarmado ante la posibilidad de que esto ocurra y decidan salvaguardar la integridad de estas personas cerrando centros para su rehabilitación. Supongamos que esto no obedece a una maniobra bestial de privatizar lo público desalojando a usuarios y trabajadores y dispersándolos para ir menguando plantillas y metiendo a entidades con ánimo de lucro en la gestión de los nuevos centros. Supongamos que son buena gente. Supongamos. Todos estaríamos entonces de acuerdo en que se reformen centros que tienen muchos años sobre sus tejados. Pero no con cuarenta y ocho horas de plazo. No provocando angustia en las familias, padres octogenarios que abarrotaban el despacho de la directora pidiendo información, no angustiando a los usuarios que no saben a dónde van ni por qué de la noche a la mañana se los llevan en grupos a otros centros con otros compañeros y con otro personal. Eso ocurre hoy con el C.O. Magerit donde estuve trabajando durante cuatro años. Un atropello en toda regla.
Ayer se encerraron los trabajadores. Esta noche está previsto que entren a desalojarlos. Ayer, cuando fui al centro con otros compañeros a pasar un rato con el personal, volví a casa hecha polvo. No puede ser lo que está ocurriendo, me dije. No se puede llegar a tal grado de inhumanidad. Hoy he vuelto. Había una concentración a la puerta. Y se me ha ocurrido pasar dentro. Y he visto a los usuarios abrazarse a los trabajadores llorando a moco tendido. Y he escuchado a una belleza de persona preguntarle, atemorizada, a su hermana: “¿Adónde me llevan?”. Regreso hecha polvo, no sólo físicamente. No me lo acabo de creer.
Y mientras tanto, hoy hemos tenido una reunión de urgencia en el centro donde ahora trabajo para preparar de la mejor manera posible a veintinueve usuarios que nos llegan mañana. Se intentará que, siendo personas que lo pasan muy mal si se les saca de la rutina, que ésta se les trastoque lo menos posible, pero cómo no, si se les ha expulsado de un sitio donde habían asistido durante muchos años, separado de otros compañeros y del personal de referencia. De urgencia se han elaborado informes médicos y psicológicos. Y así tiraremos.
Hablo del Magerit, pero con él han caído el C.O. Fray Bernardino que ha tenido más suerte porque los ubican juntos, echando a unos ancianos previamente de su residencia, y ha caído el CAMP de Arganda.
Lo dicho: un atropello. No sé qué más pueden hacer, pero seguro que se les ocurre algo. La maldad anda suelta.
Ayer se encerraron los trabajadores. Esta noche está previsto que entren a desalojarlos. Ayer, cuando fui al centro con otros compañeros a pasar un rato con el personal, volví a casa hecha polvo. No puede ser lo que está ocurriendo, me dije. No se puede llegar a tal grado de inhumanidad. Hoy he vuelto. Había una concentración a la puerta. Y se me ha ocurrido pasar dentro. Y he visto a los usuarios abrazarse a los trabajadores llorando a moco tendido. Y he escuchado a una belleza de persona preguntarle, atemorizada, a su hermana: “¿Adónde me llevan?”. Regreso hecha polvo, no sólo físicamente. No me lo acabo de creer.
Y mientras tanto, hoy hemos tenido una reunión de urgencia en el centro donde ahora trabajo para preparar de la mejor manera posible a veintinueve usuarios que nos llegan mañana. Se intentará que, siendo personas que lo pasan muy mal si se les saca de la rutina, que ésta se les trastoque lo menos posible, pero cómo no, si se les ha expulsado de un sitio donde habían asistido durante muchos años, separado de otros compañeros y del personal de referencia. De urgencia se han elaborado informes médicos y psicológicos. Y así tiraremos.
Hablo del Magerit, pero con él han caído el C.O. Fray Bernardino que ha tenido más suerte porque los ubican juntos, echando a unos ancianos previamente de su residencia, y ha caído el CAMP de Arganda.
Lo dicho: un atropello. No sé qué más pueden hacer, pero seguro que se les ocurre algo. La maldad anda suelta.
P.D.Espero que sepáis entender que no esté comentando en blogs que sigo habitualmente, pero ando trastabillada, agotada, y no doy abasto.
Esto es lo que nos espera en el futuro mientrás los currantes no tomemos cartas en el asunto. Tiene que llegar el día en el que la ilusión por cambiar el rumbo vuelva de nuevo. Romper con esta inercia de resignación.
ResponderEliminarÄnimo y no desesperes, haces lo que puedes y eso es ya un buen comienzo.
Un besazo.
