13/5/19

PREPARADOS, LISTOS, ¡YA!



Tomada de la red


Aquella noche soñé con islas, cocoteros, daikiris, música discotequera y cuerpos morenos retozando conmigo en la arena. Me levanté más temprano de lo habitual y muy excitado. Ducha rápida y doble vuelta de llave en la cerradura de la puerta.
            Llegué con tiempo. Una muchedumbre impaciente esperaba, algunos pegados al cristal como moscas. Abrieron a la hora en punto y entramos en tromba, atropellándonos los unos a los otros, a la caza de nuestro codiciado tesoro. Braceé entre violetas, rojos y morados hasta arribar a  palmeras verdes y cimbreantes, cielos y mares sin nubes que mancillaran los azules diferentes. La cogí por los hombros y la levanté a la altura de mis ojos. Vista así, de cerca, no era tan maravillosa aquella camisa caribeña que anunciaban rebajada en el catálogo que me dejó mi querido Borja.

2 comentarios:

  1. Equivoco como sabes hacerlo. Para encandilarnos. No importa cambiar el objeto de deseo, si busqueda resulta tan atrayente.
    Bien por ti, Lola.

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  2. Gracias, querida Cora.
    Te guardaré una palmerita... de chocolate.

    Besos caribeños.

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