Tomada de la red. |
Él era mi héroe, un
fotoperiodista de prestigio. Pero, en su situación de confinamiento obligado, se
aburría y no paraba de incordiar. Entre su enfermera y yo decidimos procurarle
una distracción. Le aclaro que fue una medida cautelar para que no acabara cazando
moscas. Se hizo con todo un glosario de términos y definiciones de
criminología. Al principio nos hacía gracia verlo de día y de noche espiando con
su cámara a través de la ventana. Luego comenzó a preocuparnos con sus deducciones
y órdenes de registros. Decidimos contarle la verdad, señoría. Quedamos en el
apartamento. No podíamos saber que había decidido sentenciar a muerte al que
creía un asesino. Y ya fue mala suerte que Raymond entrara el primero. A Stella
y a mí, nos dejó heladas cuando le disparó a quemarropa. Ni tiempo para
explicarle a Jeff que todo había sido un montaje de película.
Eso es tomarse la distracción por su mano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas tardes, Lola.
ResponderEliminarTe he nominado para el Blogger Recognition Award 2018. Puedes verlo en https://versosaflordepiel.blogspot.com/2018/09/me-han-nominado-para-el-blogger.html
Te deseo un domingo maravilloso.
Besos apretados.