Lamento muchísimo saber que la corrupción política, estirada a niveles de lisa y llana maldad, que creía desgracia exclusiva de mi país, se halle en otras tierras.
ResponderEliminarApretar los dientes y seguir como nos lo permitan, no queda otra.
Cariños, Lola.
Jope Lola, no sabía muy bien a qué te referías antes. Es increíble, incluso para lo que es habitual ultimamente. Tiene razón Juan, lo único que puedes hacer tú es estar ahí, apoyar y tratar de ayudar a las personas que recibís en el centro en el que trabajas. Tienen suerte de contar contigo.
ResponderEliminarY lo de los comentarios a los blogs, chica, sólo te faltaba eso, vamos.
Besitos de ánimo,
Joder...y por qué me sonará a mí que trabajo en un hospital público. Venga vamos a aprovehcar cada vez que hay una reforma que hacer para privatizar más secciones: archivos,limpieza, manenimiento...así a lo tonto a lo tonto cuando se quieran dar cuenta ya se la hemos calzado(la privatización digo) y a otra cosa. Todos los hospitales mandan las análiticas a un megalaboratorio privado(Ribera sanidad de Valencia..mmmm que curioso....) porque "iba " a ser más barato.
ResponderEliminarResultados;
Caos, análiticas que hay que repetir por dudosas, retrasos y pérdidas económicas y de empleos.
Y todavía saldrá otra vez y como dice Juan no hacemos nada.
Bueno algunos hacemos lo que podemos, lo que no entiendo es esa especie de abulia y resignación con la que tragamos con todo.
Un abrazo solidario y tú tranquila y a reponerse.
Lola, entiendo tu malestar y tu indignación. Cuando he oído en la radio, esta mañana, la noticia de que la Comunidad cerraba centros ocupacionales, me he quedado de piedra.
ResponderEliminarMucho ánimo a ti y a los que como tú trabajáis para que los cambios sean lo menos traumático posible para los afectados y mantenéis el afán de lucha para la mejora social.
Sin personas como vosotros el mundo sería mucho más inhumano.
Agradezco sinceramente tu sensibilidad y tu compromiso, para mí es un ejemplo.
Te mando vibraciones positivas.
Lola, eres un ejemplo. Siempre ahí, dando el callo. La administración y los políticos que están detrás, en teoría nuestros representantes, son unos impresentables. Tendría que haber más gente como tú. Ánimo y fuerza.
ResponderEliminarAbrazos.
Juan, Patricia, Rocío, Rosana, Agus, gracias por vuestras aportaciones y por vuestro apoyo.
ResponderEliminarBesos a puñados a repartir.
Lola, justo ayer vi la noticia en televisión. Me pareció realmente inhumano lo que estaban haciendo. Daba mucha rabia ver las caras de asustados que tenían. Todo mi apoyo. Al menos, tenemos que alzar la voz. Es importante.
ResponderEliminarUn abrazo,
ERNESTO
Lola, mostrarte mi apoyo y total comprensión. Un beso.
ResponderEliminarQué dolor, Lola, cuantas lágrimas que podían haberse evitado, que quizás aún podrían evitarse.
ResponderEliminarGracias por contarnos, por decirnos y olvídate de nosotros, no tienes que hacer comentarios en nuestros blogs, hay cosas más importantes.
Un beso, sólo.
Qué duro, Lola! Sigue con mucha fuerza, no desfallezcas!
ResponderEliminarBesos con ánimos.
En tu denuncia pones varias veces "supongamos". Yo no supongo nada de eso.
ResponderEliminarSon un atajo de delincuentes, unos reptiles de sangre helada.
Ánimo, Lola.
Besos.
Lola, ayer te envié un mensaje, pero como observo que no te ha llegado te mando otro.
ResponderEliminarMucho ánimo a ti y todos los que estáis trabajando para denunciar esta tropelía y paliar sus efectos.
Gracias a personas como vosotros, sensibles y comprometidas, el mundo avanza en humanidad.
Fortaleza para todos y un abrazo.
Ernesto, Maite, Luisa, David, Torcuato, Nenúfar, me siento muy calentita arropada por todos vosotros.
ResponderEliminarSí, ha salido en muchos sitios la noticia. Hoy ha sido un caos en el centro donde han llevado un grupo de usuarios. Por no haber no había ni comida, ni se sabía por dónde empezar. En cuanto al centro donde curro, sólo se han presentado algunos familiares para verlo e informarse. De momento, los familiares se niegan al traslado.
Besos muy agradecidos.
¡De que manera nos han tomado la delantera estos politicos! cada vez me dan más asco sean de las siglas que sean
ResponderEliminarSí, asquito dan.
ResponderEliminarAbrazos solidarios.