Si queréis escuchar el relato, a partir del minuto 43:33, pinchad aquí
IMPRESIONISMO
Hasta que volvimos a
colgarla, estuvo de pie, en el suelo, contra los ladrillos del desván.
Suspirábamos, melancólicos, añorando sus colores azules y blancos, cómo
iluminaba el comedor, la alegría con la que nos sentábamos a la
mesa. Mi marido dijo que había sellado hasta el último poro, que no
había peligro de otro escape. Hemos pasado el día mirándola, colgada,
recta, de una alcayata. Es noche cerrada y la pintura se está
desangrando. No deja de caer agua de mar por una esquina.
A mí me llega a la barbilla. A la niña hace rato que no la oigo.
Sin duda impresiona, felicidades Lola!
ResponderEliminarMil gracias, Yolanda.
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