....Y cuando estéis frente a frente, no olvidéis que es el enemigo. ¡Disparad a matar! Acabada la arenga, entrelazó las manos a la espalda y levantó la barbilla, como un dios egipcio. Akil había escuchado con atención las palabras del presidente. Llevó la mano a la cartuchera, sacó la pistola, apuntó con pulso firme y disparó a la cabeza.
No hay nada como saber hablar o callar a tiempo, nada más peligroso que hablar de mas. ¿Somos por eso microrrelatistas?
ResponderEliminarUn beso dominguero
Uno menos.
ResponderEliminarBesos, Lola
Habría que conocer lo anterior a ese final de arenga homicida. Y yo creo que escribimos para poder expresar, a veces, la indignación y otros estados que nos recorren el alma.
ResponderEliminarBesos de fin de finde.
Por bocazas.
ResponderEliminarPar de abrazos,Tor.
Eso es lo que pasa con los discursos extremistas y las mentes obtusas que los interiorizan. Este texto tiene mucha miga. Una crítica esperpéntica y sin concesiones a los dogmas más radicales. Una prueba fehaciente de su imbecilidad y estrechez de miras. Lola, como siempre, tiras con dardo. Y aciertas, claro. 10.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Gracias, Agus, siempre tan sagaz en tus análisis.
ResponderEliminarBesos de extremo de domingo.
Directo y literal. Me gustó mucho. Sus palabras se volvieron contra él siguiendo al pie de la letra. Le tenía que pasar a más de uno
ResponderEliminarSaludillos
¿Efecto boomerang, Puck? Bueno, tal vez con saberlo, alguno se lo pensaría dos veces.
ResponderEliminarBesos agradecidos.
Si es que no es lo mismo. Pero tampoco esperaba que un militar diera mucha importancia a las palabras; ni el uno en decirlas ni el otro en interpretarlas.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Jesus. No sé si es un militar, el presidente, digo, ni si le habla a soldados o a policías. Pero lo que sí creo es que nunca se puede estar seguro de cuáles van a ser las reacciones humanas. A veces funcionamos por estereotipos.
ResponderEliminarBesos apusados de finde.
Excelente micro, Lola.
ResponderEliminar¿Y explotó la televisión?
Jajá, una proyección.
Abrazos.
Como dice el título, literalidad. Y además, actualidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Lola.
¡auffffffffffff!
ResponderEliminar... la narradora, cuentista, observadora, notaria de historias tan normales como amanecer, respirar, comprar pescado o matar.... sigue con el cacumen en el filo de la navaja barbera de la vida y sus alrededores...
¡aaaajjjjjjjjjjj!
Salgo a respirar.
Micro con crítica de fondo, me gustan porque los microrrelatistas como otros escritores tenemos la oportunidad de denunciar con la palabra situaciones que consideramos injustas.
ResponderEliminarUn saludo indio
Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice, sobre todo cuando la intención de las palabras es jugar con la manipulación de las mentes, al final puede ser que se vuelva todo contra uno mismo. La contundencia de tu relato me ha dejado temblando. Fenomenal, como siempre.
ResponderEliminarPor cierto, tienes un pequeño regalo-homenaje en mi blog. Besos.
Por explotar, explotó al menos una cabeza ¿no, Edgar?
ResponderEliminarSí, Víctor, muy actual, parece que al final algo se mueve en el mundo.
Espero, querida Cora, que no tengamos que recurrir al boca a boca. Respia hondo.
Así lo veo yo también, Indio, como un granito de arena que podemos aportar con nuestros escritos.
Con lo que se dice, con la hartura del personal, con todo lo que esté en la línea de lo soportable.
Ahora me asomo a tu blog y, de entrada, te doy las gracias.
Lluvia de besos tostados por el sol a repartir.
Buen micro para el día de la no-violencia... jeje
ResponderEliminarContra la violencia se puede luchar (paradoja) de muchas maneras, una de ellas es exponerla, siempre llama a la reflexión. Y de eso se trata. Gracias por pasarte, Gotzón.
ResponderEliminarAbrazos pacíficos.
Buena crítica con percha de actualidad en este micro. La verdad es que lo que está viviendo el mundo árabe estos días es impresionante, una revolución en la que claman por la libertad, y esta vez, sin tintes religiosos. A ver en qué acaba todo, a ver. Estupendo boomerang. Besos, Lola.
ResponderEliminarA mí me tiene boquiabierta, Manu. Porque aquí no se mueve ni Dios.
ResponderEliminarBesos agradecidos.
De vez en cuando alguien es consecuente con sus ideas y pone el orden establecido patas arriba.
ResponderEliminarEs una bocanada de aire fresco ver la lucha de estos pueblos por salir adelante.
Besos.
No tengo nada nuevo que añadir a lo ya comentado. Solo decir que me parece que en el texto no hay ni una frase de más, ni una de menos y que todas ellas están elegidas con magnífico tino.
ResponderEliminarMe ha encantado. Repito el 10 de Agus.
Abrazo.
Bocanada, torbellino, corriente que cambie algo, sí. Gracias, compi.
ResponderEliminarMuchas gracias, Nenúfar, es bueno sentirse acompañada.
Besos a pares para los dos.
Son los riesgos que se corren cunado se forma a las personas en el culto a la violencia.
ResponderEliminarLa crítica es durísima, pero tu prosa siempre se difruta Lola.
Muchas gracias, Patricia.
ResponderEliminarBesos a raudales.
Es más fácil manejar a las masas que a los individuos... por eso, al ingresar en ciertas instituciones se pierde la individualidad.
ResponderEliminarDuro y bueno, Lola.
Besos críticos.
Gracias, mil, David.
ResponderEliminarBesos pareados.
Jo, qué bueno!
ResponderEliminarBienvenido y gracias por comentar.
ResponderEliminarPar de abrazos.